viernes, 29 de septiembre de 2023

Carta a las niñas de 13 años y sus madres: Hay un nuevo monstruo suelto. De Paolo Luers

 

"Lo de Mizata no es un hecho aislado. Este es un patrón ya común. Una nueva forma de delincuencia. Un nuevo monstruo suelto en las calles. Un monstruo creado por el régimen de excepción que dura ya 19 meses y se ha hecho la nueva ley."

El audio: ABUSOS.mp3

Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 30 septiembre 2023

Chicas:

Ustedes mejor que nadie saben que el caso de la muchacha de 13 años violada en Mizata por un soldado no es un caso aislado. Ella fue obligada a dejarse violar bajo la amenaza de que si no se dejaba, iban a mandar a ella y a sus amigos detener bajo el régimen de excepción. Este es un patrón ya común. Una nueva forma de delincuencia. Un nuevo monstruo suelto en las calles. Un monstruo creado por el régimen de excepción que dura ya 19 meses y se ha hecho la nueva ley.

El caso de Mizata ha hecho ruido en las redes sociales y los medios de comunicación, porque es el colmo de desfachatez: el soldado violador y sus camaradas cómplices actuaron a plena luz del día, y al solo terminar su crimen fueron recogidos. No por una patrulla policial, sino por un vehículo oficial de la alcaldía de Teotepeque.

Pero ahí no terminó la desfachatez, esta vez por parte de las altas autoridades militares. Por seis días, durante los cuales ya todo el país sabía del hecho, lo condenaba y exigía justicia, la Fuerza Armada se negó a entregar a los 6 efectivos involucrados. ¿Qué significa esto? Significa que a la fiscalía y al gobierno le costó seis días para obligar a la institución armada a entregar al violador y sus cómplices a la justicia.

¿De dónde nace la desfachatez? De la impunidad. Del hecho que "la autoridad" armada se siente inmune.

Esta es la esencia del asunto: el régimen de excepción ha dado un poder a los uniformados, como no lo han tenido desde tiempos de los regímenes militares y la guerra. Y esto en todo los niveles: en el nivel superior, para el cual ya no es normal aceptar que los uniformados no están encima de la ley y que, al cometer un delito, tienen que responder ante la justicia como cualquier ciudadano civil. Y en el nivel base, los soldados que andan patrullando día y noche en los pueblos, cantones y caseríos del país, piensan que el estado de excepción les ha dado un poder ilimitado. Pueden detener a quien quieren, bajo el pretexto que sea. Pueden amenazar a cualquiera con ser detenido y desaparecer por meses o años en un penal. Pueden usar estas amenazas para extorsionar a los civiles y obligarlos a darles comida, dinero o una muchacha para violarla.

El gran problema es que este poder no está regulado, sus límites no son claramente definidos y nadie controla que no sea usado arbitrariamente o para cometer delitos.

Esta es la nueva situación luego de 19 meses de estado de excepción y 70 mil detenidos.  Las pandillas se han replegado o han sido reducidas a un mínimo, quién sabe, pero ya no son quienes ejercen el poder arbitrario de amenazar, extorsionar, violar y matar. La gente respira, pensando que ahora hay tranquilidad, paz, seguridad en sus vecindarios. Pero de repente se dan cuenta de que hay otro monstruo suelto, uno nuevo, uno uniformado, uno representando "la autoridad", uno que para muchos resulta difícil o imposible denunciar ante las autoridades, porque el monstruo es la autoridad.

¿Cuántos casos de abuso sexual y violaciones de menores habrá habido, cometido por soldados o policías, que nadie se ha atrevido denunciar, porque siempre existe la amenaza que te llevan detenido, a ti o a tu familiar si abres la boca? 

¿Cómo confiar en las autoridades militares o policiales, si el caso Mizata mostró que están renuentes a perseguir los abusos que cometen sus efectivos?

Obviamente, la mayoría de los policías y soldados no son violadores ni criminales. Pero el estado de excepción da rienda suelta a los malos.

Hay un nuevo cáncer que acecha al país -los abusos de militares y policías contra los civiles- que tiene por causa el estado de excepción permanente. Si el país quiere combatir este cáncer, tiene que suspender el estado de excepción y volver a amarrar a sus bestias. Amarrarlas a la ley. Porque lo irónico es que muchos piensan que con el régimen al fin el Estado hace prevalecer la ley – y es lo contrario: crean un Estado sin ley, de gente armada con poderes ilimitados.

De una vez por todas: Pidamos todos que levanten el estado de excepción, que devuelvan a la gente sus derechos y que quiten a los uniformados el derecho de abusar.

Mientras tanto, tengan mucho cuidado, muchachas. Y el valor de denunciar cualquier abuso.

Saludos, 





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miércoles, 27 de septiembre de 2023

Carta a los colegas periodistas: Cuidado con la trampa cazabobos. DE PAOLO LUERS

 

"Lo más probable es que son clicas fantasmas. Inventadas por Inteligencia Policial para asustarnos y convencernos de que el gobierno no puede bajar la guardia, no puede levantar el estado de excepción, no puede todavía restablecer los derechos civiles – y que tiene que seguir capturando a jóvenes en los barrios marginales de los pueblos y las ciudades."

EL AUDIO: TRAMPA CAZABOBOS.mp3

Publicado en MAS! y  EL DIARIO DE HOY, jueves 28 septiembre 2023

Estimados amigos:

¿Cuál es el problema que tiene el gobierno hoy en día con su estado de excepción permanente?

¿Es su problema hacer creer a la gente que hoy, a 16 meses de régimen de excepción y con 70 supuestos pandilleros encarcelados, hay más seguridad? No. Todo el mundo está convencido – y no por la incesante propaganda oficialista que lo repite, sino porque la gente lo ve, lo siente, todos los días.

¿O es su problema hacer creer que todavía se necesita mantener el régimen de excepción por tiempo indefinido? Sí, este es el problema que enfrentan. Se refleja en las encuestas, donde hay una gran mayoría que certifica que la guerra contra las pandillas ha creado más seguridad - pero solo la mitad de esta mayoría hace caso omiso a los ‘costos colaterales’, como los llama el presidente, que causa el estado de excepción: miles de inocentes encarcelados; falta de garantías de un juicio justo; miedo a los abusos de los agentes de seguridad y militares.

¿Qué hace en esta situación un gobierno, sobre todo cuando ha adquirido alta capacidad en asuntos de desinformación y manipulación? Manda, por ejemplo, a miembros de su servicio de Inteligencia Policial, a elaborar informes secretos, que indican que todavía operan en el país “54 grupos de pandillas con aproximadamente 43,000 pandilleros que sigan en libertad”. Ponen a los operativos de Inteligencia a elaborar, como saben hacer desde décadas, estos informes hasta con dibujitos, aparte de mapas, galería de fotos y organigramas. Luego les mandan a filtrar estos informes a algún periodista. No a un periodista amigo del gobierno o pagado por el gobierno – esto no tendría sentido, ya que no tiene credibilidad. No, hay que filtrar los informes a un periodista o a un medio crítico al gobierno y sus políticas de seguridad. Alguien que va a estar contento de usar estos informes secretos porque “contradicen el discurso triunfalista que funcionarios de gobierno manejan sobre los resultados obtenidos luego de 18 meses bajo el régimen de excepción con el cual se ha conculcado derechos constitucionales a los salvadoreños.”

De hecho contradicen el discurso triunfalista del gobierno, ¿pero qué importa? La gente no necesita discursos para creer en el éxito de la guerra contra las pandillas, solo tiene que salir de noche a la calle en su vecindario para darse cuenta que hay más seguridad, menos peligro, un renacimiento de la vida social.

Dicen los informes secretos de la Inteligencia Policial, filtrados directamente o indirectamente a la prensa y publicados por ella, que todavía operan en el país 54 clicas con 43 mil pandilleros. Según estos datos serían clicas con un promedio de 796 miembros. Serían 54 batallones enteros. Un ejército. Uno se pregunta: ¿Qué significa que estos batallones están 'operando'? No hay reportes de homicidios. No hay reportes de asaltos. Ningún puesto de policía ha sido atacado. Ninguna patrulla militar ha sido emboscada. El gobierno dice que las extorsiones se han reducido a un mínimo. ¿Qué diablos hacen estos batallones de criminales, operando sin huella, sin víctimas? ¿Son clicas fantasmas?

Lo más probable es que sí son clicas fantasmas. Inventadas por Inteligencia Policial para asustarnos y convencernos de que el gobierno no puede bajar la guardia, no puede levantar el estado de excepción, no puede todavía restablecer los derechos civiles – y que tiene que seguir capturando a jóvenes en los barrios marginales de los pueblos y las ciudades.

El SIP -Sistema de Inteligencia Policial- tiene larga trayectoria de usar ‘informes secretos’ para usos políticos. Cuando el comisario Edgar Lizama fue nombrado jefe del SIP por Manuel Melgar, el primer ministro de Seguridad de Mauricio Funes, y Eduardo Linares  jefe del OIE, tres cuadros duros del FMLN contralaban el aparato de Inteligencia. Lizama mandó su al SIP elaborar una serie de ‘informes secretos, convenientemente filtrados a la prensa, en los cuales metieren en organigramas del crimen organizado a todos los políticos y empresarios considerados enemigos políticos. El más absurdo fue un informe, con el cual querían desacreditar al general y ministro de defensa, luego de seguridad, David Munguía Payes. Lo pusieron como cabeza de un organigrama del crimen organizado y debajo de él, como lugartenientes, a Rodolfo Parker, a la excomandante Ana Guadalupe Martínez, a Herbert Saca y a algunos prominentes empresarios. La técnica era las misma que la que usan hoy: dar a algún periodista la primicia, filtrándole el "informe".

Parece que el SIP de hoy sigue con las mismas mañas. Así que, colegas, cuidado con los informes de inteligencia que traten de filtrarles para que los publiquen, pueden ser trampas de bobos. Siempre pregúntense: ¿Qué quieren lograr dándome esta información? Y cuando alguien ya lo ha publicado, cuidado con reproducirlo y darle megáfono a las maniobras de desinformación cocinadas en el SIP o el OIE.

Saludos,



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lunes, 25 de septiembre de 2023

Carta al Estado Oscuro: Todo es secreto. De Paolo Luers

 

"El secreto es ahora la regla y no la excepción, como lo manda la Ley de Acceso a la Información Pública, que ustedes ya no aplican. O sea, ustedes simplemente le amarraron las manos y le quitaron los dientes a la institución que aplicaba esta ley. El Instituto de Acceso a la Información Pública sigue existiendo como zombi, la Ley sigue vigente, pero es letra muerta."

El audio: Estado-Oscuro.mp3


Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, martes 26 septiembre 2023

Señores guardianes de los secretos:

Han logrado construir un Estado, en el cual todo lo que las autoridades hacen, es secreto. Los gobernantes operan en la oscuridad, protegidos por cientos de leyes, decretos y resoluciones, que declaran "información reservada" a prácticamente todo el quehacer estatal. 

El secreto es ahora la regla y no la excepción, como lo manda la Ley de Acceso a la Información Pública, que ustedes ya no aplican. O sea, ustedes simplemente le amarraron las manos y le quitaron los dientes a la institución que aplicaba esta ley. El Instituto de Acceso a la Información Pública sigue existiendo como zombi, la Ley sigue vigente, pero es letra muerta.

La ventaja de este nuevo sistema del Estado secreto, para ustedes que lo controlan, es evidente: Cuando no hay información sobre los asuntos públicos, la propaganda del gobierno puede decir cualquier cosa. Veamos el caso más emblemático: el tema seguridad. Según ustedes, el gran éxito de su gestión: La guerra ganada contra las pandillas; el país más seguro de América Latina. Pero aunque todos los días hablan de este tema -el presidente, sus ministros, los funcionarios, sus medios oficialistas y sus troll centers- no hay información disponible, sólo lo que ustedes dicen. El Plan de Control Territorial, ahora según el presidente en su Fase 6, es un documento que nadie jamás ha visto. Está bajo reserva absoluta. Tal vez ni exista, quien sabe, esto les daría más flexibilidad, cuando a diario hablan de este plan y sus éxitos.

Si el plan más importante de este gobierno, el de Seguridad, no existe, por lo menos no como un documento que se puede leer y discutir, obviamente tampoco -mucho menos- existe la información sobre su implementación. Todo lo relacionado con la guerra contra las pandillas y las diferentes fases del supuesto Plan de Control Territorial está bajo el candado de la reserva absoluta: los números de homicidios y desapariciones; los números de encarcelados en cada penal; las requisiciones de armas; las adquisiciones de la PNC, de la Fuerza Armada, de Centros Penales. Nada de esto se puede saber, sólo se puede especular. Y el gobierno puede decir lo que le da la gana...

Con el otro gran éxito que ustedes reclaman, la lucha contra la pandemia, pasa lo mismo. Mucha publicidad, mucho discurso, pero cero información. Para empezar, el tal Plan Nacional de Salud, si es que existe, es secreto. El plan para combatir el Covid-19, si es que existe, es secreto. Las multimillonarias adquisiciones del Ministerio de Salud y del Seguro Social en el marco de la emergencia sanitaria por la pandemia, bajo absoluto secreto.

Otro ejemplo, otra victoria que ustedes pueden cantar, porque nadie tiene la información necesaria para contradecirles: la reforma de pensiones. Según la propaganda, se hizo luego de realizar estudios exhaustivos. Solo que estos estudios, si es que existen, no son accesibles, están bajo candado, reservadas. Tampoco podemos saber nada sobre cómo van a repagar la deuda, que el gobierno tiene con el fondo de pensiones, unos 8 mil millones de dólares. Aunque ahí, supongo, el problema es que ustedes tampoco lo saben. Entonces, para no decir esto, mejor declarar todo el asunto información reservada...

Así es chiche cantar victorias. Los ciudadanos podemos tener dudas, pero como no tenemos información, no podemos contradecirle al gobierno. Los científicos y expertos en materia de seguridad, salud y pensiones no pueden revisar las políticas del gobierno, ni hacer propuestas, ya que no tienen acceso a la información. Así que ustedes se quedan hablando solos. Muy cómodo para un gobierno, que quiere esconder corrupción, falta de planificación, abusos de autoridad y violaciones a los derechos humanos.

En la oscuridad, que han logrado construir, es secreto de Estado también el desarrollo del patrimonio personal y familiar del presidente. Para esconder estos detallitos, de un solo declararon información reservada todas las declaraciones patrimoniales de todos los funcionarios, si es que las han hecho. Tabula rasa se llama esto, o ‘aquí no ha pasada nada’...

Aquí salió sólo una lista corta de los asuntos que ustedes declararon secreto de Estado. Son muchos más, en todas las áreas del Estado, incluyendo el órgano judicial.

Donde no hay información, reinan la mentira y la propaganda y florecen los rumores. Así es nuestro país a cuatro años de este gobierno.

Espero que ustedes, los guardianes de los secretos, andando en lo oscuro que ustedes mismos crearon, un día se den contra la pared.

Sin más que agregar, 




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