sábado, 2 de octubre de 2010

Carta a Rafael Correas, presidente de Ecuador

Señor presidente:

Contento de verlo sano y salvo luego del desmadre del 29 de septiembre. Lo que menos necesitábamos en América Latina, luego del la opereta cómica de Manuel Zelaya, era un presidente ‘revolucionario’ andando por el continente haciendo el papel de víctima.

Usted dice que se escapó del intento de un golpe de Estado. No, señor, si esto fue un golpe de Estado, esta palabra ya no tiene sentido. Esto fue una rebelión de unos policías, resultado de la arrogancia de su gobierno. Esta fue una crisis mal manejada por un gobernante prepotente que, en medio de un discurso se da cuenta que le estaban chiflando la vieja, se arranca la corbata y grita: “Si quieren matar al presidente, ¡mátenme!”

Lo curioso: Nadie lo quería matar. Nadie quería hacer un golpe de Estado. Era simplemente un acto más en la telenovela llamada ‘Revolución’ producida por Alba Productions. En este acto el presidente de Ecuador, frustrado que nadie lo tome en cuenta para hacerle golpe de Estado, también quería ser héroe: “¿Cómo es posible que hasta al imbécil de Zelaya le hicieron golpe, y a mi nadie me para bola?”

Bueno, presidente, si usted sigue así de arrogante y temperamental, tal vez un día alguien le hace caso y lo desbanque. Ojala que no pase, porque jugar con el fuego es más peligroso de lo que usted piensa... Y seguramente mucho más peligroso que lo que le pasó anoche, cuando de repente un presidente tuvo que aguantar lo que normalmente recetan al pueblo: gas lacrimógeno.

Cuidado con este su temperamento, presidente Correa, y cuidado con lo que desea. ¿Y si se hace verdad?

Saludos, Paolo Lüers

CMás!)

viernes, 1 de octubre de 2010

El país de las Maravillas: La corte de los milagros

Prodigios y conjuros

Atrapado entre la obsesión reeleccionista y los efectos desastrosos de la lluvia, Daniel Ortega ha recurrido a “refundir” la Constitución, convocar a una sesión ilegal de la Asamblea y a hablar con el propio Dios, para que no quede dudas que él como su majestad divina, es omnipresente (está en todos partes), es omnipotente (puede hacer lo que le da la gana) y es omnisciente (sabe todo). Su consorte, que preside el Ministerio de la Magia aseguró -teniendo como testigos a una bancada de reverendos evangélicos y a un cardenal católico de planilla- que “Dios nuestro Señor opera milagros porque desde el jueves pedíamos que este fenómeno que nos amenazaba (el huracán) se desviara”. Algo perfectamente normal dado que según afirmó “Nicaragua es un país donde se producen milagros y prodigios todos los días”. Casi podía oírse en el fondo los arpegios de cítaras y arpas cuando Ortega en el momento cumbre alzó en su mano la Biblia y contó que había pedido a Dios que alejara la tormenta. Dicho y hecho: “Dios mandó a desaparecer el huracán”, dijo Ortega, lo que provocó las exclamaciones y el aplauso de los pastores que le hacían coro. Tras estas declaraciones se espera que renuncie el director de INETER y se denuncie la meteorología como una falsa ciencia por haber mostrado en la tele con anterioridad la ruta de desvío del huracán, desmintiendo el milagro. Pero sobre todo, por dejar en entredicho el conjuro “¡Meteolojinx recanto!” usado por Harry Potter y lanzado con disimulo por la primera dama para desviar al Matthew.

Indulgencias y bendiciones

Si Martín Lutero hubiese visto al grupo de líderes protestantes (¿?) usando la Biblia y el huracán de pretexto para vender indulgencias para el continuismo de Ortega en el poder, seguramente les hubiese hecho tragar sus 95 tesis contra el abuso y la avaricia. La indulgencia era el perdón de los pecados por la iglesia, a cambio de dinero que se colectaba tras contemplar reliquias “santas”. Así, se mostraban frascos con la leche de la Virgen María, paja del pesebre del niño Jesús y hasta el cadáver de un bebé masacrado por Herodes en la iglesia de Wittemberg, misma donde un indignado Lutero clavó su protesta. Era tal el negocio que se decía que “tan pronto como una moneda en los cofres suena, un alma del purgatorio escapa de su pena”. Ante semejante estafa, Lutero mandó a los Papas al carajo y dijo que de ahí en adelante, lo único que valía era la Biblia y la fe en Cristo, declarando que “el tiempo de los milagros ha pasado”. Algo de lo que al parecer no se han enterado ni Ortega ni los reverendos, quienes le dieron sus `bendiciones’ a cambio del respaldo oficial y privilegios: títulos de propiedad de los templos, un “parque de la Biblia” y 25 mil biblias de regalo. Como diría el artífice de la Reforma: “La superstición, la idolatría y la hipocresía cuentan con grandes salarios, la verdad es mendiga”.

Dementores y simonías

Se ha dicho que la magia es el arte de efectuar prodigios por medio de sortilegios y que la magia se halla en todas las religiones, en forma de milagro. De ahí que Daniel y su consorte no tengan ningún problema en ir y venir de la magia a la religión, siendo que la principal diferencia entre ambas según Durkheim es que la religión tiene siempre una iglesia, mientras que el mago trabaja para sí mismo. En el caso de nuestro presidente, más que en la categoría de mago entraría en la de Dementor esa criatura viscosa y oscura, guardián de la prisión de Azkaban, que absorbe la esperanza y la alegría de la gente y persigue implacablemente a Harry Potter. Mala cosa esta de que los pastores evangélicos no hayan aprendido nada de la experiencia de Simón el Mago –de donde deriva la palabra simonía- que quiso comprar a los apóstoles el poder de transmitir el Espíritu Santo y que significa un verdadero beso del Dementor pues deja a la persona sin alma y sin prestigio (sólo basta ver como quedó el cardenal). Les tocaba pues haber respondido como el apóstol Pedro: "vaya tu dinero a la perdición y tú con él pues has pensado que el don de Dios se compra con dinero” o al menos, repelerlo con el encantamiento de Harry Potter: “¡Expecto Patronum!”

Pentecostalismo orteguista

Que Daniel Ortega afirme que mantiene una biblia en su cuarto para “consultarla permanentemente” y haya leído el Salmo 91 es cosa increíble hasta para una saga potteriana y sólo comprable por crédulos o tartufos. Se trata de una oración de protección que exhorta a tomar a Dios por refugio y si uno lo hace, será guardado por el cielo, librado de los poderes de las tinieblas, cuidado por ángeles y triunfará sobre los enemigos. La parte que le repica al señor presidente es la que dice: “No temerás los miedos de la noche, ni la flecha disparada de día, ni la peste que avanza en las tinieblas, ni la plaga que azota a pleno sol. Aunque caigan mil hombres a tu lado y diez mil a tu diestra, tu permaneces fuera de peligro; su lealtad te escuda y te protege”. Con este salmo, que a mi me suena como a la Oración del Puro que invocan delincuentes y ladrones, Ortega abrió la rogativa que -como en una corte medieval- se realizó con los predicadores para alejar la tormenta. Como la biblia es la palabra de Dios y “nuestro presidente la tiene” según dijo un pastor, entonces está salvo por la magia de la fe de estos pentecostales y se “sacraliza” la política del poder. No sé por qué esto me recuerda aquello que dijo Jesús a sus discípulos: “No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las huellen con sus patas, y volviéndose os despedacen”.

(Confidencial/Nicaragua)

Punto final

Mañana me voy de regreso de Caracas a San Salvador. Terminaron dos semanas de intenso trabajo: escuchar, preguntar, escuchar, repreguntar, escuchar, preguntar a otros, escuchar... escribir.

De esta manera, he contado y comentado un proceso electoral crucial. Gracias a El Diario de Hoy de brindarme esta oportunidad. Sin embargo, siento que hace falta algo: un punto final. Una opinión clara y resumida sobre lo que ha pasado en Venezuela. Voy a tratar de poner este punto final.

Se acabó la fiesta para Hugo Chávez. A partir de estas elecciones, va para abajo, porque perdió lo que le daba vida a su reinado: el apoyo, el cariño, la confianza de las masas.

¿Por qué digo esto luego de unas elecciones donde el partido gobernante todavía consiguió la mitad menos uno de los votos y donde la oposición apenas está empezando a construir una nueva mayoría?

Por dos razones. La primera es que Chávez perdió donde más le duele, en ‘los cerros’, donde viven los marginados y excluidos que lo llevaron al poder. Petare, con más de 600 mil habitantes el más grande de todos los ‘cerros’, siempre ha sido un baluarte de los chavistas, de su organización comunal, de sus ‘misiones’ de salud, educación y alimentación. Pero ya en las elecciones de alcaldes y gobernadores del 2008, Chávez perdió Petare. Los pobres de los barrios apoyaron a dos jóvenes rebeldes de la oposición: a Carlos Ocariz de alcalde y a Henrique Capriles de gobernador.

Para estas elecciones, Chávez mandó a cambiar los límites de los distritos electorales para favorecer a su partido PSUV. En el caso de Petare, le quitó al distrito Sucre (del cual es parte Petare) todos las urbanizaciones ‘burguesas’ que podían votar por la oposición, dejando un distrito Petare puramente ‘proletario’. Y es en este distrito donde ‘los escuálidos e hijos de la oligarquía’ le ganaron al PSUV con 59.7% de los votos proletarios. Y Petare no es excepción.

La segunda razón es la otra cara de la misma medalla: Chávez perdió, porque le nació una oposición distinta. Por más que el presidente habla de la Mesa de la Ultraderecha, cuando se refiera a la coalición opositora conocida como Mesa de Unidad Democrática MUD, los resultados electorales demuestran lo contrario: de los 67 diputados opositores electos, 45 vienen de partidos de orientación socialdemócrata; y la mayoría de los diputados que representan partidos de centroderecha, también se inclinan a programas socialdemócratas. Esta es la explicación del éxito que han tenido los gobernadores y alcaldes opositores que, en vez de suspender los programas sociales del chavismo (como el presidente denunció), los volvieron eficientes y transparentes.

Este es el trasfondo de estas elecciones, en las cuales quedó evidenciado que Chávez se ha quedado sin mayoría popular y sin mayoría en los estratos populares. Se ha quedado con apoyo mayoritario sólo en las zonas rurales y cultural y económicamente retrasados, pero que son favorecidos por el sistema electoral reformado por Chávez.

Dije al principio: Se acabó la fiesta para Hugo Chávez. A partir de estas elecciones, va para abajo. Una figura operesca como el teniente coronel convertido en presidente y heredero, no sólo de Simón Bolívar, sino también de Fidel Castro, necesita una caída trágica y heroica: en un golpe de Estado, en una guerra, en un atentado. Sin embargo, le va a tocar la peor de todas las muertes políticas que puede sufrir un egocéntrico Napoleón tropicalizado: la muerte lenta de un megalómano condenado a gobernar, durante dos largos años, con una oposición que le pedirá cuentas, que le obligará a enfrentarse a la situación económica, al desempleo, la inseguridad, la vulnerabilidad de los barrios...

Por esto el presidente, al sólo escuchar las malas noticias electorales, pide a gritos que traten de desbancarlo, solicitando un referéndum revocatorio de su mandato presidencial. Él necesita la siguiente batalla, pero los opositores le dicen: “No nos invite a otra batalla, presidente; invítenos a resolver juntos los problemas del país...”

Esto, para un líder continental e histórico como se define Chávez, es el peor reto que le pueden hacer. El reto al cual no sabe responder. Va a tratar de responder con locuras, con batallas inventadas, con autogolpes - y enredarse aun más. Al final, va a dar lástima, por que el público mundial necesita de los líderes operescos, pero n(o tiene ningún uso para los héroes desinflados.

(El Diario de Hoy)

jueves, 30 de septiembre de 2010

Carta a los magistrados de la Sala Constitucional

Estimados amigos:

casi les declaré mi amor por las sentencias valientes que sacaron: sobre las candidaturas a diputados; y la otra, cerrándole a Casa Presidencial el chorro de fondos ‘discrecionales’, o sea pisto que gastaban sin control de nadie.

Este gran amor declarado en público tampoco lo voy a declarar nulo, solo porque ahora sacaron una tercera sentencia que no me gusta tanto. Prefiero mil veces tener una Corte independiente y valiente, aunque no siempre me gusten sus fallos, y no una Corte dócil y mediocre.

Dicho esto, les tengo que decir que su sentencia sobre la penalización del ejercicio ‘abusivo’ de las libertades de expresión e información tiene dos fallas que, ya en manos de fiscales y jueces mal intencionados, pueden hacernos la vida difícil a quienes nos dedicamos a esta profesión de la crítica y la información.

Uno, es incorrecta (y muy peligrosa) la interpretación tajante que ustedes hacen de la Constitución. Según ustedes, el artículo 6 obliga a perseguir penalmente las violaciones al honor de otros. Falso.

La Constitución dice: “Toda persona puede expresar y difundir libremente sus pensamientos siempre que no subvierta el orden público, ni lesione la moral, el honor, ni la vida privada de los demás. El ejercicio de este derecho no estará sujeto a previo examen, censura ni caución; pero los que haciendo uso de él, infrinjan las leyes, responderán por el delito que cometan.”

Pero es falso (y sumamente peligroso) decir que cualquier infracción de una ley constituye un delito. Igualmente es falso que cualquier delito (si es que exista) tiene que sancionarse penalmente, mandando a alguien a la cárcel. Este es el meollo del asunto, y ahí se equivocaron ustedes en su sentencia. Y con esto ustedes complican todo - incluso una futura (y necesaria) reforma al código penal que reformule los delitos punibles contra el honor.

El otro error en su sentencia puede traernos consecuencias fatales: aunque primero dicen que el delito lo tiene que comprobar el que se declare ofendido, al final dicen ustedes lo contrario. De repente me le imponen al acusado la carga de la prueba de que lo afirmado en su crítica es veraz y por tanto exento de responsabilidad penal.

Ay, papitos magistrados, ahí ustedes abrieron una puerta ancha a joder a los críticos indeseables e incómodos. Ojala que la Asamblea se disponga a cerrar esta puerta.

Su amigo Paolo Lüers

(Más!)

Dos errores, dos peligros

Esto es un asunto donde, antes de opinar y criticar, hay que hacer algunas aclaraciones preventivas, para que nadie pueda malentender o instrumentalizar los argumentos y juicios críticos.

Normalmente detesto hacer esto, pero en esto caso quiero evitar que alguien me agarre de testigo en su campaña contra la Sala de lo Constitucional.

Entonces, aclaremos: 1) No sirvo de testigo contra esta Sala, a la cual reitero mi respeto por su independencia y valentía. Lo que no significa que sean infalibles. Prefiero mil veces una Sala independiente y valiente, aunque no siempre me gusten ni convienen sus fallos, y no una Sala dócil y mediocre.

2) Hay partes de la sentencia sobre la inconstitucionalidad del artículo 191 del Código Penal que demuestran que los magistrados tienen la intención de proteger nuestras libertades de expresión e información, incluyendo nuestro inalienable derecho a la crítica de instituciones, gobernantes, funcionarios, empresarios y particulares. En su sentencia, aportan criterios e interpretaciones legales que nos servirán para defender las libertades en cuestión.

3) Que la reforma del artículo 191, hecha en el 2004 para proteger a los periodistas y medios contra demandas frívolas (como la del mismo empresario que ahora solicitó y consiguió la inconstitucionalidad de esta reforma), estaba hecha con las patas y no pudo resistir un examen de constitucionalidad. Creaba la excepción de un grupo determinado (periodistas, editores, dueños de medios) de la responsabilidad penal, en vez de erradicar esta penalización para todo ciudadano (lo que debería hacer la Asamblea ahora).

Habiendo dicho todo esto, hay que señalar que la sentencia de la Sala de lo Constitucional sobre la penalización del ejercicio “abusivo” de las libertades de expresión e información tiene dos fallas graves. Y estas fallas, ya en manos de fiscales y jueces mal intencionados, pueden hacernos la vida difícil a quienes nos dedicamos a esta profesión de la crítica y la información. Y a cualquier ciudadano, quien corre los mismos riesgos que sus “juicios desfavorables” (emitidos en facebook o en una llamada a una radio) sean señalados como ofensas al honor de un ministro o de una compañía de servicios públicos, por ejemplo. Ya que partir de esta sentencia todos estamos durmiendo en el piso, ya no hay camas ni colchones de inmunidad. Lo que es, hay que señalar, justo. Así que cuidado, ciudadano, en su próxima llamada a un canal de televisión no diga: “Aquí todas las telefonías, igual que ANDA y CAESS, son bandas de ladrones”.

Primera falla grave en la sentencia: Es incorrecta (y muy peligrosa) la interpretación tajante que los magistrados de la Sala hacen de la Constitución. Según la sentencia, el artículo 6 obliga a perseguir penalmente las violaciones al honor de otros. Falso.

La Constitución dice: “Toda persona puede expresar y difundir libremente sus pensamientos siempre que no subvierta el orden público, ni lesione la moral, el honor, ni la vida privada de los demás. El ejercicio de este derecho no estará sujeto a previo examen, censura ni caución; pero los que haciendo uso de él, infrinjan las leyes, responderán por el delito que cometan”.

No soy jurista. Pero tuve la suerte de poder asesorarme, aquí en Venezuela, con juristas de amplia experiencia en derecho constitucional y su aplicación en las cortes internacionales. Coinciden con mi criterio de sentido común (que es muy importante en la interpretación de las Constituciones) que es falso (y sumamente peligroso) decir que cualquier infracción de una ley constituye un delito. Igualmente es falso que cualquier delito (si es que exista) tiene que sancionarse penalmente, mandando a alguien a la cárcel. Este es el meollo del asunto, y ahí se equivocaron ustedes en su sentencia. Y con esto ustedes complican todo, incluso una futura (y necesaria) reforma al Código Penal que reformule los delitos punibles contra el honor.

Existe en derecho moderno y una regla que se llama “derecho penal mínimo”: hay que aplicar la penalización como último recurso, y sólo cuando no hay otros, como por ejemplo la responsabilidad civil por un daño creado al margen de la ley.

El otro error en la sentencia de la Sala de lo Constitucional puede traernos consecuencias fatales en manos de fiscales o jueces mal intencionados, comprados o profesionalmente mal formados: tiene que ver con la carga de la prueba. En derecho penal (y ahí la sentencia vuelve a llevar los casos donde hay conflicto entre libertad de expresión y el derecho a la inviolabilidad del honor), por principio la tiene el acusador. El acusado goza de la asunción de la inocencia hasta que le comprueban lo contrario.

¿Cómo queda esta problemática en la sentencia de la Sala? Aunque primero los magistrados dicen que el delito lo tiene que comprobar el que se declare ofendido, al final dicen exactamente lo contrario. De repente imponen al acusado la carga de la prueba: Tiene que probar que lo afirmado en su crítica es veraz y por tanto exento de responsabilidad penal. Eso es insólito.

Regresemos al ejemplo tan popular que citamos arriba que alguien dice en público: “Aquí todas las telefonías, igual que ANDA y CAESS, son bandas de ladrones”. Por más que la sentencia de la Sala incursione hasta en la filosofía para distinguir entre opiniones (protegidos por la libertad de expresión) y afirmaciones factuales (protegidos, pero un poco menos, por la libertad de información), en esta frase tan popular se cruzan los dos. ¿Cómo voy a comprobar que estas compañías de servicio público son bandas de ladrones? O sea, ¿si no tengo la capacidad (los recursos) para comprobarlo, no tengo el derecho de decirlo?

La Sala puede decir: Si se trata de opinión desfavorable, no hay responsabilidad penal, siga durmiendo bien. Pero cualquier abogado acusador particular, fiscal o juez puede decir: Es una afirmación que necesita respaldo de pruebas.

¿Queremos realmente una sociedad donde un ciudadano, periodista o no, va a la cárcel por decir y poder (comprobar en corte) frases tan comunes como: “Una vez llegan al poder, los políticos se vuelven corruptos” o “ANDA me robó 200 dólares”?

Los magistrados, me imagino que sin querer, abrieron una puerta ancha para joder a los críticos indeseables e incómodos. Ojalá que la Asamblea se disponga a cerrar esta puerta. Esta vez con una reforma al Código Penal hecha con inteligencia y prudencia, no con las patas como la del 2004.

(El Diario de Hoy)

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Serie de reportajes: Elecciones en Venezuela

Venezuela tendrá una cita histórica el 26 de septiembre cuando celebren los comicios legislativos que marcan el regreso de la oposición al escenario institucional.

Hugo Chávez, a través del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), busca mantener la hegemonía y allanar el camino para las presidenciales de 2012.

El Diario de Hoy está presente y contará con los artículos del destacado periodista alemán-salvadoreño Paolo Lüers, quien con su particular estilo analizará estos sufragios que marcarán el destino del país sudamericano y su camino hacia la democracia.


  • 23-09-2010
    La pregunta clave en Venezuela: ¿Es secreto el voto?

    Los venezolanos no temen un fraude clásico que favorezca al partido oficial, sino que se haga público por quién votaron y eso les cueste el empleo, el crédito, subsidios u otros beneficios. Les preocupa que se repitan experiencias pasadas.

  • 23-09-2010
    Elecciones clave

    La oposición ha afirmado que no existe vinculación entre la base de datos de nombres y huellas con la de los votos emitidos.

    • 24-09-2010
      "La llave de Chávez"

      Hugo Chávez se ha convertido en el centro de los comicios legislativos del próximo domingo 26 de septiembre. Es el jefe de campaña y ha echado mano de ministerios y empresas estatales..



      24-09-2010
      La caravana roja-rojita

      Los chavistas cerraron una campaña en la que su líder se ocupó de ser el protagonista. Desde las 9:00 de la mañana, miles de militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), empleados públicos y trabajadores de empresas...


      • 25-09-2010
        Multicolor versus unicolor

        Mientras Hugo Chávez, en su cierre de campaña, dijo que en 2012 hará picadillo al rival presidencial, la oposición cerró su campaña con un mensaje de unidad que muestra otra cultura política en Venezuela.


        • 26-09-2010
          Reality shows Estudio Miraflores

          Hugo Chávez no respeta la jornada de reflexión previa a las elecciones de hoy, en la cuales, al fin, los ciudadanos tendrán voz y voto.


          26-09-2010
          "Nos vemos en el 2012"

          Los centros de votación esperan a más de 17 millones de venezolanos en sus comicios legislativos.



          27-09-2010
          Venezuela votó

          Los venezolanos despertaron con petardos en unos comicios que se realizaron con normalidad...


          27-09-2010
          Opocición le quita la mayoria de votaciones a Hugo Chávez

          Hacia la 1:00 de la mañana, hora de El Salvador, el CNE emitió los primeros resultados que denotaban una victoria del PSUV, pero no alcanzaría los 110 diputados que esperaba Chávez para continuar el proyecto socialista

        • 28-09-2010
          El dilema post-electoral

          El PSUV, de Hugo Chávez, perdió la mayoría en el voto popular, pero ganó la mayoría en la nueva Asamblea Legislativa...


        • 29-09-2010
          No hay mayoría, está por construirse

          La oposición venezolana, para poder crear una mayoría política, tendrá que mantenerse unida y alejarse de divisiones dentro de los pequeños partidos que conformaron la Mesa de Unidad Democrática (MUD)


        • 29-09-2010
          La pregunta del Millón

          Una reportera joven y hasta ahora desconocida se convirtió en heroína en Venezuela. Andreína Flores, quien trabaja para las radios Francia Internacional y RCN de Colombia, tuvo el valor de hacerle al presidente Hugo Chávez la pregunta que millones de venezolanos se hacen.


martes, 28 de septiembre de 2010

Carta al alcalde pistolero (usuario de armas de fuego) de San Francisco Menéndez

Así hubiera tenido que corregir (auto-censurar) la carta que publiqué el jueves pasado, si ya hubiera conocido la sentencia de la Sala de los Constitucional sobre penalización de la crítica periodística...

Estimado Chicho:

Una pregunta: ¿Y de verdad todavía eres alcalde? En las noticias dicen: “Ordenan recapturar al alcalde Chicho”, pero me cuesta creer que no te hayan desbancado como alcalde. Tampoco he leído que te hayan expulsado del PDC...

Ya en una carta anterior te dije: “Era algo folklórico que un municipio fronterizo tuviera de alcalde a un coyote (empresario de turismo)... Pero un alcalde pistolero (usuario de armas de fuego) que anda en negocios con traficantes de droga y armas (con empresarios que comercializan farmacéuticos y equipos deportivos), esto es otra cosa...”

Bueno, hoy te escribo para preguntarte otra cosa: ¿No quieres contar la historia del desmadre que te enfrentó con el misterioso señor ‘Crespín’ a quien mandaste a descansar en paz (venciste en una competencia deportiva de tiro al blanco)? Imaginate qué tronco de historia: Un coyote (empresario) convertido en alcalde llamado “Chicho”, además hacendado, empresario de transporte y apostador de caballos; un guardaespaldas con el nombre “El Tigre”; unos mafiosos (empresarios) que en El Salvador llevan el apellido Crespin y en su natal Honduras se llaman Peña González; unos traficantes (empresarios) relacionados a las FARC (consorcios) de Colombia...

Es materia prima para telenovela, donde además de los personajes exóticos aparece un carro de lujo marca Jaguar, caballos de carrera, fusiles AKA (equipos deportivos), furgones que transportan dudosa carga entre Panamá y México...

Entonces, Chicho, ¿cuándo me vas a contar toda esta historia, con todos su detalles perversos (interesantes), para que yo la convierta en la primera telenovela norteña hecha en El Salvador?

Saludos, Paolo Lüers

¿Tiene sentido esta carta? No.

No habrá comunismo

La mayoría del pueblo de Venezuela dijo que no al presidente Chávez y a su proyecto de radicalización. Él convirtió la elección en un plebiscito, fue la imagen de la campaña, usó todo su poder y perdió. Venezuela lo derrotó.

Tuvimos el 52% de los votos nacionales, la mayoría popular votó por candidatos contrarios al proyecto comunista. El PSUV se convirtió en un partido rural, perdiendo Aragua, Anzoátegui, el municipio Libertador y otros bastiones. La manipulación de los circuitos electorales que sirvieron para mantener la mayoría de los diputados, aun teniendo minoría de votos en el país, no puede alterar el curso de una elección presidencial directa, tal como está establecida en la Constitución.

En las presidenciales no hay circuitos, por eso Chávez está de salida, salvo que logre modificar el sistema de elección presidencial. Lo va a intentar. Las parafernalias del "Estado Comunal" y del "Poder Popular", no son sino engaños para acabar con las elecciones directas y reeditar lo ocurrido el pasado domingo. El detalle es que no podrán modificar leyes orgánicas porque no tienen los dos tercios de la AN, tampoco pueden reformar o enmendar la Constitución porque no tienen la mayoría para ganar un referendo popular. Entonces, solo tienen dos caminos: (1) utilizar a estos diputados salientes para aprobar a última hora las modificaciones necesarias y (2) llamar a una Constituyente, cuyas bases comiciales permitan la manipulación de los circuitos, por parte del CNE. Alguno de estos caminos tomarán.

Pero ahora tenemos la mayoría, varias gobernaciones, más de 60 diputados y una fuerza moral indetenible. Se van a chocar con la pared de nuestra libertad en la calle. No habrá comunismo en Venezuela, no continuará la violencia, no podrán pisar a la mayoría del pueblo soberano expresada en votos populares. Si intenta desconocernos se derrumbará como Pérez Jiménez. La pelea no está ganada pero estamos cerca, no hay tiempo de descanso.

(El universal/Venezuela; Elautor fue uno de los líderes del movimiento estudiantil del 2008)

La guerra que viene

Es paradójico que mientras Colombia está empezando a terminar su guerra, Venezuela esté comenzando a armarse la propia. Durante el periodo de gobierno de Chávez se han realizado las inversiones sociales más grandes de la historia de Venezuela para combatir la pobreza. Sin embargo, en ese mismo periodo, más de 120.000 venezolanos, en su inmensa mayoría pobres, han muerto asesinados y Venezuela está viviendo la peor crisis de seguridad que ha conocido. ¿Cómo explicarse que a pesar de los ingresos sin precedentes provenientes del petróleo y de los esfuerzos redistributivos de Chávez, la rica Venezuela esté ahora compitiendo por el primer lugar en homicidios con la pobre Honduras? Que la concentración de la riqueza provoque inseguridad puede resultar lógico, pero que esta se multiplique cuando se está distribuyendo la riqueza acaba con uno de los grandes mitos que relacionan pobreza con inseguridad.

India tiene más pobres que Estados Unidos. Sin embargo, hay más homicidios por habitante en EE UU. La pobreza no genera mecánicamente inseguridad, lo que sí genera inseguridad son el empobrecimiento moral, el debilitamiento institucional, la cultura de corrupción y la polarización político-social. Un largo período de inestabilidad política, de división del país y de distorsión o extinción de los valores cívicos pueden tener un efecto mucho más negativo en la seguridad que una severa inequidad. Lo anterior describe lo que ha vivido Venezuela por más de una década. Con el supuesto de que las instituciones favorezcan a los pobres, estas fueron puestas bajo control de Chávez. Establecida la democracia, quienes más necesitan de la neutralidad de las leyes y las instituciones son los más pobres. Chávez ha hecho lo contrario.

La polarización ideológica entre pobres y ricos, promovida por el Gobierno, permitió que la relación mecánica entre pobreza y delito terminara convertida en tolerancia a los delincuentes. La consecuencia de no hacer nada ha sido el crecimiento de la delincuencia y la violencia. La seguridad es el principal derecho humano, ya que cuando no se garantiza, ningún otro derecho funciona. La pobreza con inseguridad en las calles es el peor de los infiernos para los más pobres, y a ese infierno los está condenando Chávez.

El caos institucional ha convertido Venezuela en la principal plataforma de tráfico de drogas hacia EE UU y Europa. Centenares de miles de armas han pasado a manos de civiles y diversidad de ejércitos conviven en el territorio en un equilibrio muy frágil. Los espacios entregados a las FARC colombianas; el surgimiento de múltiples grupos armados de izquierda dominando barrios urbanos; la formación de milicias partidarias y la generación de grupos del crimen organizado han hecho perder soberanía y poder al Estado venezolano.

Las instituciones policiales y las Fuerzas Armadas se han debilitado seriamente en el control de la seguridad interna, y estas últimas son vistas por Chávez como amigas y enemigas al mismo tiempo. Las milicias han sido creadas para enfrentar al Ejército en caso de un golpe de Estado. Un reportaje transmitido recientemente por varias cadenas de televisión muestra a un oficial del Ejército venezolano que, descamisado, da declaraciones sobre los lugares en que permanecen las FARC. Las Fuerzas Armadas han perdido disciplina y se reconocen a sí mismas solo como uno más de los poderes armados que existen en el país.

El resultado de esto no será una guerra civil. Los venezolanos han mostrado un rechazo consistente a la violencia política, pese a la profunda división del país en los últimos 12 años. Tampoco habrá un conflicto armado entre Colombia y Venezuela, porque en ambas sociedades hay igualmente un enorme rechazo a esta posibilidad. Lo que en realidad puede desarrollarse es un conflicto interno que enfrente a un Estado debilitado con los diversos grupos armados que terminarán convertidos en crimen organizado. El debilitamiento del Estado y la multiplicidad de poderes armados informales, junto a la rentabilidad geográfica para el tráfico de drogas, abren la posibilidad a un nuevo tipo de conflicto en el que se mezclarían bandidos con militares, policías y rebeldes corrompidos.

Guatemala cayó en manos del narcotráfico cuando la debilidad de su Ejército dejó espacios vacíos que ocuparon criminales. El Gobierno de Chávez, por estar jugando a "luchar contra el imperialismo y la oligarquía", le abrió las puertas al crimen organizado. Dejar asentarse a las descabezadas y derrotadas FARC en territorio venezolano equivale a haberse llevado alacranes a la cama porque esos desmoralizados combatientes terminarán convertidos en bandidos. Chávez es pasajero y en el corto o mediano plazo saldrá del Gobierno. El Estado venezolano tendrá entonces que reconstruir sus instituciones de seguridad, recuperar el monopolio de la fuerza y restablecer la seguridad interna. Quizás los militares venezolanos lo estén pasando bien ahora, con millonarias compras de armamento inútil y una gran corrupción. Sin embargo, cuando Chávez salga, tendrán que enfrentar a los poderes armados que hoy están creciendo. Es tristemente previsible que muchos militares, policías y civiles venezolanos morirán en esa guerra que viene.

Andreina versus Chávez

Andreina Flores, periodista venezolana que trabaja para Radio Francia Internacional, da una lección de coraje cívico al gremio y al presidente Chávez.