Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 5 febrero 2022
Estimados amigos:
Estudié politología, pero nunca aposté a esta carrera. Es como estudiar periodismo o comunicaciones. Al fin uno sabe de muchísimas cosas algo, pero no conoce ninguna cosa de fondo. Aposté a estudiar lingüística e idiomas y aprender política en la calle y periodismo en salas de redacción.
El otro día vi una película mexicana titulada “La Ley de Herodes”. Es de Luis Estrada, quien también escribió y dirigió “La Dictadura Perfecta”. Ambos están en Netflix. Hay que verlas para entender México y la política – y no sólo la mexicana.
No voy a escribir sobre la película, sino sobre la frase que Estrada escogió como lema:
Cualquier mexicano entiende este dicho. Es sabiduría de un pueblo que no sólo se acostumbró a la corrupción y el poder arbitrario, sino que se resignó: La vida es así, no hay nada que hacer, ni modo, los poderosos te van a chingar, hagas lo que hagás. Es como es, es la ley. La llaman la Ley de Herodes.
No sé si Herodes sólo entra por la rima o como el tirano que fue. Por lo menos según la Biblia, mandó a matar a todos los niños recién nacidos del reino de los judíos, porque le habían dicho que había nacido un nuevo rey. Lo que sí es comprobado es que Herodes mandó a matar a sus propios hermanos y a cualquiera que podría poner en peligro su poder.
En la cultura popular mexicana -y en la película- el dicho de “o te chingas o te jodes” expresa lo que el de arriba le dice al de abajo. El gobernador a su secretario, y el secretario al alcalde, el alcalde al vecino para cobrarle impuestos arbitrarios. El dicho simboliza los abusos de los poderosos y la resignación de los impotentes. El poderoso dice: Me vas a hacer caso, porque no tienes alternativa – “te chingas o te jodes, es la ley.” Y el otro dice: “de todos modos este malnacido me va a chingar, es la ley, ni modo.”
¿Ven por qué comencé esta carta hablando de politología y diciendo que la política sólo se entiende en la calle? El dicho de la Ley de Herodes es pura politología, pero popular. Describe de manera genial y entendible para cualquiera el sistema político mexicano (y no sólo el mexicano). No es casualidad que la siguiente película de Luis Estrada, la que llevó La Ley de Herodes a otro nivel de politología, se llamó “La Dictadura Perfecta”. Esta dictadura, llevada a la perfección por el PRI, tiene como base la Ley de Herodes, el poder corrupto y arbitrario, y la resignación de la gente: “O te chingas o te jodes”.
Pero ninguna dictadura, por perfecta que sea, dura para siempre, porque la resignación de la gente no es eterna. El PRI ya perdió su poder. Tuvo que abrir espacio al pluralismo y elecciones libres. Ortega y Bukele, que son los que en nuestra región ponen en práctica la Ley de Herodes, parecen eternos, pero no lo son. Por la misma razón: la resignación de la gente no es eterna. No siempre van a decir “ni modo”. No siempre van a aceptar que sólo pueden escoger entre dos opciones: que los chinguen o que los jodan.
Los dichos populares reflejan momentos históricos. Toman otro sentido, cuando la historia y la cultura cambian. ¿Quién dice que los mexicanos, o los nicaragüenses, o los hondureños o los salvadoreños no van a dar vuelta al sentido de este dicho? Porque “O te chingas o te jodes” también lo puede decir el ciudadano al gobernante – y actuar según la nueva lógica. Esta posibilidad ya aparece en la película “La Ley de Herodes”. Vemos al alcalde chingando a su gente, incluso pegándoles balazos, pero los vecinos ya han linchado a 3 alcaldes y se preparan a quemar vivo al cuarto.
Ustedes, los politólogos, en vez de pelearse si lo que enfrentan es dictadura o autocracia, fascismo o populismo, mejor analicen los dichos populares y aprendan a interpretarlos tan genialmente como el cineasta mexicano Luis Estrada.
No me lo tomen mal. Saludos, Paolo Luers