Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 18 septiembre 2021
Estimados amigos:
Varios sábados no he podido continuar con mis cartas sobre las series. Por dos razones: Primero, porque se impusieron temas de la realidad nacional e incluso internacional demasiado importantes; segundo, porque sólo encontré series basura. Unas aburridas, otras burdos, y algunas con sobredosis de violencia. Las mejores series son policíacas o historias de crimen, que obviamente contienen violencia, pero con un tratamiento cinematográfico adecuado, como en “Ozark”, “Fargo”, “Lillyhammer”, “Bloodline” u otros que ya aparecieron en mis cartas de sábado.
Pero últimamente nos topamos con orgías de violencia - y llegamos a un punto de saturación: Ya ni siquiera aguantamos en nuestro cine domiciliar series con violencia bien hechas como “Fauda” o “Bitter Daisies”.
Entonces, dijimos: Busquemos historias de amor.
Qué decepción: Cuesta encontrar películas románticas que no sean cursis o bayuncas. Pasamos algunas noches frustrados, luego de tres intentos fallidos, que tuvimos que abandonar a los 5 minutos. No se necesitan mas para ver si una película o una serie sirve o si es basura...
Hasta que nos topamos, en Amazon Prime, con “Modern Love”. Yo había leido, un par de veces, la columna dominical del mismo nombre en el New York Times. Fascinante. Pero no tuve idea que John Carney había agarrado estas historias de amor para convertirlas en una serie-antología de televisión para Amazon. ¡Poeta tenía que ser el director de cine a quien se ocurriría esta idea!
El resultado: en 2 temporadas (hasta la fecha; ojalá sean más), Carney produjo 16 odas al amor, pero al amor más diverso imaginable: el amor entre adolescentes o entre ancianos, el amor platónico y el sexual, el amor entre hombres y mujeres o entre hombres y hombres o mujeres y mujeres. Hasta las historias tristes -por que amor y tristeza no son excluyentes- son contados con humor, un humor cariñoso, nunca burlesco.
No son episodios como estamos acostumbrados a verlos en las series, nos son capítulos de una novela. Aquí cada entrega es independiente, con otras personas, en otras situaciones. Esto permite a la serie hacer desfilar una cantidad impresionante de actores de primera calidad, algunos tan conocidos como Andy García y Anne Hathaway, otros que nunca hemos visto y que son revelaciones.
Pero además de odas al amor, casi todas las historias son declaraciones de amor a la ciudad de New York. De las 13 historias que he visto, 11 tienen lugar en las calles de New York - y con cada entrega se vuelven más irresistibles mis ganas de volver a esta ciudad, donde pasé meses muy felices, incluyendo una bella historia de amor con la mujer que hoy es mi esposa.
En “Modern Love” dibujan New York con un cariño, que se expresa en la importancia que adquiere la vida en los vecindarios de Manhattan y Brooklyn. Se registra como funciona en ellos el tejido social (no lo vayan a confundir con el “tejido social” que se administra en nuestro ministerio de Gobernación, y que es nada más la construcción de una base social del gobierno. Disculpen la interrupción.) Recuerdo con nostalgia el tejidos social que sorprendentemente sigue funcionando en una metrópolis de más de 10 millones de habitantes, en barrios con docenas de grupos étnicos, pero también en “Downtown Manhattan”, el corazón del sistema financiero del mundo. En New York nunca me sentí solo.
Quien ama New York, va a amar “Modern Love”. Quien ama el cine poético, también. Ni hablar de quienes aman historias de amor bien contadas.
Busquen ¿”Modern Love” en Amazón Prime Video, o en el New York Times. Ambas versiones son nutritivas para el alma.
Saludos,