Antes de su reelección por 6 años más, el presidente venezolano Hugo 
Chávez anunció el siguiente paso: "la profundización de la revolución". 
Nadie lo puede acusar de haber escondido sus intenciones para asegurar 
su reelección. Hugo Chávez no es de los candidatos que antes de 
elecciones se disfraza de moderado (como el candidato del FMLN del 2009 y
 como ya se perfila que lo hará nuevamente su fórmula para el 2014...). 
No, el comandante Chávez es hombre de confrontación y polarización. A 
más oposición y crítica, su respuesta siempre es la radicalización de su
 proyecto político. 
Ahora Chávez y su partido van a las 
siguientes elecciones (las de gobernadores estatales en diciembre 2012 y
 de alcaldes en mayo 2013), con la amenaza de construir "el Estado 
comunal". La politóloga venezolana Margarita López Maya describe que con
 "este Estado se deja atrás las características democrático-liberales, 
que hasta ahora habían marcado nuestro régimen político". Ella 
originalmente apoyó la llamada Revolución Bolivariana y se volvió una de
 sus más agudas críticas de Chávez cuando en 2007 promovió un referéndum
 para cambiar la Constitución y establecer el Estado socialista y 
comunal, reforma que el pueblo mayoritariamente rechazó en las urnas. 
Igual que Margarita López Maya, la oposición denuncia que Hugo Chávez, 
abusando del poder delegado por la Asamblea en el presidente de gobernar
 por decretos, aprobó pedazo por pedazo los cambios en la estructura y 
el carácter del Estado, que como paquete de reforma constitucional 
habían sido rechazados en el referéndum que perdió Chávez en 2007. Con 
razón Hugo Chávez dijo en 2007, el día que le tocó reconocer el 
resultado negativo del referéndum: "Por ahora..."

 
Poquito por 
poquito Chávez transfirió a los Consejos Comunales poderes, competencias
 y presupuestos por la Constitución reservadas a las alcaldías 
municipales y gobernaciones estatales. Hay que tomar en cuenta que los 
Consejos Comunales y otros "poderes populares", creados por Chávez no 
nacen de elecciones, como los gobiernos municipales y las gobernaciones,
 sino de "asambleas populares". 
Esta ruptura constitucional tiene
 un propósito concreto, como describe Margarita López Maya: "En 2009, al
 iniciarse la campaña por el referendo a una enmienda constitucional 
propuesta por el presidente para remover los obstáculos constitucionales
 que impedían su reelección indefinida, la ministra del 'Poder Popular 
para la Participación Social' llamó a los Consejos Comunales a 
incorporarse a la campaña por el SÍ, apoyando al partido del presidente,
 el Partido Socialista Unido de Venezuela. Con ello, los Consejos 
Comunales comenzaron a ser conceptualizados oficialmente como brazos del
 partido de Chávez, con propósitos de movilización política en tiempos 
electorales".
A finales del 2009, se aprueba la Ley Orgánica de 
los Consejos Comunales, donde estas se ratifican como instancias 
directamente reguladas por el Gobierno central. En la misma ley dice que
 su propósito es construir un "modelo de sociedad socialista". La 
politóloga López Maya explica: "Se les añaden funciones militares 
(colaborar con las milicias bolivarianas en la defensa de la soberanía 
nacional), productivas, incentivando la propiedad social, y vuelven a 
incorporarse funciones planificadoras, pero dentro de una planificación 
ahora no participativa, sino fuertemente centralizada en el Ejecutivo 
Nacional, que es quien establece las políticas estratégicas, planes y 
programas que éstos gestionarán".
En diciembre del 2010 se aprobó 
la Ley Orgánica de las Comunas, la cual otorga a los Consejos Comunales 
prioridad sobre los municipios y los estados en la transferencia de 
servicios y recursos y no necesitan obedecer la territorialidad asentada
 en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Aparecen 
como parte de un nuevo "Estado Comunal" que comienza a dibujarse. Ese 
Estado Comunal fue definido en esta ley como un "espacio socialista".
Describe
 la investigadora Margarita López Maya: "Toda organización comunitaria 
debe regirse por esta nueva ley, es decir, debe construir el modelo 
socialista. Las comunas pueden constituir ciudades comunales y 
federaciones comunales, cuyas características serán determinadas por el 
Gobierno nacional".
Para entender esto bien hay que aclarar que 
los Consejos Comunales y las Comunas que menciona la ley no tienen nada 
qué ver con los concejos municipales y las municipalidades 
constitucionalmente establecidos en elecciones, sino por el contrario 
son instancias precisamente para sustituir a estas "expresiones de la 
democracia burguesa", como las llama Hugo Chávez. Son instancias que 
nacen del "movimiento social" en asambleas y dependen directamente del 
partido oficial.
De esta manera perversa, lo que parece ser un  
paso a la descentralización del Estado, resulta ser lo contrario: marca 
el regreso al Estado centralizado, en el cual todo es decidido y 
controlado por el Gobierno central, no mediante las instancias 
constitucionales (gobernaciones, alcaldías), sino mediante instancias 
partidarias y del movimiento social, que dependen de la chequera de Casa
 Presidencial y de PDVSA, la empresa estatal de petróleo.
¿Por qué
 escribir sobre esto en El Salvador? Porque posiblemente explica de qué 
diablos se están refiriendo los amigos de Chávez en el FMLN, cuando 
hablan de democracia participativa, directa o popular...
(El Diario de Hoy)