¿Qué les pasa? ¿Encargaron el nombre de
su partido a los creativos de su agencia de publicidad, o a su asesor
espiritual?
Ya los nombres no expresan posicionamiento
político, sino tratan de expresar sentimientos. Veamos los 3 últimos partidos
que ha surgido en nuestro país: Vamos, Nuevas Ideas, Nuestro Tiempo.
Conociendo a Josué Alvarado de Vamos, su trayectoria,
sus pensamientos, me pregunto: ¿Por qué no le puso Partido Socialcristiano a su
proyecto político. Por que esto es lo que es – ¿y qué tiene de malo identificar
su ideología y sus principios claramente ante los ciudadanos?
La misma pregunta me hago con Nuestro
Tiempo. Conociendo a Johnny Wright y el equipo que está fundando este partido,
les hago la misma pregunta: ¿Por qué no se definen claramente como los
liberales progresistas o demócratas radicales que son? ¿Por qué su partido no
surge como Partido Liberal? ¿Acaso no existe una gran demanda de políticas
liberales para hacer contrapeso al mercantilismo y conservadurismo social de
ARENA, al estatismo del FMLN y al populismo de Bukele?
¿Y Nuevas Ideas? Ahí no tengo idea de
cómo tendría que llamarse, porque nadie logra detectar su identidad ideológica.
Tal vez este tipo de partidos, que son tan pragmáticos que no quieren asumir
ninguna identidad ideológica, tienen que escoger sus nombre de la caja de
herramientas del mercadeo – y llamarse, por ejemplo, Nuevas Ideas…
Esto de los nombres pipiri-nice de los partidos no es un problema salvadoreño. Macron llegó
al poder con un partido liberal, pero le dio un nombre patético: La
République
En Marche! – ¡República en Marcha! Le ayudó a ganar el poder, pero
ahora está pagando un gran costo, ya que nadie sabe qué diablos representa este
partido.
En España, como respuesta a la crisis de los
dos partidos tradicionales (el socialdemócrata PSOE y el conservador PP),
surgieron dos partidos nuevos: en la izquierda un partido neo-socialista y
populista, pero que se escode detrás de un nombre que suena como el lema de
estos personeros que dan charlas de cómo encontrar el éxito y la felicidad: Podemos…
Y el otro partido emergente esconde su
agenda liberal y centrista detrás un nombre tan genérico que cualquiera lo
podría adoptar: Ciudadanos.
En Ucrania, el actor que se acaba de convertir
en el nuevo presidente, mandó a sus publicistas a armarle un partido con el
nombre absurdo Siervo del Pueblo. Con razón, ni en su país ni
afuera nadie tiene la mas mínima idea qué tipo de políticas va a tratar de
realizar. Pero esto es el truco: Igual que aquí las nuevas ideas de Bukele
pueden ser de izquierda o de derecha o todo lo contrario, el nuevo presidente
de Ucrania puede ver qué le ofrecen Putin, Trump y Bruselas, antes de tomar sus
decisiones políticas…
En
Guatemala están llevando al extremo absurdo la ensalada de partiditos con
nombres más de sala de té que de partidos: Semilla, Valor,
Todos, Esperanza, Encuentro,
Visión
con Valores, Mi País, Winaq (Ser Humano), Victoria, Vamos por una Guatemala
Diferente…
En
la confusión política e ideológica que existe en casi todo el mundo, me
parecería sano regresar a una gama de partidos que se identifiquen con una
clara ideología, principios bien definidos, un programa de partido que los
distingue de todos los demás, y de preferencia con un nombre que exprese todo
esto. El Frente debería al fin abandonar el nombre de la ex guerrilla y
discutir en serio si quiere ser un partido comunista o un partido
socialdemócrata – y expresarlo en su nombre. Debería reafirmar si sigue afiliado
al Foro de Sao Paulo del socialismo del siglo 21, o pide membresía en la
Internacional Socialista de los socialdemócratas – y comportarse como tal.
Los
de Nuestro Tiempo deberían de un solo identificarse como liberales y afiliarse internacionalmente
con el partido de Macron y con Ciudadanos. VAMOS debería fusionarse con el PDC
y afiliarse a los partidos demócrata cristianos del mundo. Nuevas Ideas debería
de una solo llamarse Partido Bukeliano, en la amplia tradición de los partidos
caudillistas en América Latina.
Menos folklore, menos
marketing barato, menos confusión, más transparencia política.
Saludos,
(MAS! y EL DIARIO DE HOY)