viernes, 12 de septiembre de 2014

Carta a los empresarios salvadoreños, sobre mesas falsas y diálogo real

Estimados amigos:
Entiendo sus reservas de asistir a más diálogos, mesas, consejos, concertaciones convocadas por Hato Hasbún. Tienen la experiencia que siempre es mucho discurso, poco diálogo y cero resultados. Entiendo su resistencia de dejarse envolver en un diálogo inútil que solo sirve para que el gobierno puede decir que está dialogando.

El día vienes vi la s fotos que el Presidente de la República, en sus cuentas oficiales en las redes sociales, publicó la foto de su nuevo Consejo de Seguridad Ciudadana. Conté a más de 30 personas sentados en Casa Presidencial, convocados por el secretario presidencial de comunicación, Hato Hasbún, y por el secretario presidencial de participación, Marcos Rodríguez, presididos por el mero Presidente de la República. Al solo ver esta foto entendí perfectamente porqué ustedes no quieren sentarse en esta mesa. Dicen que este Consejo será juramentado por el Presidente, o sea que será un Consejo presidencial.

Según un documento elaborado por el PNUD, que aceptó asumir la secretaría técnica de este esfuerzo, el Consejo será liderado por los ministros de Seguridad y Gobernación. La "convocatoria, coordinación y facilitación" será asumida por el secretario de gobernabilidad, Hato Hasbún, quien a la vez es el responsable del aparato de comunicación (y propaganda) de la presidencia. La "articulación con otros sectores de la sociedad" estará al cargo de otro secretario presidencial, Marcos Rodríguez. Este dirige, entre otras cosas, el sitio oficial "Transparencia Activa", que en los últimos años se encargó de atacar a los críticos del gobierno, incluyendo a ustedes, los empresarios y dirigentes gremiales.


Yo entiendo que no se quieren sentar en esta mesa. A pesar de todo esto, les pido no tirarles la puerta. O sea, no cerrar la puerta a la idea de impulsar un diálogo sobre conceptos nuevos para enfrentar el problema de inseguridad, violencia, delincuencia - y problemas socioeconómicos de los barrios donde se reproducen permanentemente. Ningún gobierno, ninguna policía, ninguna fiscalía, aunque se vuelvan eficientes, van a poder enfrentar estos retos sin aporte de la sociedad y, sobre todo, del sector privado.

En vez de sentarse en una mesa falsa de diálogo, ustedes deberían aprovechar la invitación tan insistente del gobierno, nacida de la desesperación y urgencia de mostrar algo ante la demanda popular, para explicarles cómo se construye una mesa de diálogo real. En vez de simplemente no ir al diálogo, busquen canales para demandar un diálogo serio. Hablen con el presidente y los dirigentes partidarios del FMLN, no con los secretarios de gobernabilidad y participación. Hablen con los dueños del circo. Explíquenles que no tiene sentido este Consejo así como lo plantean: No tiene sentido que sea apéndice del gobierno, porque los empresarios no quieren ser usados. Y no tiene sentido convocar a 60 personajes (algunos de dudosa reputación, otros conocidos por hablar por hablar), y pensar que de ahí va a salir una estrategia.

Propongan ustedes una mesa real y autónoma, representativa de la sociedad civil y del sector privado, que puede hacerle propuestas al gobierno, puede recibir propuestas del gobierno, y negociar puntos y acciones en común. No una mesa falsa del gobierno, sino una mesa real que habla con el gobierno.
Y una cosa más: La seguridad pública como tal es responsabilidad exclusiva del Ejecutivo. Esto incluye los planes de lucha contra el crimen, las estrategias y el financiamiento. Son responsabilidades que no pueden delegar a la sociedad o al sector empresarial. Que no nos pidan aportar a un fideicomiso para pagar las cuentas del gobierno.

Ustedes como empresarios y muchos como sociedad civil podemos (y debemos) entrar en todas las acciones e inversiones necesarias para complementar la labor de la PNC y del ejecutivo. Para esto sí tiene sentido crear una mesa de empresarios y expertos, un grupo pequeño pero calificado, que habla con el gobierno, con los alcaldes, con la cooperación internacional, con las iglesias - y también con las pandillas. Estoy hablando de la prevención, de la transformación de los barrios, y de la tarea de abrir puertas de reinserción a los que están al margen de la sociedad y de la ley.

Resumo, amigos: está bien que no se sientan en mesas falsas, pero no cierren las puertas al diálogo. Saludos, Paolo Lüers
 (Mas!/El Diario de Hoy)

miércoles, 10 de septiembre de 2014

Carta a la UCA

Estimados padres jesuitas que dirigen esta Universidad:
Nada menos la Universidad Centroamericana José Simón Cañas, la famosa UCA, me otorgó un crédito que no puedo aceptar, por que no lo merezco.

“Gente como (Raúl) Mijango o (Paolo) Lüers han tomado decisiones claves en el sistema penitenciario, al margen de las autoridades formalmente instauradas. Esto contribuye al debilitamiento de la institucionalidad en el país y es algo que debemos ir abandonando progresivamente”. Según La Prensa Gráfica, palabras de Jeannette Aguilar, directora del Instituto Universitario de Opinión Pública IUDOP de la UCA, en la presentación, el martes pasado, de los resultados de una investigación realizada por este instituto, titulada “La situación de la seguridad y la justicia 2009-2014”.

Que yo sepa, nunca antes he tenido el honor de ser sujeto de una investigación académica, además de una universidad tan prestigiada, considerada casi como guardián de la ética y verdad en este país.

Pero ya que ustedes me conceden esta distinción, permítanme preguntar: ¿Cómo es que el Instituto Universitario de Opinión Pública, ampliamente conocido por sus encuestas (pero no necesariamente por la certeza de sus resultados) llegó  al descubrimiento científico  que yo, quien nunca en la vida me he desempeñado como funcionario de nada, mucho menos (dios guarde!) dentro de las autoridades de seguridad, he “tomado decisiones claves en el sistema penitenciario” del país?

Siempre he visto el simpático búho del logo de la UCA en los combativos comunicados del “grupo Promotor de la Transparencia”. Entonces, son tan amables y transparentes de decirme: ¿Con qué método científico hicieron el descubrimiento que Jeannette Aguilar, sentada a la par del rector de su universidad, Andreu Olivo, comunicó al país? No vaya ser que fue mediante una de sus encuestas, preguntando a la gente en la calle qué tipo de prejuicios tienen sobre la tregua y sobre este periodista que de manera tan amplia y polémica ha escrito sobre ella.

Lo único que me consta es que no han adoptado el método más lógico y tradicional: preguntar directamente a los involucrados. Bueno, a mi nadie de la UCA me ha preguntado qué es lo que he hecho en mis visitas a diferentes penales, en mis pláticas con los directores de estos penales, o en mis dos o tres reuniones con la Dirección General de Centro Penales. Que yo sepa, tampoco han entrevistado a ningún director de ningún penal, ni al anterior ni al actual director general. Y seguramente no han entrevistado a los pandilleros con los cuales me he reunido en los penales.

¿Qué otras fuentes científicamente aceptables pueden haber tenido sus investigadores? Será que la fiscalía generosamente les abrió sus archivos para que puedan consultar las declaraciones que varios hicimos cuando estaban investigando la salida de dos dirigentes pandilleros presos a un evento en el Tabernáculo de Toby? No creo. No sería raro, por que ya me encontré en internet pedazos de audio de las declaraciones de Douglas Moreno y de Nelson Rauda, en aquel entonces funcionarios de Seguridad. Por otra parte, si la UCA tuviera procesado este material, hubieran llegado a otra conclusión: que yo no tuvo nada que ver con la decisión de autorizar esta salida, por una simple razón: Estas decisiones las toman los funcionarios correspondientes.

Yo, padres, nunca me arrogué autoridad estatal. No me corresponde. No la quiero. La influencia que puedo tener es por argumentos y propuestas. Si estas a Jeannette Aguilar y otros en la UCA no les gustan, que lo expongan. Bienvenidos al debate. Pero no metan afirmaciones absurdas en sus investigaciones académicas. De esta manera, pierden credibilidad.

Ultima pregunta: Si necesitaban un ejemplo para sostener su tesis “científica”, ¿por qué no citaron al padre Toño, quien en sus llamadas dijo claramente que actuaba como por encargo del ministro Perdomo, trasladando reos y quitando el bloqueo de celulares? Yo nunca tuve este rol, frente a nadie.

Estaba en duda si dirigir esta carta a la UCA como institución o directamente a la señora Jeannette Aguilar. Pero como Jeannette Aguilar no hizo su presentación a nombre de ella sino a nombre de la universidad y escudándose de su prestigio, el reclamo es con ustedes que dirigen esta institución.

Atentamente, Paolo Lüers
(Mas!/El Diario de Hoy)

martes, 9 de septiembre de 2014

Incluso de lo factible, poco han querido hacer en 100 días

Es mentira que en 100 días un gobierno no puede lograr nada. Es cierto, no puede en 100 días resolver el problema de la inseguridad ni generar el crecimiento económico y las inversiones que necesita el país. Pero hay medidas que el gobierno y su presidente pueden tomar e implementar desde el primer día: medidas que no cuestan dinero, y que solo requieren tres cosas: voluntad, visión y valor.
Poner en subasta a buena parte de la flota de vehículos de lujo de la presidencia y los ministerios no cuesta dinero. Por lo contrario, genera ingresos y ahorra gastos. El gobierno de Sánchez Cerén no lo ha hecho, pero Luis Guillermo Solis, el presidente de Cota Rica que asumió el mando en mayo de este año, lo hizo en los primeras 100 días. También tomó la decisión de prohibir que en oficinas del gobierno se cuelguen fotos de él. Medida simbólica, pero de impacto positivo.

Tampoco le hubiera costado un cinco al gobierno salvadoreño, o sea a nosotros, si el nuevo gobierno del FMLN hubiera tomado la decisión de reducir el inflado aparato político, burocrático y propagandístico en Casa Presidencial que Funes les heredó. En 100 días se hubiera podido reducir a un mínimo racional y necesario el aparato de comunicación y propaganda concentrado en las secretarías conducidas por Hato Hasbún y Marcos Rodríguez.

En 100 días se hubiera podido mandar al carajo todos los parásitos incrustados en la Secretaría de Cultura. Se hubiera podido cortar el control que el partido, mediante su propia secretaría de cultura presidida por Lorena Peña está ejerciendo sobre la entidad estatal de cultura. La Secretaría de Cultura no necesita convertirse en ministerio, como es el plan del gobierno del FMLN, creando más burocracia y presupuesto. Lo que necesita es independencia del partido y del gobierno de turno, con un estatus de autonomía. Esta conversión no requiere de fondos adicionales, solo de voluntad y visión políticas. El gobierno Sánchez Cerén, en sus primeros 100 días, caminó en la dirección contraria.

Otra medida necesaria que se hubiera podido tomar, sin recursos adicionales, sin batallas legislativas, solo con valor, hubiera sido revisar y suspender el proyecto SITRAMSS. Pararlo hubiera resultado mucho menos costoso para el estado y dañino para la ciudad que continuar con un proyecto mal concebido que no resuelvo el transporte y además obstruye el tráfico.

En 100 días el gobierno del FMLN hubiera podido negociar con los médicos y trabajadores del sistema nacional de salud la evaluación y, al ser necesario, sustitución de directores y jefes incompetentes y que no gozan de la confianza y colaboración de los profesionales del sector. La gran mayoría de las demandas del sector salud no son económicas ni salariales, sino enfocan en una administración más racional y menos partidaria y corrupta de los recursos humanos y financieros. Nada de esto ha hecho el segundo gobierno del FMLN, aparte de apartar algunos amigos de Funes como el director del Seguro Social.

Tampoco el gobierno ha tenido la voluntad de poner a profesionales competentes en los puestos clave para la captación de inversiones. Por lo contrario, ha puesto en CEPA, CORSAIN, PROESA, y el Ministerio de Economía a personeros elegidos con criterios partidarios o de afinidad al proyecto empresarial del FMLN llamado ALBA.

Algunas medidas de esta categoría de decisiones, que solo dependen de la visión y la voluntad política y que por lógica se tienen tomar en los primeros días de un nuevo gobierno, de hecho se tomaron: se hizo al fin la convocatoria pública para licitar la concesión para operar el Puerto La Unión. Se cortaron los tentáculos de los amigos de Funes, Saca, Salume y Mecafé en el sector energético. Se lanzó una amnistía para fomentar que empresas pueden pagar la mora de impuestos sin tener que liquidar las multas e intereses acumulados. Pero más no se hizo. O se hizo al revés.

Y hay una medida que nos quieren vender como gesto de buena voluntad y de austeridad: la decisión del presidente de no ocupar la residencia presidencial. Me parece simpática esta decisión del presidente de quedarse en la Laico. Pero no implica ningún ahorro. Ahora se tiene que mantener y proteger dos residencias en vez de una. Y el uso que están dando los domingos a la residencia tampoco resuelve ningún problema de la población. Supuestamente abren la residencia “al pueblo”, pero obviamente no es así. Sus invitaciones “al pueblo” son selectivas y se convierten en actos de propaganda, lejos de constituir un servicio o un derecho a la población.

Resumen: incluso de lo factible, muy poco han querido hacer en 100 días.
(El Diario de Hoy)

lunes, 8 de septiembre de 2014

Carta a las hermanas bailarinas Diana y Neca Aranda

Queridas amigas:
Ustedes me regalaron una noche maravillosa. Noche de Bolero. Noche de Ravel. Noche de danza. Noche de mostrar que en El Salvador se puede alcanzar excelencia. Si ustedes con sus alumnas de “Be a Dancer” lograron montar un espectáculo como este que vi este fin de semana, llamado “Bolero de Ravel”, también lo pueden lograr otros profesionales, sea del arte, del deporte o de la industria…

Las vi balar a ustedes dos hermanas, Diana y Neca, y me dije: parece excepcional, pero pensándolo ben, no lo es. También existen la hermanas Ambar y Marcela Escobar del grupo de danza árabe Layalí, que arman espectáculos excepcionales. También existen las hermanas Guadalupe, Elsy y Martha Gómez de la Compañía Nacional de Danza que nos han regalado espectáculos que nada tienen que envidiar a países del primer mundo. Parece, entonces, que lo excepcional se está multiplicando, por lo menos en la danza salvadoreña – y que hay una conspiración de hermanas para hacerlo..

Solo el hecho que ustedes me hayan atraído al teatro Presidente un sábado en la noche, cuando suelo echarme unas cervezas y una buena sopa, es un logro cultural admirable. Normalmente me niego ir a este lugar espantoso. Pocas veces he visto que alguien haya logrado llenar este teatro feo con vida, con entusiasmo y con la alegría de ver algo bien logrado. Ustedes lo lograron.

Bueno, la verdad es que yo tengo esta debilidad por las bailarinas – hasta que me casé con una, Daniela, que cuando la conocí, bailaba danza contemporánea, y así me conquistó. Cuando te vi bailar el Bolero, Dianita, me dejaste otra vez adundado, con la boca abierta: tanta elegancia y tanto orgullo que expresas con movimientos, que de repente se congelan. No te preocupés, sólo te estoy confesando la gran admiración que tengo para los que saben expresar amor, dignidad y cariño a través del movimiento, de los gestos. No me gustó tanto la primera pieza, la más clásica de ballet, sino la segunda, la principal, el bolero, el flamenco.

También vi la felicidad en las caras de tus alumnas. Es una gran onda tener maestras que te llevan cerca de la excelencia. Escuché a algunas señoras, al parecer madres de tus alumnas, hablar sobre ustedes dos, las maestras de sus hijas que estaban bailando en el escenario. Están formando no sólo bailarinas sino caracteres. Están formando líderes y creadores, bichas con autoestima que se va a expresar sus carreras fuera del escenario. A vos, Diana, antes de verte bailar, te conocí como líder en un esfuerzo de articular el nuevo liderazgo de la juventud. La excelencia no puede confinarse aun solo nicho, a una oasis cultural, tiene que ser integral.

Gracias, por todo, hermanas Aranda, Diana y Neca, y todos que aportaron a llevar este espectáculo a la excelencia. Que bueno que poco a poco, lo excepcional se vuelva norma, para que entre todos, nos exijamos más; que dejemos de conformarnos con lo mediocre. Esto está pasando, debajo de nuestras narices, en la danza y en el cine, otro campo donde de repente hay esfuerzos excepcionales. Ojala mañana en el deporte, en las ciencias, en el los negocias, en la tecnología, en los medios de comunicación...

Ya les traje flores al escenario. Ahora flores en el periódico. Las merecen.

Paolo Lüers
 (Mas!/El Diario de Hoy)

domingo, 7 de septiembre de 2014

100 días de continuismo

Hoy lunes 8 de septiembre el gobierno der Salvador Sánchez Cerén cumple sus primeros 100 días. El balance de los 100 días es una costumbre gringa que no hay que tomarla demasiado en serio. 100 días no es suficiente tiempo para medir logros y fracasos de un gobierno. Tal vez cuando se trate de un gobierno nuevo, tiene cierto sentido ver hasta qué punto ha logrado cumplir su promesa de cambi
Pero el del FMLN es un gobierno de continuidad. El que ahora es presidente, fue vicepresidente del gobernó de Funes. Muchos de los personajes fuertes del quinquenio anterior siguen jugando un papel clave en el gobierno actual: Gerson Martínez en el MOP, Carlos Cáceres en Hacienda, Hato Hasbún como eminencia gris de Casa Presidencial.

A ellos se han unido, a partir de la salida de Funes, más miembros de la cúpula del FMLN: Orestes Ortez en Agricultura; Violeta Menjívar que asume el control total de Salud; Benito Lara en Seguridad. Más otros cuadros partidarios que sistemáticamente sustituyen a amigos de Funes en el gobierno: en Gobernación, la SIGET, los viceministerios en Economía, la CEL, etc.

Y los pocos amigos de Funes que sobreviven, inmediatamente se alinean, como el jefe de ANDA, Hugo Martínez, Carlos Cáceres, Hato Hasbún – y la misma Vanda Pignato.

La primer cosa que hay que resaltar: a 100 días del gobierno Sánchez Cerén ya no queda ningún remanente del poder de Funes. Cero. Si el de Funes ha sido un gobierno donde el control estaba celosamente repartido entre el partido y la gente de Funes, este nuevo es claramente controlado por el partido. Los pocos que no son cuadros del FMLN (Economía, Protección Civil, Educación, Defensa…), tienen poder limitado y aislado y no constituyen ningún contrapeso. A corto plazo, esto quita al gobierno un poco de inercia y paralización, y vuelve más fácil la cooperación interministerial y la planificación general, ya que todo el aparto gubernamental está bajo del control de un solo centro de poder: la cúpula del FMLN.

A pesar de este cambio en la composición del poder, el gobierno opera casi igual. Se ve mucho más continuismo que enfoques nuevos. Tampoco hay mucho más eficiencia ni más integralidad en la definición de políticas públicas. Tal vez el área donde más se puede esperar en este sentido sea Educación, con un ministro conocido por su capacidad intelectual, empuje de renovación y sentido de independencia. Pero sería injusto esperar que Carlos Canjura haya logrado cambiar el rumbo de las políticas educativas en solo 100 días.

¿Qué es diferente, entonces, en este gobierno? Es diferente su estilo. Todo el país siente, con alivio, que han bajado los ataques por parte del gobierno y la misma Casa Presidencial, a opositores, empresarios, periodistas, medios, gremiales, críticos. Hay un discurso menos insultante, menos amenazante, y esto es ganancia. Tiene más que ver con el carácter del presidente y del vicepresidente que con el carácter del partido. El FMLN ha asignado a ambos un papel más conciliador, para que el gobierno no se aísle internacional e internamente. Sin embargo, no hay que hacerse ilusiones: Aunque desde Casa Presidencial emanan claramente menos amenazas directas a la vigencia de la libertad de expresión y el derecho a la crítica que en e tiempos de Funes, el partido no ha desistido de sus planes de modificar el mapa de medios de comunicación, de la misma manera que sigue intentando a debilitar la independencia de la Corte y otras instituciones de control del poder. Pero por razones obvias, nadie va a implementar medidas abiertamente antidemocráticas en los meses que faltan para las elecciones legislativas, que van a redefinir la correlación de fuerzas y los equilibrios del poder.

A los 100 días ya podemos confirmar que estaban equivocados quienes pensaban que el FMLN, una vez en control total del ejecutivo, tuviera la capacidad de generar planes más coherentes para enfrentar los dos problemas principales del país: inseguridad y falta de crecimiento económico. En ambas áreas observamos que el gobierno sigue operando con la misma improvisación que el anterior gobierno, mezclada con disparates como el paquete tributario. Resulta que era paja lo que el FMLN quiso vender, sobre todo a su propia gente: que la incapacidad e incongruencia del gobierno anterior era debido a la falta de control por parte del partido, y a la influencia y corrupción de Funes y sus amigos. Ya 100 días son suficientes para decir: El culpable del mal gobierno anterior fue, en gran parte, el mismo FMLN. Y ahora ya no hay a quien echar la culpa. Bueno, tal vez al ministro de Haciendo, y seguramente por esto lo van a desechar una vez que les hay hecho la ‘reforma fiscal’.  
(El Diario de Hoy)