Pronto tendremos Sala de lo Constitucional. No hay fuerza política que resista tanta presión ciudadana, moral y política. El berrinche de GANA o terminará o les causará un costo político muy alto en tiempos electorales. Ya varios de sus diputados están buscando cómo salir del dilema en el cual su dirección y su candidato presidencial los han metido.
Parece que al FMLN, como si tuviera tendencia suicida, le cuesta corregir su posición. No quiere dar sus votos, algunos por miedo a perder la cara, otros porque prefieren que no haya Sala ni Corte Plena completa, y algunos pocos porque coinciden con la estrategia de desestabilización de GANA y Bukele. Es absurdo, porque el FMLN ya no tiene argumentos para objetar al listado de candidatos a magistrados que fue aprobado mayoritariamente por la Comisión Política de la Asamblea. Aldo Cáder, Sergio Avilés, Marina de Torrento, Carlos Vásquez y Alex Marroquín son profesionales intachables, ampliamente apoyados por la comunidad jurídica y la sociedad civil, y no hay argumento válido para sostener la tesis de que son fichas de la derecha.
Dentro de pocos días serán electos, posiblemente incluso por unanimidad, porque el berrinche y el boicot ya no son sostenibles, ni para GANA ni para el Frente. El que insista en quedar oponiéndose quedará aislado y será castigado en las urnas. Al fin, jugar irracionalmente con la institucionalidad no paga.
Es más, una vez que se rompa el esquema de polarización estéril que ha mantenido al país sin Sala y con Corte Plena incompleta por más de 100 días, la Asamblea debería aprovechar la oportunidad para también elegir a un fiscal general independiente, capaz y valiente. Si esto significa reelegir al actual fiscal o buscar otro, esto debería ser el centro del debate nacional, una vez que estén electos los magistrados. Lo que todos los partidos y sus candidatos tienen que tener claro es que la ciudadanía no permitirá retrocesos en la Fiscalía, así como no los permitió en la Corte Suprema. No se olviden que el 3 de febrero es ‘payday’.
Quienes valientemente demuestren que son capaces de poner los intereses del país y su institucionalidad democrática encima de sus intereses partidarios o personales y encima de sus ganas de armar berrinches, pueden salir ganando políticamente. La gente premia a los que corrigen sus errores. Todavía tendrán tiempo, de ahí a las elecciones, a limitar el costo político-electoral que de otra manera sería mortal.
Una vez que salgamos de la crisis institucional y tengamos Sala, Corte completa y Fiscal General, nos podemos dedicar de lleno a discutir el rumbo del país que propongan los candidatos.
Saludos,
(MAS! y EL DIARIO DE HOY)