jueves, 6 de septiembre de 2018

Carta a la gente de Oriente: No se dejen engañar con un proyecto fantasma

Estimados amigos al otro lado del Lempa:
Voy a comenzar una serie de cartas y columnas sobre las primeras propuestas concretas que lanzan los candidatos presidenciales. Algunas se prestan más para cartas, que es el formato menos analítico, más polémico, a veces irónico (o incluso sarcástico) para tratar cosas serias. Otras propuestas requieren más análisis y contexto y serán tratadas en las columnas editoriales o la sección Observadores.

Comienzo con una propuesta del señor Bukele, la más reciente: La construcción de un Aeropuerto Internacional a nivel del primer mundo en Oriente.

Es un tema para una carta, no para un análisis serio. Porque no es una propuesta seria. Es para llamar la atención. La estrategia general de la candidatura de Bukele (y del nacimiento de Nuevas Ideas) es captar los sentimientos de frustración, resentimiento y abandono que tiene la mayoría de la población. Y este sentimiento tiene razones de ser sobradas – y es particularmente fuerte en Oriente. Porque Oriente ha sido abandonado.

El FMLN, que también quiere explotar este sentimiento de abandono, se inventó la Zona Económica Especial – y los cuentos chinos de grandes inversiones de sus nuevos amigos en Beijing en el puerto La Unión y en las zonas costeras. Entonces, Bukele, quien anda en la caza de los votos históricos del Frente, ofrece a ustedes algo aun más sensacional: Un Aeropuerto Internacional “del primer mundo”. Ustedes ya no tendrán que viajar a Comalapa para abordar aviones o para recoger a sus familiares. Y así como los aeropuertos grandes del primer mundo, este en Oriente generaría un polo de inversión, empleo, progreso. Suena bien.

Sin embargo, así como el puerto de La Unión ya tiene 10 años sin servir para nada, le pasaría al Aeropuerto Internacional Oriente. Para que un puerto o un aeropuerto se vuelva internacional y polo de desarrollo, tiene que existir una demanda real. El puerto de La Unión no ha podido atraer a quien lo opere, porque en Oriente hay muy poco qué embarcar y desembarcar. Lo que Oriente necesita es inversión sistemática y sostenible en producción de bienes, no otra ruina de un desarrollo artificial.

Es cierto que Oriente tiene un problema serio de conectividad que frena su desarrollo económico y productivo. Por esto haría mucho sentido pensar en un proyecto de tren rápido que conecte La Unión, San Miguel y Usulután con San Salvador y hasta con Santa Ana – y en llevar nuestra raquítica red de autopistas más allá del Rio Lempa, donde termina ahora.

De nada le sirve a Oriente (ni al país) un segundo aeropuerto internacional. Los aeropuertos internacionales funcionan cerca de centros de concentración de población, comercio y producción. Hay que invertir en el transporte aéreo, pero en la conversión de Comalapa en un verdadero aeropuerto internacional – y conectarlo con trenes y autopistas con el resto del país, incluyendo Oriente.

No tiene sentido inventar proyectos de cientos de millones de dólares, sin haber hecho estudios serios de factibilidad, financieros y de desarrollo territorial. Nada de esto ha hecho el señor Bukele, antes de anunciar su Aeropuerto Internacional Oriente, igual que no lo hizo antes de anunciar que iba a llevar a Nuevo Cuscatlán 1000 millones de dólares de inversión; o cuando comprometió la estabilidad financiera de la alcaldía de San Salvador con su Mercado Cuscatlán.


La propuesta del aeropuerto es populismo puro e irresponsable. Reprobado, candidato. Mejor que no tenga oportunidad de poner en práctica semejantes disparates.


Saludos,


Posdata: En la siguiente columna editorial haré un análisis comparativo de las propuestas de Bukele y Calleja sobre cómo enfrentar la corrupción.