miércoles, 26 de septiembre de 2012

Si Cantinflas fuera diputado.


En lo que unos están discutiendo (más bien negociando) en oficinas bien amuebladas con aire acondicionado y finas viandas, a quien van a escoger como nuevo fiscal general de la república. Otros, como personajes de una novela de Gabriel García Márquez están en casas del tamaño de esas mismas oficinas soportando el sopor, calor, miedo y en muchos casos teniendo que vivir todo tipo de peripecias para poder obtener el sustento diario de sus familias esperando que la fiscalía general de la república cumpla con sus roles.

Recientemente se han publicado en los medios de comunicación casos emblemáticos de la violencia que vive nuestra sociedad, el asesinato de bebes a manos de sus respectivos padres, de por sí la noticia es sumamente impactante pero me causa otro tipo de impacto el leer las declaraciones del director del ISNA que dice que conocía de los casos pero que lastimosamente la institución no tuvo la capacidad de atender. Además, la Fiscalía tenía conocimiento del caso ya que el ISNA informa a la FGR este tipo de situaciones y ésta tiene acceso inmediato al caso pero de igual manera la Fiscalía no hizo nada.

A raíz de esto me surge la interrogante, si la Fiscalía tuviera a cualquiera de los cinco aspirantes (casi uno por partido político) a fiscal general de la república al frente de la misma ¿Hubiera actuado de manera distinta? Creo no equivocarme al decir que independientemente de la persona a cargo de la FGR, la respuesta sería: tuvimos conocimiento del caso pero lamentablemente no tuvimos la capacidad de atenderlo.

Con estos marcados contrastes de nuestra realidad, nuestros diputados siguen enfrascados en una negociación sobre a quien poner de fiscal, por supuesto poner a la persona que de beneficios al partido o partidos que lo apoyen. Encima les gusta cantinflear frente a los medios de comunicación para hacernos creer que están trabajando por el bien de todos, que están discutiendo los criterios de honorabilidad, capacidad y no se cuantas otras cosas más, cuando todos sabemos que están negociando lo qué ganan  o lo qué pierden  con un candidato o con otro.

Que diferente fuera si en lugar de esas estériles discusiones, estuvieran pensando cómo redistribuir de una mejor forma los pocos fondos del Estado, esto no sólo implica incrementar los ingresos del gobierno, sino también y muy necesario reducir sustancialmente los gastos de las dependencias del gobierno, empezando en casa, por la Asamblea Legislativa.

Ojalá que nuestros diputados imitarán a Cantinflas con coherencia, qué pasaría si nuestro cómico mexicano fuera nuestro diputado. Ante la aprobación sin protesta del presupuesto 2013 de la Asamblea Legislativa hubiese sido el único que con indignación hubiera iniciado su discurso: diputados que están frente de mi y yo frente de ustedes, tengo ganas de hacer justicia y darle al pueblo lo que el pueblo necesita, no apruebo este presupuesto que a parte de no haber sido discutido en lo más mínimo se ha incrementado en un millón y medio de dólares, dinero con que fácilmente se le podría dar mayor capacidad al ISNA para que éste brinde protección a familias que muestren una vulnerabilidad altísima de sufrir ataques de sus parejas, como los de los casos recién acaecidos.

Además con la humildad que lo caracteriza promovería que él como distinguido funcionario público debe de andar en un carro nuevo, pero no necesita que sea un todo terreno, blindado y con todas las extras habidas y por haber, que un sedan es más que suficiente, para que todo ese dinero pueda ser invertido en obras sociales porque yo al revés de otro les voy a dar pan, pero mucho pan, no bolillo como siempre les han dado. Aunque ahora ni a bolillo llegamos.