Publicado en MAS! y EL DIARIO DE HOY, sábado 25 julio 2020
Estimados amigos:
Los que quieren asumir el rol de oposición al gobernante autócrata, que por favor se definan con claridad, sin ambivalencias. Hago este llamado a los partidos nuevos, igual que a las caras nuevas en los partidos tradicionales. No es tiempo para tibiezas.
Cito las declaraciones de una candidata, cabeza de la planilla para diputados de uno de los partidos emergentes: “El juego político que ha tenido el país es una oposición enfrascada en lo electoral que busca desgastar al adversario con la mirada en las siguientes elecciones.” Bueno, yo diría que de esto se trata en democracia: derrotar al adversario en las próximas elecciones, sobre todo cuando se trata de un adversario de la democracia.
La candidata habla de “confrontación entre el presidente y otros órganos de Estado”. Pero, ¿quién confronta? La Sala cumple su mandato de someter al control constitucional las actuaciones de los órganos del Estado. Esto lo puede ver como confrontación solo alguien como Nayib Bukele, quien no cree en el sistema de pesos y contrapesos. La Asamblea hace su trabajo. Su rol no es pasar papeles que le manda Casa Presidencial. Cuando el Ejecutivo presenta un proyecto de Ley de Emergencia, la Asamblea lo estudia y le agrega los mecanismos necesarios de transparencia, de rendición de cuentas y de garantías de derechos humanos. ¿Esto es confrontación? No, solamente para quienes no están de acuerdo con que las leyes nazcan de la Asamblea, no de la voluntad del gobernante.
¿Por qué no llamar las cosas por su nombre y hablar de “confrontación del presidente con los demás poderes del Estado”? Pero no, escuchamos una versión ambivalente del conflicto entre Ejecutivo y Asamblea: “Pensemos en el decreto que se negoció durante 6 días seguidos. El presidente usa ese ejemplo para decir que es imposible dialogar con la Asamblea, pero lo cierto es que tanto el presidente dinamitó ese acuerdo, pero en la Asamblea hubo una deficiencia en su rol como políticos.” ¿Cuál deficiencia? La Asamblea aprobóla ley, y lo hizo bien: con mecanismos que garantizan transparencia y respeto a los derechos humanos. El presidente la vetó. ¿Quién actuó con deficiencia?
En una situación tan clara de confrontación entre una concepción autocrática versus otra protectora de los derechos de los ciudadanos, ¿por qué adjudicar la culpa a ambos lados por igual, gobierno y oposición? ¿Será por miedo a tomar partido? ¿Será por oportunismo, para proyectarse como alternativa a ambos, las fuerzas opositoras igual que los fuerzas detrás del gobierno?
Lo que señalo no es un problema exclusivo de una candidata o un partido en particular. La misma tibieza se expresa en otros, quienes para irrumpir a la política partidaria se expresan de manera ambivalente. Veamos un tuit del dirigente de otro partido emergente, quien comenta los incidentes entre funcionarios del Ejecutivo y el presidente de la Asamblea en el contexto de los informes de los ministros. El dirigente habla de “el vergonzoso incidente ocurrido en la Asamblea por culpa de ambas partes.” Y concluye: “¡Ya basta! Es @NuestroTiempoSV”.
No, no fueron ambos lados. Fue la secretaria de comunicación de Casa Presidencial, quien a gritos reclamaba al presidente de la Asamblea que dejara de insistir en que los ministros le entregaran sus informes, en vez de darle la espalda y salir del Salón Azul. A esta plenaria estaban invitados los ministros a dar sus informes. Todos los demás (los secretarios de Casa Presidencial y su personal de prensa) no estaban ahí como invitados, sino como acompañantes de los ministros para hacerles barra. No tenían derecho de hablar, mucho menos de gritar, y Mario Ponce tuvo razón de decirles: Está bien que lleguen con sus empleados, pero que se comporten…
Otra vez: Es oportunismo político decir a “ambos lados” el mismo mensaje. Hay que decir “¡ya basta!” a todos los que quieren debilitar y deslegitimar la Asamblea como institución. Y cuando dicen “Es Nuestro Tiempo”, no es para que se aparten los demás que (a veces con tibieza y ambivalencia) ejercen oposición. Es para reforzar la oposición, para darle más contundencia, más fuerza, más claridad.
Que me disculpen Claudia Ortiz y Juan Valiente que les haya escogido como ejemplos. El mensaje va a para todos que corren para diputados en tiempos que la oposición tiene que dejarse de pajas, tibiezas y ambivalencias. Va para las nuevas caras en Arena y el PDC, igual que en Vamos y Nuestro Tiempo.
Saludos,