La zona verde de la colonia donde vivo esta padeciendo un problema, una pequeña área se esta convirtiendo en un botadero de basura, ripio y todo tipo de desperdicios, este basurero es provocado en parte por los pepenadores urbanos, es decir, aquellos que andan en la búsqueda de electrodomésticos, latas y todo aquel producto reciclable que se encuentra en la basura de lo cual puedan extraer dinero. Pese a los esfuerzos del personal de limpieza de la Alcaldía Municipal –barrenderos y recolectores de basura-, el basurero se mantiene activo. Es entendible que no podemos tener agentes metropolitanos cuidando el área verde a toda hora evitando que las personas tiren la basura en ese lugar, además, debemos asumir nuestro rol ciudadano, esto es, cuidar nuestros espacios públicos.
Como he dicho, el basurero se debe en parte a los pepenadores urbanos, la otra parte para mi sorpresa se dio el día martes, cuando iba saliendo de mi casa veo pasar una señora rumbo al parque con una bolsa negra. Lo primero que pienso es que va a botar basura, ante el temor de caer en el error del prejuicio, espero, para darme cuenta que sin mas tira la bolsa en el mencionado botadero, inmediatamente voy donde la señora y le digo que el lugar no es basurero, que el camión de la basura pasa los lunes, miércoles y viernes por la mañana sin falta, la señora se justifica diciendo que es primera vez y además son los dueños de la casa la que la han mandado por el olor de la basura. Más sorprendente aún es lo que me dice y hace luego, la recoge y me dice que se la va a llevar nuevamente y dirá a sus patronos que estaban los “policías” y no le dejaron tirar la basura.
Este episodio nos puede hacer reflexionar en varias direcciones, pero me interesa resaltar lo obvio, ya que muchas veces por ser tan evidente no lo notamos, no nos damos cuenta que tenemos un buen sistema de recolección de basura, que hay un personal trabajando por mantener aseado cunetas y zonas verdes, que hay un alumbrado público que funciona, que hay un parque grande, limpio y seguro para practicar deportes que además cuenta con nuevas instalaciones acuáticas, que lugares que antes eran mercados de champas ahora son plazas públicas limpias y seguras, calles principales de concreto, otras recarpeteadas, que hay un sistema de bacheo. Sí, todo esto hay en Santa Tecla, todo esto se ha dado durante la administración de Oscar Ortiz.
Me interesa resaltar lo que se ha ido gestando en Santa Tecla a raíz del bombardeo publicitario partidocratico de estos tiempos (valga el paréntesis, en El Salvador pareciera que siempre vivimos en tiempos electorales), qué quiero decir con esto. Me explico. Hay unos que están gastando en publicidad televisiva diciendo que van a Rescatar San Salvador, también utilizan medidas populistas; como llegar a las comunidades regalando comida y llevando a la gente a parques recreativos acuáticos, hay otros que despilfarran los fondos públicos en tapizar el municipio de rojo, con consignas, con retratos, con banderas en los postes, utilizando el arca municipal para pagar cuadrillas de militantes. En cambio, el gobierno municipal de Santa Tecla se ha dedicado a hacer su trabajo, a ser gobierno.
Cuidado no se vaya a caer en el error de creer que todos los problemas en Santa Tecla están solucionados y que los servicios que prestan no necesiten ciertas mejoras, pero se tiene la percepción que no solo los servicios públicos que presta la Alcaldía seguirán funcionando con normalidad sino que buscarán la manera de irlos optimizando que el Gobierno Municipal seguirá trabajando en función de la comunidad y sus habitantes. Por tanto, sin grandes spot televisivos, sin andar firmando compromisos, sino por sus acciones y no por sus palabras, es Oscar Ortiz quien tiene mi voto para las próximas elecciones de Alcaldes.
¿Cuál ha sido la gran campaña? El buen gobierno, ciertamente, la respuesta parece eslogan electorero, es más es muy similar a la frase con la que firman las alcaldías del FMLN, lastimosamente son contadas las que en la práctica cumplen. Con campañas de este tipo, la maniobra electoral, además de darse en los momentos prudentes, sería de otra envergadura, de propuestas serias sobre experiencias de trabajo. No las promesas publicitarias que compran votos.
Por último, debo dejar claro que mi voto es para Oscar Ortíz, y subrayo esto, mi voto es para la persona y su equipo de gestión, NO es para el FMLN. Mi voto y el de mis conciudadanos sirven para llevar un equipo de personas capaces a gobernar, es decir, a solucionar problemas, ha hacer que el municipio sea viable. Los votos no son para llevar un partido político al poder, del cual se sirven. Hay que ser críticos a la hora de elegir.
Como he dicho, el basurero se debe en parte a los pepenadores urbanos, la otra parte para mi sorpresa se dio el día martes, cuando iba saliendo de mi casa veo pasar una señora rumbo al parque con una bolsa negra. Lo primero que pienso es que va a botar basura, ante el temor de caer en el error del prejuicio, espero, para darme cuenta que sin mas tira la bolsa en el mencionado botadero, inmediatamente voy donde la señora y le digo que el lugar no es basurero, que el camión de la basura pasa los lunes, miércoles y viernes por la mañana sin falta, la señora se justifica diciendo que es primera vez y además son los dueños de la casa la que la han mandado por el olor de la basura. Más sorprendente aún es lo que me dice y hace luego, la recoge y me dice que se la va a llevar nuevamente y dirá a sus patronos que estaban los “policías” y no le dejaron tirar la basura.
Este episodio nos puede hacer reflexionar en varias direcciones, pero me interesa resaltar lo obvio, ya que muchas veces por ser tan evidente no lo notamos, no nos damos cuenta que tenemos un buen sistema de recolección de basura, que hay un personal trabajando por mantener aseado cunetas y zonas verdes, que hay un alumbrado público que funciona, que hay un parque grande, limpio y seguro para practicar deportes que además cuenta con nuevas instalaciones acuáticas, que lugares que antes eran mercados de champas ahora son plazas públicas limpias y seguras, calles principales de concreto, otras recarpeteadas, que hay un sistema de bacheo. Sí, todo esto hay en Santa Tecla, todo esto se ha dado durante la administración de Oscar Ortiz.
Me interesa resaltar lo que se ha ido gestando en Santa Tecla a raíz del bombardeo publicitario partidocratico de estos tiempos (valga el paréntesis, en El Salvador pareciera que siempre vivimos en tiempos electorales), qué quiero decir con esto. Me explico. Hay unos que están gastando en publicidad televisiva diciendo que van a Rescatar San Salvador, también utilizan medidas populistas; como llegar a las comunidades regalando comida y llevando a la gente a parques recreativos acuáticos, hay otros que despilfarran los fondos públicos en tapizar el municipio de rojo, con consignas, con retratos, con banderas en los postes, utilizando el arca municipal para pagar cuadrillas de militantes. En cambio, el gobierno municipal de Santa Tecla se ha dedicado a hacer su trabajo, a ser gobierno.
Cuidado no se vaya a caer en el error de creer que todos los problemas en Santa Tecla están solucionados y que los servicios que prestan no necesiten ciertas mejoras, pero se tiene la percepción que no solo los servicios públicos que presta la Alcaldía seguirán funcionando con normalidad sino que buscarán la manera de irlos optimizando que el Gobierno Municipal seguirá trabajando en función de la comunidad y sus habitantes. Por tanto, sin grandes spot televisivos, sin andar firmando compromisos, sino por sus acciones y no por sus palabras, es Oscar Ortiz quien tiene mi voto para las próximas elecciones de Alcaldes.
¿Cuál ha sido la gran campaña? El buen gobierno, ciertamente, la respuesta parece eslogan electorero, es más es muy similar a la frase con la que firman las alcaldías del FMLN, lastimosamente son contadas las que en la práctica cumplen. Con campañas de este tipo, la maniobra electoral, además de darse en los momentos prudentes, sería de otra envergadura, de propuestas serias sobre experiencias de trabajo. No las promesas publicitarias que compran votos.
Por último, debo dejar claro que mi voto es para Oscar Ortíz, y subrayo esto, mi voto es para la persona y su equipo de gestión, NO es para el FMLN. Mi voto y el de mis conciudadanos sirven para llevar un equipo de personas capaces a gobernar, es decir, a solucionar problemas, ha hacer que el municipio sea viable. Los votos no son para llevar un partido político al poder, del cual se sirven. Hay que ser críticos a la hora de elegir.