sábado, 21 de noviembre de 2009

Carta al doctor Héctor Dada, secretario general de Cambio Democrático

Estimado doctor:

Siempre he pensado que usted, en vez de tratar de dirigir un partido (con toda la marrufada que requiere para evitar que le desbanquen), debería haber regresado a la academia. Es más, usted rector de la Universidad de El Salvador debería ser. Entonces, no tendríamos el gangsterismo como ahora está reinando en la maltrecha U.

Bueno, en vez de rector se hizo ministro de Economía. Ni modo. También es un cargo donde podría aportar mucho un académico – si lo dejan...

De todos modos, me alegré mucho cuando escuché que ya no quiere defender su cargo como secretario general del partido. Me pareció coherente con sus posturas de criticar a los políticos que sistemáticamente confunden cargos de partido con cargos de Estado...

A pesar de todo esto, estimado amigo Héctor Dada, me alegra que cambió de opinión y vuelve a luchar por la dirección de su partido. Tiene razón: No puede dejarlo en manos de los transfugas mafiosos como Juan Pablo Durán (quien se vendió para destruir al PDC), Tomás Chévez (quien se vendió para destruir al PCN) y Oscar Kattan (quien se vendió al Frente para destruir al CD).

Durán dijo claramente lo que quiere hacer con el CD, una vez que seria electo secretario general: Convertirlo en el cuchumbo para recoger y reciclar los pedazos que por compraventa se desprendan de los partidos de derecha...

Merece respeto y apoyo su decisión de defender el último pedazo institucional que queda a la izquierda democrática. Y si para hacerlo con decoro hay que renunciar al gobierno, estoy seguro que tampoco le temblará la mano para hacerlo.

Suerte, su amigo Paolo Lüers