Te felicito. Lograste terminar de destruir lo poco que a este primer órgano del Estado ha quedado de decoro, poniendo en la Directiva a vendedores y compradores de diputados.
Lograste al fin ser presidente, pero de la Junta Directiva de la bolsa de compraventa de voluntados y votos.
Lograste conseguir nuevos socios para tu proyecto político de la democracia popular: Gallegos y Cia., entre ellos Mario Tenorio y Miguel Bolaños. Nada menos que el ex-jefe de fracción de Arena y el ministro y viceministro de gobernación de Tony Saca.
Me imagino que ya te pusiste de acuerdo con tu camarada, el nuevo ministro Humberto Centeno, que retire rápido las acusaciones de corrupción contra tus nuevos amigos Miguel Bolaños y Mario Tenorio.
Oh Sigfrido, siempre he admirado la capacidad de ustedes los comunistas de mostrar, al mismo tiempo, la más absoluta ortodoxia en el discurso y un extremo pragmatismo en la práctica. Los corruptos de ayer se vuelven los socios de hoy.
Todo esto, por supuesto, por el bien de la revolución. Bueno, si se puede combinar con un bien personal no hace daño, ¿verdad Sigfrido?
Disculpe, Sigfrido, que no voy a cerrar esta carta deseándote los mayores éxitos en tu gestión al frente de la Bolsa de Compraventa de voluntades políticas.
Paolo Lüers
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