El gobierno sandinista de Nicaragua acaba de dar otra muestra de fidelidad al guión establecido por el Socialismo siglo XXI y ya tiene su candidato oficial para las elecciones del 2011. ¿Esconden los sandinistas algún gallo que dé la sorpresa? Ni tapado ni gallo.
A la velocidad del rayo los magistrados oficialistas de la Sala Constitucional de la CSJ fallaron un recurso de amparo a favor del presidente Daniel Ortega y 109 alcaldes sandinistas y ordenan al Consejo Supremo Electoral (CSE) que permita a Ortega ser candidato presidencial en las elecciones del 2011.
El recurso ante el cual el consejo electoral se declaró incompetente, fue presentado el lunes en el Tribunal y el mismo día, seguro que los diligentes magistrados aprendieron en las aulas que "justicia tardía no es justicia", y de inmediato dieron a conocer el fallo. Claro que para ello les jugaron la vuelta a los magistrados independientes y los sustituyeron con suplentes leales a Ortega.
El documento señala que el presidente y los 109 alcaldes sandinistas son "ciudadanos aptos de derechos políticos, constitucionales, electorales, para participar en las contiendas electorales a realizarse en los años 2011 y 2012, en los mismos cargos que ostentan actualmente, como candidatos a Presidente, Vicepresidente, alcaldes y vicealcaldes".
Punto final como lo explicó el presidente de la Sala Constitucional, Francisco Rosales, pues todo fue por "el interés del caso para la Nación". Claro que el togado recurrió a uno de los redactores de la Constitución de la Unión Americana: "(Alexander) Hamilton dice que el Derecho es lo que los jueces dicen que es, así de sencillo. Nosotros hablamos por la boca de la ley, nosotros somos los que decidimos la prioridad de los asuntos. Éste es un asunto prioritario para el país, o ¿no es así? Hay que resolver los problemas políticos".
Las reacciones no se han hecho esperar. Y no es para menos, pues todavía la comunidad internacional recuerda el fraude en las elecciones municipales. Claro que la Organización de Estados Americanos no dijo ni media palabra.
El mismo presidente de la Corte Suprema, Manuel Martínez, calificó de "emboscada" y "completo irrespeto" a la ley el fallo de los magistrados oficialistas que sorpresivamente suspendieron el artículo de la Constitución que prohibía la reelección presidencial sucesiva.
Para el ex presidente Arnoldo Alemán, que comió en el mismo plato con los sandinistas y les entregó su caudal político, la sentencia "amañada" es muestra del inicio de la dictadura, y que por fin el presidente Ortega "se quitó la careta, ante su angustia, su desesperación" de no poder conseguir los 56 votos para reformar la Constitución.
¿Alguna semejanza con acontecimientos ocurridos o que iban a suceder en Honduras? La presión por imponer magistrados en la Corte Suprema de Justicia buscaba desarrollar el mismo guión del escenario nica: El Poder Judicial al servicio de un proyecto político y de una persona.
Otro conflicto en el istmo, aunque la situación en el vecino país será calificada de "asunto interno" en el que la comunidad hemisférica no se mete por respeto a la soberanía y, decimos nosotros, por temor a quien habla más alto, es más bravucón y amenaza. ¿No es cierto?
(La Prensa/San Pedro Sula, Honduras)