Uno de los aliados latinoamericanos más leales a Estados Unidos -Honduras- está inmerso en una crisis constitucional que amenaza su democracia. Por desgracia, los líderes americanos han ignorado a menudo incuestionables hechos clave en esta crisis, al menos en los primeros días de la misma.
En los últimos días, la retórica de los aliados del ex presidente Manuel Zelaya también ha predominado en los medios de comunicación en Estados Unidos. La peor distorsión es la repetición de la falsa aseveración de que el señor Zelaya fue destituido de su cargo por el ejército y por ser un "reformador". Lo cierto es que fue destituido por un gobierno civil democráticamente elegido porque las independientes ramas judicial y legislativa de nuestro gobierno dictaminaron que había infringido nuestras leyes y constitución.
En los últimos días, la retórica de los aliados del ex presidente Manuel Zelaya también ha predominado en los medios de comunicación en Estados Unidos. La peor distorsión es la repetición de la falsa aseveración de que el señor Zelaya fue destituido de su cargo por el ejército y por ser un "reformador". Lo cierto es que fue destituido por un gobierno civil democráticamente elegido porque las independientes ramas judicial y legislativa de nuestro gobierno dictaminaron que había infringido nuestras leyes y constitución.
Revisemos algunos hechos fundamentales que no pueden discutirse: