jueves, 30 de julio de 2009

Carta a una periodista joven

Querida colega:

Estás entrando a nuestro gremio, llena de entusiasmo, compromisos, ideas, dudas. ¡Bienvenida!

Vas a encontrar, entre tus colegas viejos y jóvenes, farsantes y grandes maestros. Hay de todo. Vas a encontrar jefes con visión y jefes miopes. En eso, el periodismo no es diferente a ninguna otra profesión. Si en la universidad te han dicho otra cosa, te han dado paja. No será la única que te han dado...

Por ejemplo: que siempre tengás cuidado, porque el dueño o director del medio donde trabajás te va a limitar, censurar. Es al revés: ¡No tengás cuidado! No dejés que el cuidado te corte el valor. En la mayoría de los casos, tu jefe te va a respaldar si tu información es correcta y tu enfoque es valioso. Sobre todo cuando mostrás valor.

Tu jefe, el único que cuenta, es el lector o radioescucha o televidente. Y este aprecia que le hablés claro y sin miedo. El problema de nuestro medio no es la censura, es la autocensura, la falta de valor.

Otra paja que posiblemente te han dado en la U es que tenés que ser imparcial. No les hagas caso. El peor periodismo es el que no huele a nada, no sabe a nada, no sirve para nada. El siempre balanceado. El del ‘por una parte, por otra parte’...

Tenés que tomar en cuenta todas las informaciones, todas las fuentes, todas las opiniones. Pero luego tenés que decir que la cosa es negra o blanca, sucia o limpia...

No será fácil. Si quieres fácil, búscate otra chamba.

Saludos, Paolo Lüers

PD: Dirijo esta carta a una mujer, porque no soy capaz de escribir el lenguaje correcto que siempre incluye ambos géneros: querida y querido colega, o querid@ colega, u otras aberraciones que la gente inventa para nunca meter la pata con nadie...

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