Recientemente escuchaba a José Luis Valle [director del documental
“el milagro del papa”] comentando sobre un curso de cine que dio en el país
titulado: cómo hacer una película sin dinero. Relataba que la gran mayoría de
asistentes al curso se imaginaban que daría las claves de cómo hacer películas
al estilo Hollywood sin contar con presupuesto, al oír esta historia imaginaba
a este joven peludo vestido con una camiseta y pantalones al estilo cargo hablándoles
a los distinguidos (por bien vestidos) diputados de El Salvador de cómo sacar
adelante al país sin dinero.
Con gran lucidez
José Luis desilusiona a sus asistentes con una obviedad que algunos -que no
quiero nombrar pero que habitan la Asamblea Legislativa- no dan cuenta. NO HAY
RECETA MÁGICA (lo pongo todo en mayúscula con la esperanza que al leerlo así por
fin lo entiendan), sin fondos no se puede hacer una película como Avatar
(película con un presupuesto de alrededor de US$500 millones de dólares contando
los gastos en promoción). Es obvio, NO se puede gastar lo que NO se tiene, pero
al parecer en El Salvador ese tema es un poco difuso ya que como país tenemos
un grave deterioro de las finanzas, derivado de un mayor gasto frente a los
ingresos.
Ahora bien, sí
se puede hacer cine con bajo presupuesto, y la pregunta del millón ¿cómo? Cambiando
los esquemas mentales, es decir, darse cuenta que cine no es sólo lo que
produce Hollywood, que hay un gran abanico de formas de hacer visual una idea.
Escuchando esto me preguntaba; será ese el misterio de porqué pese a buenas
reformas no se ha dado el crecimiento esperado, pero claro y cómo esperamos
crecer si los diputados tienen un esquema mental que no contribuye al país, siguen
pensando en gastar millones de dólares en construir un edificio nuevo para la
Asamblea Legislativa. ¿Cómo vamos a sacar adelante al país con un nuevo
edificio? ¿De qué carajos nos sirve que la Asamblea Legislativa tenga un canal
de televisión? De por si los 30 segundos que hablan en los telediarios
nacionales son insufribles, no digamos estar escuchando toda una plenaria.
Otro esquema
mental que se debe cambiar es el siguiente: se hace cine con los recursos que
se tiene, en mi caso por ejemplo sería tonto pensar que voy a filmar una
película de guerra, si armas ni de juguete tengo. Esto quiere decir que para
emprender un proyecto lo primero a considerar son los recursos que se tienen y en base a los mismos planificar. Pero nuevamente,
tenemos diputados que cosas tan obvias se vuelven tan diáfanas que se dan
contra ellas, como cuando un niño corre al jardín y no da cuenta de la puerta
de vidrio que lo separa, pero con el agravante que estos –los diputados- nos
llevan en su barco y no sólo vamos a romper una puerta sino que vamos a quebrar
el país.
Cada día
entiendo más la novela “Ensayo sobre la ceguera” del escritor portugués José
Saramago, pareciera que sentó en la parte alta de la Asamblea a plasmar,
criticar y desenmascarar un congreso podrido y desencajado. Pero, en la novela
hay un personaje que no pierde la visión y sirve de guía para los ciegos de la
obra, así, en El Salvador hay muchos personajes que ven la luz en ese micro
mundo de ciegos y que desde hace ratos dan luces de por donde está el camino a
seguir, aunque claro hay que recordar que en el mundo de los ciegos el tuerto
es el rey, pero eso es para otra columna.