Esta carta es a quienes decidieron llevar el debate de ideas políticas a otro nivel: el de la violencia directa. Mensaje recibido.
Yo hago uso de la libertad de expresión, eso es mi oficio. Quien no está de acuerdo con lo que yo escribo, o quien se siente ofendido tiene todo el derecho de hacer uso de la libertad de expresión para contestarme, para atacarme, para criticarme a mi o mis ideas. Incluso de insultarme.
Pero alguien llevó el debate político al nivel de violencia. Por suerte ninguna persona salió lastimada, más por suerte que por prudencia de los perpetradores.
Si me quisieron mandar un mensaje, acuso que está recibido. Pero esto no va a cambiar mi manera de expresarme y de intervenir como crítico en la política nacional. De ninguna manera.
Invito a los que se sienten ofendidos por mis críticas a defenderse o contraatacar en público, y no en la oscuridad de la noche y con violencia...
Salimos de una guerra que se generó porque la crítica y la disidencia se enfrentaron con violencia, la cual a su vez provocó respuestas violentas. Espero que nadie quiere volver a activar este círculo vicioso.
Además no es necesario. Tenemos, por suerte, ahora la libertad de enfrentarnos con ideas y críticas.
Les repito: Mensaje recibido, pero rechazo contenido y forma.
Paolo Lüers
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