Se terminó tu reinado, mejor andá a tu casa a descansar. It’s over. Tu carrera de 50 años terminó anoche, cuando entrevistaste a Hugo Chávez y te dio una gran revolcada. No hiciste otra cosa que prestar a Hugo Chávez, por media hora, la pantalla de CNN para decir lo que le dio la gana.
Y todo porque ya no sos periodista, sino un viejito cansado y prepotente que no se prepara antes de entrevistar. En periodismo, Larry, todavía es válida la regla: Si no estás preparado a enfrentar las respuestas, mejor no preguntés...
Anoche el king en CNN era Hugo Chávez, no vos. Te dejó el papel del tonto. El coronel estaba perfectamente preparado - y vos no. Se nota que de Venezuela y América Latina sólo has leído los titulares. No tenés idea de Venezuela y querés discutir con Chávez. Por eso la paliza de cantina...
¡Qué gusto le dio a Chávez desmontar al King de CNN! – y en las propias pantallas de lo que él siempre llama “la voz del imperio y de la mentira...”
¡Qué sonrisa de felicidad la de Hugo Chávez! Se tomó CNN - y no por asalto, sino porque una estrella senil le prestó las cámaras y los micrófonos sin ofrecer batalla...
Larry, con tus preguntas torpes y con tu total incapacidad de interrogarlo, lograste lo casi imposible: ¡Hacer que Hugo Chávez se vea coherente!
Para preguntar, primero hay que saber. Pero al gran King le vale un comino informarse antes de sentarse con Chávez. Como siempre, la mezcla de ignorancia con prepotencia, es peligrosa. Pero ya con senilidad, es fatal.
Go home, King, un coronel venezolano te hizo un golpe de estado.
Bye, Paolo Lüers
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