Estimado Paco:
Espero que te recuperés, y plenamente. Te lo deseo, de toda corazón, por el bien tuyo y de tu familia, obviamente, pero también por el bien del país, de la justicia. La gente quiere (y merece) justicia. Y el caso tuyo es emblemático: la primera vez que un expresidente enfrenta la justicia. Casi automáticamente, tu caso se ha convertido en el gran test del sistema: ¿Habrá justicia o habrá impunidad? Y yo agrego otra disyuntiva, que ya también mucha gente siente: ¿Habrá justicia o habrá venganza?
Espero que te recuperés, y plenamente. Te lo deseo, de toda corazón, por el bien tuyo y de tu familia, obviamente, pero también por el bien del país, de la justicia. La gente quiere (y merece) justicia. Y el caso tuyo es emblemático: la primera vez que un expresidente enfrenta la justicia. Casi automáticamente, tu caso se ha convertido en el gran test del sistema: ¿Habrá justicia o habrá impunidad? Y yo agrego otra disyuntiva, que ya también mucha gente siente: ¿Habrá justicia o habrá venganza?
Los que están detrás del juicio paralelo –
juicio político y mediático – contra vos, Mauricio Funes y Cia., han
tratado, con demasiado éxito, meternos en la cabeza que la única manera
de hacer juicio en el caso Flores-Taiwán es tu condena. Pero ya muchos
se dieron cuenta que esto no es cierto: Con razón a ‘Su Majestad la
Justicia’ siempre la retratan con una venda sobre los ojos; ella es
ciega políticamente, y ante ella todos somos iguales. O es así, o no es
justicia.
A vos te tienen que vencer en juicio o sobreseerte. Ambos desenlaces son válidos, son justicia. Hay que aplicar justicia a los culpables, pero también a los inocentes. Y el que no ha sido vencido en juicio es inocente. Punto.
En el caso tuyo, luego de todas las
campañas políticas y mediáticas de Mauricio Funes, Luis Martínez, Walter
Araujo, y muchos (no todos) del FMLN, la justicia nos debe la prueba
que está funcionando; que aquí no hay impunidad para los culpables ni
venganza para los inocentes.
Por esto, estimado Paco, no sólo te deseo
a vos como persona que logrés salir bien de esta prueba, también lo
deseo al país, para que puedas tener el juicio justo que merecés luego
de la precondena y, hay que decirlo, el silencio de los cobardes y
oportunistas.
Estás en coma, y por suerte no tenés que
darte cuenta de la miseria humana que se manifiesta en sectores del país
que confunden justicia con venganza. Deseo a tu esposa, tus hijos y a
todos tus familiares y amigos que tengan la estoicidad que se necesita
para aguantar esto.
Si este derrame cerebral te termina
quitando la capacidad de enfrentar tu juicio, quedarías condenado en la
opinión pública. Solo un juicio justo y transparente, ante los ojos de
toda la sociedad, puede quitarte el estigma que ya lograron pegarte en
el juicio mediático. O confirmarlo.
Yo no sé si al fin sos culpable de los
delitos que te acusan o no. Hasta ahora no me han convencido las
pruebas. En otras publicaciones he dicho que no tengo dudas de tus
pecados contra la ética política, por esto ahora tenemos una Ley de
Partidos que afortunadamente regula el financiamiento de campañas
electorales. Pero por nada me han convencido que te has enriquecido de
fondos públicos.
Repito: Deseo que te recuperés plenamente.
(Mas! / El Diario de Hoy)