Tenemos años de pelear con el Dengue. Como
nunca logramos vencer al causante de la epidemia, terminamos aprendiendo a vivir
con la enfermedad. Nos cayeron las 4 cepas del Dengue. Las aguantamos. Luego el
Chikingunya, igual lo aguantamos. Ni modo.
Y ahora nos cayó el Zika. Todas estas
pestes tienen un solo culpable: el maldito sancudo llamado Aedes Aegypti. Por esto las
llamo las plagas de Egipcio, que eran 10; ya tenemos 6, pero así como vamos, nos
van a caer rápido las otras 4…
Y
al Zika no nos podremos enfrentar a la guanaca: sobreviviéndolo, aprendiendo a
vivir con el desastre, porque tiene esta horrible complicación: A infectarse
una mujer embarazada, su bebé puede nacer con una malformación genética llamada
microcefalia, que causa que el cráneo y por tanto el cerebro del recién nacido
no se desarrollan normal. El Zika ya causó miles de casos de microcefalia en
América Latina. Con esta peste no se puede convivir…
Hay
que erradicar al maldito sancudo Aedes Aegypti. Y en esto, doctora,
ustedes están fallando. Las fumigaciones con insecticida, aunque fueran sistemáticas
y permanentes (lo que lamentablemente no son, y por esto se ha propagado tan
rápido el Zika), podrían servir para reducir los sancudos, si el gobierno se
pone las pilas – pero nunca los erradicaremos de esta manera.
Los británicos ofrecen un método nuevo, que
sí es para erradicar: Están criando sancudos genéticamente alterados, y cuando
sueltan millones de estos, toda esta raza de sancudos deja de reproducirse – y
desaparece.
Dicen los ingleses que El Salvador, por
su tamaño y su característica geográfica, sería un territorio genial para
comprobar, en la práctica, la eficiencia de este método innovador. Estoy seguro
que los ingleses nos ofrecerían un precio muy cómodo…
Porque realizar este experimento en El
Salvador les serviría a ellos como el ensayo necesario, en un territorio
manejable, para luego poder vender esta tecnología a países grandes como
Brasil, México, Colombia… Igual serviría al ministerio de Salud, porque
entonces ustedes podrían mostrar algo más útil que este ridículo llamado a las mujeres
de no embarazarse. Y obviamente servirá a la población salvadoreña, porque se erradicaría
el causante de todas estas malditas pestes: las 4 cepas de Dengue, el Chikingunya
y el Zika.
¿Por qué no se hace? ¿Por qué usted no agarra
el teléfono y habla a Inglaterra, o por lo menos a la embajada británica en San
Salvador, que ofreció sus buenos oficios para negociar un acuerdo con la empresa
que está ansiosa a hacer el ensayo en El Salvador? Me imagino que tienen miedo
a lo nuevo, y que la palabra ‘transgénica’ les suena políticamente incorrecta… Piensan
en Monsanto y sus granos transgénicos. Pero en este caso, el daño que haría la
tecnología genética sería solamente a los malditos sancudos, no a los humanos.
Estoy seguro que una fumigación permanente con insecticidas, como sería
necesaria para combatir las pestes, sí tiene efectos secundarios que pueden
afectar la salud nuestra.
Y en serio, doctora; No puede ser
política del Estado decirle a las mujeres que dejen de embarazarse.
Vaya, doctora, aquí le mando el teléfono
en la ciudad de Abingdon en Inglaterra, cerca de Oxford: +44
1235 832393. La compañía se llama Oxitec y la
información la encuentra en www.oxitec.com.
En caso que no hable inglés, doctora,
estoy seguro que tienen ejecutivos que hablan español, porque como le dije:
están muy interesados en el mercado latinoamericano que es escenario de esta
nueva epidemia llamada Zika.
Saludos,
Paolo Luers
(Mas!/El Diario de Hoy)