Es hora de asumir tu responsabilidad. El presidente está buscando con quién sustituir a Benito Lara, quien ha fracasado aparatosamente en Seguridad. Ya no es sostenible para el partido mantener este gabinete de Seguridad.
La pregunta del millón: ¿Quién puede
asumir este reto, cambiar el rumbo de la política de seguridad, y evitar que
nos sigamos desangrando más?
Ya salió el chambre que están pensando en
poner a Nidia Díaz. Suena como chiste, pero hay otros chistes que se han convertido
en triste realidad… Otros dicen que puede ser Hato Hasbún. Pero Hato ha
conducido la política de Seguridad, por encargo de Funes, durante los dos años
que Manuel Melgar estuvo al frente del ministerio. Y Sánchez Cerén lo volvió a
poner como Comisionado Presidencial Especial de Seguridad. ¿Cómo va a cambiar
el rumbo el que lo perdió?
En una plática antes de que salieras
electo vicepresidente, me dijiste que habías aceptado el cargo para que
pudieras conducir, desde Casa Presidencial, el área Seguridad – basado en tu
experiencia como alcalde, que exitosamente diseño programas de prevención.
Fuiste uno de los pocos alcaldes que tuvieron la visión y los huevos de encarar
a los pandilleros de tu municipio, hablar con ellos y sus comunidades, e
incluirlos en la construcción de una “Santa Tecla sin Violencia”. Tenés la
experiencia para buscar el diálogo y soluciones integrales sin comprometer el
Estado y la justicia.
Si alguien del nuevo gobierno podía dar
un nuevo rumbo a la política de seguridad, en crisis luego de la llegada de
Ricardo Perdomo, fuiste vos. Bueno, tu presidente y tu partido tomaron otra
decisión, apostaron a los cuadros de ‘línea dura’ y su propuesta de resolver el
problema de la violencia es con más violencia, con una guerra sin cuartel del Estado
contra las pandillas. Y te dejaron la tarea de atraer inversión, pero sin nunca
darte el poder para crear las condiciones para facilitar el crecimiento.
Hoy que la política de Hato Hasbún,
Manuel Melgar, Benito Lara, Eduardo Linares y Ramírez Landaverde ha fracasado,
vos tenés todas las condiciones y el derecho de ofrecerte al presidente como el
hombre que va a sacar el buey de la barranca. Pero con una condición: que te
dejen hacer los cambios necesarios - en la política, en la estrategia, en la
filosofía de seguridad, y en la policía; que te den la autoridad y el respaldo para
poder ejercer el liderazgo necesario para esta misión; que te quiten a Hato y
Melgar de encima…
Tal vez algunos de tus camaradas lo van a
ver con celo, pero tal vez van a decir: que se haga pedazos Oscar, porque este
volado de Seguridad no tienen remedio.
Si vos quieres preservar la opción de
surgir de este gobierno como un líder, no puedes sentarte a la orilla del rio
viendo pasar los cadáveres. Tienes que tomar la iniciativa, ofrecer soluciones,
arriesgarte. Tal vez de esta manera terminás relanzando tu liderazgo. De la
otra forma, simplemente esperando que los demás sigan fracasando en el tema de
Seguridad, te hundirás con ellos.