Escuché al magistrado presidente del Tribunal Suprema Electo, Eugenio Chicas, anunciar que esta vez la propaganda proselitista de la Presidencia (“Buenos Cambios”) estará permitida solamente hasta el 8 de febrero. O sea, durante el último mes hasta las elecciones del 9 de marzo, queda prohibido al gobierno inaugurar obras y propagar logros del Estado.
Lamentablemente, seguimos viendo en todos
los canales de TV los anuncios que promueven las “buenas obras” del gobierno
Funes y que piden continuidad de los cambios. ¿Qué pasó, entonces, magistrados?
¿Quién pone las reglas en estas elecciones, ustedes y la ley, o el presidente
Funes y sus ministros?
No me digan que los anuncios de la
presidencia no son de carácter electoral. Si no fueran sujetos a las
limitaciones que dicta el Código Electoral, ¿en base de qué prohibieron a Funes
y los medios a seguir difundiendo estos anuncios el día de la primera ronda? Es
obvio que estos anuncios son de carácter electoral, o sea intencionados a
influir el voto en favor de un partido y en detrimento del otro. Por esto los
tuvieron que prohibir el día de las elecciones. Pero si son de carácter
electoral, los tendrían que haber sacado del aire durante todo el mes de enero,
y las tienen que prohibir ahora en todo lo que falta para la segunda ronda.
Además, la Sala de lo Constitucional fue
clara en su sentencia: el gobierno y sus integrantes no pueden hacer
proselitismo, y el decreto reciente del presidente que autoriza la
participación de funcionarios del ejecutivo en actos de proselitismo queda
suspendido. Esta sentencia no es vigente solo el día de la votación, sino
siempre, durante todo el proceso electoral.
La delegación oficial de la OEA también
hizo un fuerte llamado de atención a ustedes, el Tribunal Supremo Electoral: No
vuelvan a tratar con tanta negligencia las intervenciones indebidas del
presidente de la República en las elecciones. Hagan su trabajo.
¿En qué pensaron ustedes cuando no
actuaron cuando Casa Presidencial obligó a los medios a ponerse en cadena
nacional presidencial el día antes de la votación?
¿En qué pensaron ustedes cuando los
dueños de los medios, durante el día de la votación, recibieron llamadas de
Casa Presidencial y del presidente para seguir difundiendo sus mensajes
indebidos?
¿En qué pensaron ustedes cuando dejaron
al presidente Funes emitir su programa radial el día antes de la votación,
dedicado caso 100% a arremeter contra un partido y un candidato?
¿Cuáles eran las razones técnicas para
ustedes cambiaron 39 centros de votación a última hora?
El próximo presidente, gane quién gane,
necesita asumir el gobierno con la máxima legitimidad posible. Ya sabemos que
la votación será muy dividida y que el presidente será electo por no más del
30% de la población apta de votar. Así son las reglas. Pero es inadmisible que
ustedes, como autoridad electoral, resten aun más legitimidad a la elección por
su actuación negligente y parcial.
Lo mínimo que ustedes tienen que imponer
es que esta vez el presidente y su gobierno guarden silencio en la recta final,
respetando las reglas y dejando al ciudadano decidir libremente. Cada día que
sigue saliendo la propaganda proselitista del gobierno, se aumenta el
descrédito del Tribunal y sus magistrados.
Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)