Voy a seguir con el tema de la Corte, porque sigue siendo el tema del día: Una Sala (la Constitucional, que usted preside, pero no controla) está preparando una sentencia que podría costarle a usted su cargo, declarando inconstitucional su elección porque usted carece de independencia política; y otra Sala (la de lo Contencioso, que usted no presida, pero sí controla), admitió una demanda que busca desarticular a esta Sala, antes de que pueda desbancar a usted...
Ya en otra carta anterior (dirigida a los
candidatos Saca y Sánchez Cerén, cuyos partidos promueven la desarticulación de
la Sala Constitucional) he hablado de este empate al estilo de las películas
gangsteriles de Quentin Trabantino, donde todos los protagonistas tienen una
pistola apuntándole. El famoso ‘mexican standoff’.
Voy a aprovechar esta carta para hacerle,
mientras todavía esté en su cargo, una serie de preguntas sobre su gestión al
frente del órgano judicial.
¿Es cierto que los nuevos gerentes que
usted nombró en la Corte son cuadros del FMLN? ¿Por ejemplo su gerente jurídico
Orestes Ortez, quien es hijo del dirigente del FMLN Orestes Ortez?
¿Es cierto que usted y sus gerentes están
usando su control administrativo para descongelar cientos de plazas que el
presidente anterior, el doctor Belarmino Jaime, había congelado para reducir el
exceso de personal en la Corte?
¿Es cierto que de estas plazas ustedes
ocuparon ya más de 120? ¿Y que
contrataron muchos cuadros del FMLN que quedaron sin trabajo cuando este
partido perdió alcaldías importantes en el Gran Salvador en el 2012?
¿Es cierto que ustedes han decidido
llenar las restantes plazas hasta después de junio 2014, para responder a la
eventualidad de que el FMLN pierda las elecciones y pida a ustedes que absorban
funcionarios que quedarían en el aire?
¿Quién llamó ahora de nuevo al famoso
cerrajero, a quien su colega Ovidio Bonilla usó para usurpar, por lo menos por
unos días, el despacho del presidente de la Corte, esta vez para violentar las
puertas de sus cuatro colegas magistrados de la Sala Constitucional? ¿Y qué
medidas tomó usted, como presidente de la Corte y de esta Sala, para investigar
estos delitos graves?
¿Es cierto que los 260 vehículos nuevos
que su administración quiere comprar por 2.8 millones de dólares incluyen una
flotilla de camionetas Audi para el uso de los magistrados? ¿Y sabe usted que
estas camionetas alemanas de lujo cuestan entre 10 y 20 mil dólares más que las
camionetas que actualmente usan?
¿Quiénes de los 15 magistrados le han
manifestado que no necesitan que se les renueva sus vehículos, mucho menos con
una camioneta de lujo?
Estoy seguro que usted no va contestar
ninguna de estas preguntas. Ni a mí, ni a sus colegas magistrados, ni a la
opinión pública. Está bien, tal vez esta su actitud ayude para que la
ciudadanía entienda porqué lo van a sustituir: porque no responde a la
ciudadanía sino a un partido.
Saludos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)