Este 31 de julio se celebra el día del periodista. ¡Felicidades!
Espero que no caigan en la tentación de ir a las múltiples recepciones e invitaciones a chupar que nos hacen en estos días muchas instituciones que durante el resto del año nos cierran las puertas.
La mala política informativa del gobierno no se resuelve con unos tragos y discursos en el día del periodista. Ya lo dejó cristalinamente claro mi amigo Ricardo Chacón, editor jefe de El Diario de Hoy, en una columna titulada “No iré a la celebración en Casa Presidencial”...
De alguien que ha criticado duramente el exceso de publicidad-propaganda del gobierno Saca, se exige que al llegar a Casa Presidencial sustituya la propaganda presidencial por una política de información. Lo contrario hizo Mauricio Funes: mantiene el mismo presupuesto de propaganda, inundando los medios con spots de promoción personal.
Del presidente Mauricio Del Cambio no se acepta que pague las deudas de sus asesores brasileños y argentinos de campaña, dándoles el monopolio de publicidad gubernamental; ni que arme en Casa Presidencial una secretaría que concentre el control sobre los medios del Estado que deberían ser medios públicos y autónomos...
De un gobierno presidido por alguien que durante años ha ejercido el periodismo crítico, y que centró su campaña en la falta de transparencia en los gobiernos anteriores, se espera más que armar una Subsecretaría de Transparencia supeditada a la presidencia: se exige puertas abiertas para todos los medios y periodistas, sean simpatizantes o críticos del gobierno.
De alguien cuyo otro tema de campaña ha sido la corrupción en los gobiernos anteriores, se exige que en su gobierno ya n se permite la práctica de “la menta”, o sea de sacar cheques mensuales a periodistas serviles.
Así que, estimados compañeros de pluma, grabadora y cámara: brindemos por nuestra profesión entre nosotros, no con los que quieren controlar y manipular la información.
¡Salud!, Paolo