Las últimas sinvergüenzadas cocinadas entre Asamblea y Casa Presidencial fueron suficientes para colmar la paciencia a cualquiera. La negativa del FMLN y su presidente de derogar el infeliz ‘decreto Néstor’, con el cual los partidos trataron de amarrarle las manos a la Sala de lo Constitucional, dejando al país en crisis institucional y sin protección de sus derechos constitucionales; luego el pacto entre FMLN y GANA, repartiéndose el control del Tribunal Suprema Electoral y de la Corte de Cuentas; y una ‘reforma’ electoral, que no cambia nada, sino deja en manos de los partidos el control de quienes serán los diputados.
Ustedes, los jóvenes profesionales y estudiantes, al fin han salido a la calle y al debate público para mostrar su ‘indignación’ sobre este maltrato a la democracia. Lo tienen que seguir haciendo. En voz alta. Con esto ustedes ya obligaron a ARENA a retractarse de su apoyo al decreto 743 y a asumir la defensa de la división de poderes.
Con sus movilizaciones y su múltiple irrupción en el debate nacional, ustedes ya crearon un clima, en el cual el PCN y el PDC ya no pueden seguir como antes. Ahora ustedes tienen que mostrar que tienen la fuerza moral y comunicativa para impedir que la política de componendas siga prosperando bajo el nombre de GANA y siga penetrando a ARENA y el FMLN.
Ustedes tienen en sus manos el poder de restablecer en las elecciones del 2011 los equilibrios y contrapesos que fueron sistemáticamente destruidos con la compra de diputados y partidos en la Asamblea actual, y con los pactos de impunidad del nuevo gobierno con el saliente. La juventud manda.
Para esto, no es suficiente indignarse. Requiere más: involucrarse. Esta nueva generación ya no puede quedar afuera de la política, de los partidos, de las instituciones. Donde las puertas están abiertas (por ejemplo en ARENA, que para sobrevivir necesita de apertura) ustedes tienen que irrumpir. Donde las puertas todavía están cerradas (en el FMLN), ustedes tienen que golpearlas y romperlas. No vaya ser que toda esta ola de ‘indignación’ en sectores termine en abstencionismo y frustración. No vaya ser que los ‘indignados’ que hasta hace poquito creyeron en ‘el cambio’, no provoquen un cambio en la izquierda – y que los ‘indignados’ de derecha no tomen ventaja de la necesidad de ARENA de renovarse.
Saludos, Paolo Lüers