A 15 días del no tan noticioso lanzamiento del plan estratégico de seguridad vial, las cifras de accidentes de tránsito no bajan, lastimosamente esos choques se traducen en sufrimiento y dolor para muchas familias, siempre hay lesiones que lamentar y en el peor de los casos muertos, lo peor de todo es que sigo viendo la misma actitud por parte de las autoridades encargadas del tema, no hacen casi nada por evitar esta situación.
No hay día que no encontremos en las páginas de los rotativos una gran colisión o que los noticieros televisivos no trasmitan una nota sobre un aparatoso accidente. Las declaraciones de los agentes de tránsito la mayor parte de las veces son las siguientes: que el accidente se dio por exceso de velocidad o por imprudencia del conductor. De hecho estas son dos de las tres causas de porqué ocurren accidentes viales en El Salvador.
Sabiendo esto, siguen sin hacer nada en el plano operativo, es decir en las calles y autopistas. Lo que yo veo por parte de las autoridades competentes es un esfuerzo por argumentar con cifras la necesidad de invertir $3.5 millones de dólares disque para evitar más accidentes de tránsito, pero no tienen ni idea de cómo hacerlo.
Las autoridades consideran que las cifras se pueden reducir, si peatones y automovilistas respetan las normativas de tránsito. Por ejemplo, Valdemar Flores Murillo, subdirector de tránsito terrestre, consideró que es necesario que los automovilistas asuman con responsabilidad su rol en las calles al momento de conducir, esto es muy cierto, en un mundo donde opere la lógica y la forma correcta de hacer las cosas como norma de vida.
El Salvador no es el caso, tenemos que ser realistas, en un país donde impera una cultura machista del “más vivo”; donde por una extraña razón el conducir rápido y de forma agresiva es un gusto cotizado, donde no importa el tiempo de los demás conductores solo el de uno; donde hacemos un tercer carril en un embotellamiento para ganar un par de segundos, donde cruzamos a la izquierda sobre una doble amarilla en lugar de hacerlo por los lugares correctos, difícilmente veo como en el corto y mediano plazo logremos los conductores tomar conciencia de nuestro rol y las responsabilidades que eso conlleva.
Así que, las autoridades competentes deben tener una apuesta estratégica que vaya encaminada a hacer más difícil el hecho que ocurra un accidente de tránsito, la táctica a seguir es simple; salir a las calles y a las autopistas, poner controles permanentes pero en puntos estratégicos.
Por distintos puntos del país, la carretera Panamericana está siendo el escenario de aparatosos accidentes, por ejemplo el tramo de la carretera San Salvador – Santa Ana (ida y vuelta) del Kilómetro 35 al 42 es un sector de muchos accidentes, entonces: pongan un control de velocidad permanente en ese tramo; que sorpresa se van a llevar los carros, buses, camiones y rastras que vengan bajando el congo a toda velocidad y se encuentran con un reten controlando la velocidad, esto evitaría que ingresen a ese tramo a una velocidad irracional donde el menor error en el volante produce un accidente bestial, además por la forma en que manejamos acá, los retenes hasta serían rentables. Pero ojo cuando digo permanentes es literalmente, porque sino estamos jugando a Pepito y el lobo, hay cosas que no las vamos a aprender sino es con el garrote, y conducir correctamente es una de ellas.
Otro ejemplo es el tramo de la carretera Panamericana conocido como Los Chorros, los automovilistas ya sean carros, buses, microbuses, camiones, etc., suben y no se diga bajan como si fuera un auténtico rally, la mayor parte de las veces hay un reten a la salida de Santa Tecla, yo me pregunto ¿de qué sirve un reten policial ahí? Ciertamente no es muy útil para reducir los accidentes, el reten debe estar a mitad del camino, donde permita controlar que el automotor traiga una alta velocidad y que obligue al mismo a continuar el trayecto a una velocidad moderada. Así como estos dos ejemplos hay varios más sobre la mencionada carretera, si revisan las estadísticas se darán cuenta de cuáles son, entonces porqué no tomar cartas en el asunto.
Por último, no sé si sólo los policías de tránsito pueden imponer esquelas, sí esto es así debe cambiar, porque es tan frustrante ver como los automovilistas cometen faltas dentro de las ciudades frente a un policía y este no puede hacer nada al respecto, he visto microbuses sobrepasar en sentido contrario y a la par va una patrulla del 911 que no hace nada, he visto microbuses estacionarse por 5 minutos en una parada no reglamentaria e igual la policía no hace nada porque no es de tránsito, carros cruzando a la izquierda donde no es permitido y un agente policial ahí que tampoco hace nada porque no tiene el apellido “de tránsito”.
Comiencen a tomar cartas en el asunto, necesitamos acciones practicas que den resultados.