martes, 19 de abril de 2011

Carta a mis cheros en Cambio Democrático

Estimados amigos:

Hace más de dos años, cuando ustedes decidieron subirse al tren del FMLN y de Mauricio Funes, yo les advertí: Puede ser que este tren les lleve al gobierno, pero seguramente les lleva al suicidio político...

Lastimosamente tuve razón.

En vez de andar detrás del poder (que de todas maneras no lo iban a tener ustedes sino que iba a ser compartido entre el FMLN y los Cáceres), deberían haber defendido su independencia como izquierda democrática. En vez de meterse bajo las faldas del FMLN, deberían haber enfrentado la difícil tarea de construir una alternativa reformista, junto con los Renovadores, el FDR y muchos ciudadanos cansados del juego estéril entre “revolucionarios” y conservadores.

Bueno, ustedes apostaron a la vía más fácil: entraron al gobierno del FMLN, de Funes y de los Cáceres. Como la proverbial “quinta rueda”. O la hoja de parra que tapa lo obsceno....

Ahora tienen el resultado a la vista: Ahora ustedes están en la situación absurda de tener que escoger entre la cólera y la peste. Unos quieren mantener en la Secretaría General del partido a Oscar Kattán, a pesar de todas las acusaciones de corrupción y abuso de poder contra él, debido a su malísima actuación en el Seguro Social. Otros lo quieren sustituir por Tomás Chévez, el ex-candidato presidencial del PCN. Antes habían coqueteado con Pablo Durán, un personaje expulsado del PDC acusado de abusos sexuales...

¿Y qué pasó con todos los líderes que el CD ha tenido? ¿Qué pasó con Rubén Zamora, con Héctor Silva, con Héctor Dada – los grandes figuras opositoras del pasado? Sacrificaron a su partido –y las ilusiones que muchos ciudadanos tuvieron del Cambio Democrático, para ocupar nichos en el gobierno. Nichos sin poder. Nichos sin capacidad de promover un proyecto político propio y alternativo.

Una historia triste. Una tragedia (o tragicomedia) de traiciones, tentaciones, pérdida de ética...

¿Y por qué todos ustedes no retoman el partido, lo sacan del gobierno y de las garras de los liderazgos desgastados, y comienzan a construir algo nuevo y audaz? ¿Tienen miedo de ser independientes?

Les saluda Paolo Lüers

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