martes, 26 de mayo de 2009

Democracia o bancarrota


La forma es tan importante como el contendido. Presentar al nuevo COENA -que supuestamente es resultado y a la vez instrumento de la renovación de ARENA- uniformado de chalecos tricolores, como si fuera una nueva brigada de pinta y pega, despierta la sospecha que cambiaron a todos para que nada cambia...

¡Cuidado con esos mensajes! Pueden dar tranquilidad a los conservadores dentro del partido, pero decepcionan a los muchos, dentro y fuera del partido, que esperan renovación de verdad.

Al fin ARENA tiene COENA. Parecen buena gente. Pero en política, ser buena gente es importante, pero no suficiente. Se necesita la capacidad de pararse a todo tipo de poder: gobierno, presidente, partidos adversarios, empresarios, banqueros, argollas. A sus propios amigos...

Pararse y quedar parados, de esto se trata. En esta nueva dirección de ARENA, el único que tiene este peso político, es Alfredo Cristiani.

Entonces, ¿quién va a mandar en ARENA? ¿Quién va a construir la nueva base ideológica? Este nuevo COENA puede tener mucha disposición a jugar este papel, pero ¿está preparado para esto? ¿Está dotado del poder para hacer esto?

¿O va mandar la Comisión Política? O sea, los ex-presidentes. Pero a un partido no se puede dirigir con un consejo de ancianos o sabios, como si fuera una tribu amazónica. Un partido puede ser salvado, por sus ex-presidentes, pero no gobernado.

Hay que decir las cosas por su nombre: Los ex-presidentes hicieron un golpe de Estado, porque las instancias formales no funcionaron. Un golpe necesario. Pero siempre golpe. Se pasaron encima de los estatutos, deshicieron los poderes existentes, actuaron como dirección de facto...

Y después del golpe de Estado, ¿qué? Sólo hay dos caminos: O a la dictadura, o a la democracia.

Normalmente, los golpistas retienen el poder. O ponen unas marionetas para ejercer el poder detrás de las bambalinas.

La excepción es que los golpistas se dediquen a construir las condiciones para establecer democracia lo más antes posible.

¡Se necesita lo excepcional! ARENA necesita que el nuevo COENA asuma de verdad. Que se pare incluso a los ex-presidentes. Necesita que los ex-presidentes les ayuden a asumir el poder.

El consejo de sabios tiene que tener claro: O encaminan a ARENA a más democracia, o a su muerte. O usan la usurpación del poder para establecer, por primera vez, verdadera democracia en el partido, con primarias de verdad, con inclusión de los ciudadanos en la vida partidaria -- o serán los administradores de su bancarrota.

Todo esto es, por supuesto, gradual. La democracia no es una cuestión de decretos, sino de construcción. Ahora ARENA necesita de la autoridad y de la capacidad de decisión de la Comisión Política. No sólo el partido, sino el país: Esto se mostró, de manera ejemplar, cuando Antonio Saca y Alfredo Cristiani negociaron con Mauricio Funes y el FMLN el acuerdo que hace viable la transición gubernamental y la situación financiera del Estado. No del gobierno saliente, no del gobierno entrante, sino del Estado.

Pero gradualmente ARENA tiene que construir democracia e institucionalidad en su interior. Al mismo tiempo, tiene que disputarle al Frente y su presidente la iniciativa en el campo de las reformas políticas y de la recuperación del crecimiento económico. Para eso, ARENA necesitará más que la suma de su Comisión Política y su COENA. Incluso si ambas instancias trabajan bien, siempre hará falta la inclusión activa de las mejores cabezas que hay dentro y fuera del partido. Si esta inclusión tiene la forma de un ‘gabinete de sombra’ que me tomé la libertad de proponer, u otra forma creativa, eso será tarea de ARENA por definir. Y de esto dependerá su futuro.

(El Diario de Hoy, Observador)