martes, 3 de marzo de 2009

ESPARCEN FALSA ENTREVISTA PARA ACUSAR A RODRIGO AVILA

Como suele suceder en vísperas electorales, surgen varias campañas negras cuyo único propósito es desinformar y engañar a la población. Este es el caso de una falsa entrevista que circuló en el Internet y en algunos medios salvadoreños en la que desprestigian a un candidato presidencial salvadoreño utilizando de manera malintencionada el nombre de Revista …Yqué? y el de su Director Editorial, Alejandro Arroyave.

Nuestra redacción recibió numerosas llamadas y correos de nuestros vecinos salvadoreños y de organizaciones de prensa nacionales e internacionales, consultando la veracidad de una supuesta entrevista que …Yqué? habría realizado al ex diputado guatemalteco Manuel De Jesús Castillo desde la cárcel, sindicado de tener responsabilidad en el asesinato de 3 diputados salvadoreños al Parlacen. Revista …Yqué? aclara ante la opinión pública que nunca ha realizado tal entrevista y que rechaza esas prácticas de desinformación, puesto que perjudican grandemente el proceso democrático, frágil ya de por si, en países como los nuestros.

En dicho montaje, las falsas declaraciones de “Manolito” Castillo indican que uno de los 2 candidatos que se disputan la Presidencia de El Salvador es responsable del crimen de los diputados al Parlacen, lo que evidencia que se trata de una campaña de desprestigio en la carrera final hacia las elecciones de ese país.

Revista …Yqué? desconoce si existe alguna verdad en esas declaraciones, pero sí identifica claramente su carácter de campaña negra, por lo que recomienda a los vecinos salvadoreños no tomar en cuenta esa falsa información, y por el contrario, instar a las instituciones de prensa del país a investigar el caso.

Lamentablemente, el Internet permite la reproducción desmedida de cualquier tipo de mensaje, sea cierto o no, fenómeno al que se le debe prestar mucha atención. Con el objetivo de orientar mejor al usuario de Internet, nos permitimos a continuación, con todo respeto, reproducir un extracto del artículo “De tecnología y campañas negras” del periodista Mario Antonio Sandoval, publicada en su columna Catalejo en el diario Prensa Libre, en el que aborda el tema con mucha claridad y ofrece acertadas recomendaciones para los usuarios de la red:
“EN POLÍTICA, LA PERVERSIÓN mayor de la Internet es la posibilidad de crear y diseminar campañas negras. Lo mismo ocurre con mensajes ofensivos, o simples mentiras, diseminadas desde direcciones electrónicas falsas, en el sentido de haber sido creadas con el objetivo de enviar estos mensajes denigrantes, llenos de falsedades o de interpretación antojadiza y malintencionada de algún hecho cierto. El usuario de computadoras se convierte en una víctima de la efectividad y certeza del Internet como medio de información, pues a diferencia de una mayoría abrumadora de casos, en los cuales es cierto lo expresado en los mensajes, en estas ocasiones el contenido tiene el fin de causar daño. En realidad, es difícil poder discernir cuándo es correcta y bien intencionada la información y cuándo debe ser desechada porque es falsa.
LAS CAMPAÑAS NEGRAS TIENDEN a aumentar en los meses previos a las elecciones. Algunas son grotescas, con lo cual disminuyen las posibilidades de su efectividad, pero otras son sutiles, y por ello también más peligrosas. Se prestan sobre todo a textos apócrifos, en el sentido de fingidos. Cualquiera puede copiar el logotipo de una institución, colocarlo en una página, escribir un mensaje mentiroso y enviarlo a docenas de personas, con la esperanza de provocar un efecto multiplicador, cuando los recipiendarios a su vez los envíen a otra gente, y así sucesivamente. Igualmente se pueden crear sitios o direcciones falsas supuestamente pertenecientes a alguien.

EL USUARIO DE INTERNET debe entonces dudar de todos aquellos mensajes con información sobre políticos, actividades relacionadas con las elecciones, candidatos, autoridades electorales, etcétera. Al más mínimo asomo de duda, simplemente desecharlos y, sobre todo, no enviarlos a más personas. Es la única manera de detener su efecto pernicioso: enviarlos a otra gente convierte en cómplice a quien lo hace y, eventualmente, sujeto a una demanda jurídica con base en la Ley de Libre Emisión del Pensamiento, también el marco de regulación de las comunicaciones realizadas por medio de Internet. Pero sobre todo, rechazarlos implica una derrota para quienes basan su efectividad electoral en esa forma de diseminación de falsedades.”

(Revista "Y qué" de Guatamala)