La gestión de los recursos naturales tiene que ser realizada en distintos niveles para que sea exitosa y sostenible. Normalmente le atribuimos esta responsabilidad al gobierno central. Aunque este tenga una gran responsabilidad, no es el único. Los gobiernos locales tienen una gran importancia en el desarrollo de esta tarea; así como las organizaciones civiles, la empresa privada y nosotros, los ciudadanos. Sólo a través de una gestión compartida entre todos estos niveles (actores) podemos llegar a tener un sistema de conservación el cual nos permita un desarrollo económico y ambientalmente sostenible.
Desde hace varios años se viene gestando una iniciativa que debería de servirnos de ejemplo de cómo se debe de crear ese sistema de conservación. En San Vicente, el municipio de Tecoluca está creando el Parque Ecológico León de Piedra. Esta iniciativa ha sido llevada adelante gracias el empuje y la determinación de la municipalidad. Gestionaron dinero de la cooperación internacional. Así el ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz (España) les ha donado una considerable cantidad de dinero para la realización de este proyecto. La idea es desarrollar un parque ecológico municipal, que forme parte del Sistema de Áreas Naturales Protegidas de El Salvador, un sitio que permita que la comunidad disfrute del ocio en contacto con la naturaleza. Teniendo un área de alta calidad para que los vecinos disfruten y valoren la naturaleza, están formando conciencia de la importancia de estas áreas. Las comunidades forman parte de la iniciativa y la empujan. Para ayudar a la alcaldía con los servicios de protección del área se ha creado un grupo de guardarrecursos que están siendo capacitados por el proyecto, también otros grupos para ofertar otro tipo de servicios. La comunidad no sólo tendrá a su disposición este sitio, sino que también podrá obtener beneficios económicos.
Es sencillo cuando hay voluntad para realizar un proyecto. En un área con buena oferta paisajista van a construir una infraestructura central que sirva de recepción, una alberca más o menos natural, una zona de picnic, otra de cafetería y unos senderos. Esto, al realizarse con altos estándares de calidad, es suficiente para comprender y valorar la naturaleza que rodea el lugar. Al mismo tiempo el área servirá para resguardar sitios arqueológicos y nacimientos de agua, que son tan importantes para las comunidades vecinas.
Este proyecto además le puede dar proyección regional y hasta nacional al municipio de Tecoluca. Así otras alcaldías podrían retomar estas iniciativas y brindar alternativas de ocio con naturaleza a sus habitantes.
Hay otras alcaldías y mancomunidades que también están haciendo esfuerzos similares. La mancomunidad de La Montañona está haciendo lo suyo en la parte alta de Chalatenango. Lo municipalidad de Cinquera, en asocio con otras organizaciones, también está haciendo un buen trabajo con el bosque de montaña de Cinquera. La municipalidad de Arambala, después de mucho trabajo, tiene un decreto municipal de protección del Río Sapo. Así seguramente hay muchas más municipalidades haciendo trabajo para manejar y gestionar sus recursos naturales de una manera sostenible.
Este trabajo desarrollado desde el ámbito municipal no es exento de problemas. Para que el parque ecológico de Tecoluca existiera fue necesario un gran cabildeo político para que las tierras fueran traspasadas del ISTA al Ministerio de Medio Ambiente, y que este firmara un convenio de coadministración con la alcaldía. Como se imaginarán, el camino no es fácil, pero tampoco es imposible. El camino que tiene que seguir El Salvador es este, donde los actores locales toman más control sobre la utilización de sus recursos. En ese país existe un futuro en el que podemos tener confianza que tendremos un verdadero desarrollo sostenible. Así que hoy Tecoluca puede sentirse orgullo del Parque Ecológico León de Piedra.