Estimados presidenciables:
La suspensión del TPS para los 200 mil salvadoreños era previsible. El racismo y la discriminación de inmigrantes es parte del ADN de Donald Trump.
La suspensión del TPS para los 200 mil salvadoreños era previsible. El racismo y la discriminación de inmigrantes es parte del ADN de Donald Trump.
El intento de voceros de ARENA de culpar al FMLN y su discurso rayado contra “los yanqui” no abona en nada para enfrentar la situación creada por esta decisión tomada. Es politiquería barata en tiempos electorales. Incluso sin las políticas del gobierno de Sánchez Cerén de alianza con Venezuela, e incluso si las gestiones de su canciller Hugo Martínez no hubieran sido tan torpes, Trump hubiera suspendido el TPS.
Hugo Martínez y muchos bien intencionados se empeñaron en convencer a Washington que suspender el TPS es contra sus propios intereses: el interés nacional de Estados Unidos de tener estabilidad al sur de su frontera, y el aporte de los migrantes a la economía norteamericana. Es como la fábula del escorpión y la rana: La rana se ofrece a pasar al escorpión al otro lado del río, pero a medio camino el escorpión le da su mordida letal. Ambos se van a ahogar. La explicación del asesino: “No puedo evitarlo. Es mi naturaleza”.
Vea este video del New York Times:
Their Status Is Temporary. But to Salvadorans, the U.S. Is Home.
Nunca se trató de tener una política de
emergencia para evitar lo inevitable. Lo que necesitamos es una política
coherente, capaz de influir en la opinión pública y la clase política
de Estados Unidos para construir una reforma migratoria de fondo.
Pero ni el gobierno, ni la oposición la construyeron. Ahora nos quedan 18 meses. Este es el plazo que la administración Trump dio para que los 200 mil salvadoreños salgan de Estados – o que el Congreso resuelva el asunto.
El que tiene la responsabilidad ahora de enfrentar este reto, más que el gobierno del FMLN que ya va de salida, es ARENA. Y dentro de ARENA, los hombres que aspiran a ocupar Casa Presidencial a partir del 2019. Tienen que apartarse de la politiquería y comenzar a construir, desde ya, la política exterior y migratoria que necesita el país. De todos modos, el FMLN no está en condiciones de hacerlo: Tiene su propio ADN, que para el futuro de nuestros migrantes –y de nuestro país- es igual de dañino que el de Trump.
Ustedes dos, quienes disponen en EEUU de interlocutores serios, tienen la responsabilidad de construir, ¡desde ya!, los puentes y las bases sólidas de una futura política de Estado, ambos necesarios para aprovechar el plazo fatal de 18 meses. No pueden apostar a que el 1 de junio 2019, cuando quieren asumir la presidencia, pueden comenzar a resolver el problema.
ARENA y el FMLN, en los períodos que han gobernado, no se han manchado de gloria en esta tarea de establecer con Estados Unidos las relaciones y los acuerdos que garantizan a futuro los derechos de nuestros migrantes y nuestro interés nacional como nación que necesita que la migración siga funcionando como válvula de alivio la presión social.
Está en sus manos, señores. Si en este asunto de sumo interés nacional pueden actuar de forma conjunta, sería su prueba de madurez.
Saludos,
(MAS! / El Diario de Hoy)