Las imágenes de Peñas Blancas, con mas de mil migrantes cubanos barrados en la frontera, bloqueado su paso por el ejército y la policía de Nicaragua, parecen mucho a las fotos que durante semanas hemos visto de Hungría, Eslovenia, Croacia y Serbia.
En ambos casos hay gente que solo pide
paso libre para llegar adónde su sueño y su desesperación los llevan y dónde se
sienten bienvenidos y respetados. Los que el ultraderechista y racista gobierno
húngaro no quiso dejar pasar por Hungría, eran refugiados que huyen de las
guerras en Siria, Irak y Afganistán y quieren llegar a Alemania o Suecia, y los
que vos reprimís en Peñas Blancas son cubanos que no creen en el cambio en Cuba
y quieren llegar a Estados Unidos.
¿Quién sos vos para juzgar si tienen
razón y derecho de haber salido de su país? ¿Qué te importa? Ellos no piden
asilo en Nicaragua, solo libre paso. En vez de hablar por teléfono a Castro
para que te diga que los detengás, la única cosa que tenías que hacer es hablar
con los gobiernos de Honduras, El Salvador, Guatemala y México para organizar
que lleguen a Estados Unidos.
Para vos, no son refugiados. Bueno, que
yo sepa, pasar en lanchitas o baldas por un mar para salir de un país a riesgo
de ahogarse no lo inventaron en el Mar Mediterráneo, lo inventaron en Cuba.
Repite: ¿Quién te nombró juez sobre esta gente que está dispuesta de ir
caminando de Ecuador a Estados Unidos?
Los gobiernos solo les tienen que dar la
visa de paso, nada más. Estoy seguro que los nicas se harán cargo de darles
comida, techo y consuelo. Igual que lo haríamos en El Salvador, si nuestros
gobiernos se ponen de acuerdo de abrir las fronteras y dejarlos pasar.
Los centroamericanos no somos menos hospitalarios
que los pueblos de Europa que recibieron con solidaridad a los refugiados de
medio oriente. Los que no saben responder con humanismo son los gobiernos.
Bueno, algunos gobiernos, como el tuyo aunque se dice revolucionario.
Simplemente déjalos pasar, Daniel. Ni al
gobierno cubano ni al tuyo le conviene que los medios estén llenos de cubanos
que se enfrentan a garrotes y fusiles sandinistas. Entienda una cosa: Una multitud
que viene caminando atravesando
continentes, sufriendo hambre, enfermedades y hostilidades burocráticas, nadie
la va a detener, a menos que esté dispuesto de masacrarlos. No creo que tengás
el estómago para esto, Daniel.
Simplemente dejálos pasar. Saludos,
(Mas!/El Diario de Hoy)