Y todo a
partir de una información falsa. Los pandilleros de la MS no han buscado ellos
asumir la vigilancia en el mercado. Ni siquiera a ellos se les ocurre una idea
tan absurda. Han planteado a la alcaldía que el CAM asuma la vigilancia en el
mercado, ya que los vigilantes actuales son corruptos y actúan para defender y
encubrir sus negocios relacionados al contrabando, la droga y la
comercialización de mercadería obtenida por una red de roba furgones.
Hay muchos
elementos que indican que el cuerpo de vigilantes existente se ha convertido en
otra banda, que compite con las otras por el control del territorio – y de los
negocios sucios. De ahí vienen los pleitos, los enfrentamientos, los rumores de
toque de queda, y los recientes homicidios. Ustedes, los reporteros, en todo o
que se ha escrito sobre el pleito en el mercado, no mencionan que hay muertos
de todos los bandos: pandilleros, vendedores, vigilantes. Y de paso sea dicho:
mucho más pandilleros que vigilantes.
En este
sentido, tiene sentido llegar a la conclusión que la seguridad del mercado no
puede seguir estando en manos de uno de los grupos delincuenciales en pugna por
el control. Entonces, también tiene lógica la propuesta de los pandilleros de
la MS de que con el CAM tome control de la situación una autoridad ajena a los
pleitos entre diferentes grupos delincuenciales.
Me consta que esta
fue la propuesta de la MS, porque me buscaron para trasladarla a la alcaldía.
En esta propuesta que me pidieron trasladar, incluso se comprometieron a
respetar y no agredir a los agentes del CAM. Trasladé esta propuesta a la
alcaldía, pero no tengo conocimiento si actuaron sobre ella y qué decisiones
tomaron. Lo que sí me consta es que los pandilleros que me contactaron estaban
buscando parar la escalada de violencia que afecta a todo el mercado,
incluyendo a los miles de vendedores y usuarios inocentes que nada tienen que
ver con los pleitos de control.
Yo sé que los
pandilleros no son angelitos. Muchos de ellos están en el mercado para
trabajar, pero otros para delinquir. O para ambas cosas. Es una realidad que a
corto plazo no podremos cambiar. Nadie lo ha podido, ni con la super mano dura.
Entonces, cualquier posibilidad de reducir la violencia en el mercado (aunque
tal vez no la delincuencia) hay que verla con atención y responsabilidad.
Regreso al
punto de partida, colegas: La información incompleta, parcial, distorsionada
que a veces publicamos en nuestros medios, en vez de calmar los ánimos de la
gente, echa leña al fuego. De esta manera, una noticia mal investigada y
escrita con el hígado y no con la razón, provoca que los odios y resentimientos
que de todos modos existen en la población, debido al grado de violencia que
sufre, desemboque en pedir a gritos que revivan la Sombra Negra y los
escuadrones de la muerte...
No sé si
ustedes leen los cientos de comentarios violentos que sus notas provocan, llenas de lenguaje obsceno, a veces
abiertamente fascista. Deberían. Dan asco. Obligan a reflexionar.
Ya se que
muchos van a decir que yo defiendo a los mareros. No es cierto: defiendo la
posibilidad de reducir la violencia mediante el diálogo y la inclusión. A
ustedes, los periodistas, no les pido que tengan simpatía con los pandilleros
-¿a título de qué tendrán simpatía?-, ni siquiera que apoyen la tregua y otros
esfuerzos de pacificación. Solo les pido que hagan bien su trabajo, con respeto
a los hechos, sin distorsiones.
Saludos, Paolo
Lüers