¿Saben cuál es el reto más difícil en este negocio de escribir columnas (o cartas) de opinión? Mandar mensajes positivos. Porque no todo es negativo. Nuestro oficio principal es la crítica, pero ¿cómo logramos reflejar las buenas noticias? Las buenas noticias ya de por si tienen malas cartas en los periódicos. Es mil veces más fácil escribir sobre un asesinato que escribir sobre alguien que no fue asesinado porque de alguna manera se cortó a tiempo la mecha de la violencia...
Por esto, tengo que aprovechar la
oportunidad que como alcaldes me dieron para resaltar algo sumamente positivo
que está pasando en nuestro país. El miércoles pasado, don Paco Rábena, el
embajador de España, invitó al Centro Cultural de España en San Benito a un
foro de discusión con 6 alcaldes de los denominados “Municipios Libres de
Violencia”.
Estaban presentes 6 de los 11 alcaldes
que han logrado firmar acuerdos locales con todos los liderazgos comunitarios
(incluyendo de las pandillas) para trabajar juntos en la tarea de reducir la
violencia en sus municipios. 3 alcaldes del FMLN (Santa Tecla, Ciudad
Delgado, Zacatecoluca) y 3 de
ARENA (Quezaltepeque, Ilopango, Apopa).
Ustedes dieron testimonios y análisis
realmente convincentes de cómo han logrado dar más tranquilidad a sus
comunidades. Menos miedo, más diálogo, espacios públicos y negocios
recuperados; jóvenes que se partan de la violencia; pandilleros que buscan la
reconciliación con sus comunidades - luego de haberles hecho tanto daño.
Lo de ustedes ya no es pajas mental. Es
vivencia, son experiencias y números comprobables. Lo más impresionante: Ante
la magnitud de la tarea, las diferencias partidarias e ideológicos no se han
borrado, pero han dejado de ser obstáculos para trabajar juntos y aprender uno
del otro...
Alguien les preguntó: ¿Y realmente son
libres de violencia sus municipios? Entre todos dieron la respuesta: Claro que
no. Somos alcaldes, no magos. Sigue existiendo violencia, siguen habiendo
asesinatos en nuestros pueblos. Pero hemos logrado los mecanismos y diálogos
necesarios para intervenir en la cadena de venganza y cortar la escalada de la
violencia. Intervenir con alternativas pacíficas.
Y viendo los números, se dibuja una
imagen bien clara: Mientras en el país, desde junio de este año, hubo un
incremento de los asesinatos, en sus municipios pasó lo contrario, sigue
disminuyendo la violencia e incluso la extorsión. ¿Por qué? Por que gracias al
liderazgo, la visión y el coraje de ustedes, en sus municipios se ha
consolidado la tregua, ha echado raíces en los barrios y las colonias, ha
propiciado procesos de reconciliación dentro de las comunidades. En los
municipios de ustedes se está trabajando en serio en la reparación del tejido
social que hemos destruido con la
guerra, la exclusión y la violencia. Esta es la diferencia entre sus municipios
y el resto del país.
En el gobierno se habla de inclusión, en
sus municipios se practica. Y el hecho que el gobierno les prometió fondos,
pero nunca cumplió su palabra, no los ha detenido a ustedes, sólo los hizo más
creativos.
Alguien del público preguntó: ¿Y por qué
este proceso positivo no se refleja en los medios de comunicación? Pues,
repito: Esto es el reto más complicado para nosotros, los periodistas.
Es un reto también para toda la sociedad
y la política. Los municipios que logran reducir la violencia y las extorsiones
deberían ser premiados (por el gobierno, las iglesias, la cooperación
internacional y la empresa privada) con incentivos económicos; con fondos para
invertir en proyectos de prevención y reinserción; con campañas publicitarias.
Los verdaderos “Pueblos Vivos” son los que protegen la vida, no sólo los que
más bonito pintan sus casas y hoteles. Los héroes escondidos de este país son
ustedes: los alcaldes y otros líderes comunales que contra viento y marea hacen
verdad la idea del “Municipio Sin Violencia”.
Con mucha admiración, Paolo Lüers
(Más!/EDH)