martes, 31 de diciembre de 2013

Carta a los personajes del año 2013

Saludo con enorme respeto a los personajes que en una escala de 0 a 10 se han ganado 10 puntos - por excelencia y por extraordinarios esfuerzos por nuestro país. A todos ustedes los necesitamos con urgencia en el 2014.
Monseñor Fabio Colindres y Raul Mijango, mediadores entre las pandillas y entre las pandillas y la sociedad. Con su coraje civil, humanismo y visión han abierto una oportunidad para la paz, la reconciliación, y la rehabilitación del tejido social.

Los “Cuatro Magníficos” de la Sala de lo Constitucional, por su rigurosidad y honestidad intelectual. Además han mostrado ser la última línea de defensa de la institucionalidad democrática, mientras ellos animaban el surgimiento de un movimiento ciudadano capaz de asumir esta tarea.

Billy Sol Bang, ex-presidente de CEL, por mostrar cómo un ciudadano valiente puede enfrentarse al intento de usar la justicia para fines políticos.

Francisco Hirezi, alcalde de Zacatecoluca, del FMLN, representando a los 11 alcaldes que se atrevieron a construir acuerdos contra la violencia en sus municipios. Se ganó mi respeto por su especial dedicación y paciencia para encontrar soluciones pacíficas a los problemas de su ciudad.

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Saludo también (aunque con menos respeto) a los personajes que en una escala de 0 a 10 ni siquiera han llegado a 3 puntos, destacándose por acciones lesivas a la cohesión social y la institucionalidad democrática del país. Deseo ver disminuidas su incidencia en el 2014.

Sigfrido Reyes, presidente de la Asamblea Legislativa, por su incansable labor en contra la transparencia y la independencia de la Corte Suprema.

Salomón Padilla, ex-presidente de la Corte Suprema, por su intento de dirigir el órgano judicial con criterios partidarios.

Guillermo Gallegos y Francisco Merino, dirigentes de UNIDAD, por profundizar la crisis de credibilidad de la clase política.

Walter Araujo, ½ magistrado del Tribunal Suprema Electoral, por tratar de convertirse en jugador de ofensiva sin abandonar su papel de árbitro.

Ricardo Perdomo, ministro de Justicia y Seguridad, por el oportunismo y egocentrismo que lo llevaron a boicotear los mecanismos exitosos de mediación que habían producido una sensible reducción de la violencia. Pero hasta en esto fracasó.

Gerson Martínez, ministro del MOP, por incapacidad. Puede ser que no robe como anteriores ministros del MOP. Pero está poniendo todo el sistema de transporte y tráfico patas arriba por razones electorales.

Mauricio Funes, presidente, por el cinismo con que ha defraudado las grandes expectativas que generó en un gobierno comprometido con la transparencia, la meritocracia, la lucha contra la corrupción y los ideales de monseñor Romero.

Paco Flores, ex-presidente, por falta de transparencia.

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También saludo a los que en esta escala de valores cívicos se ubican en el campo medio, mostrando logros importantes, pero mezclados con errores y reveses.

En este grupo quiero destacar a Luis Martínez, el fiscal general, que ha asumido la tarea de llevar su institución a la independencia y profesionalidad que necesita - lo que es sumamente positivo. Pero está centrando esta estrategia excesivamente en su propia persona - lo que es un peligro. Desearía que en el 2014 se consoliden sus logros y se superen sus deficiencias.

Feliz año para todos, Paolo Lüers
(Más!/EDH)