Primera lectura: Nadie ha logrado
despegarse del pelotón, como se dice en el ciclismo. Cualquiera puede ganar,
cualquiera puede ser el descalificado en primera ronda.
Otra lectura: ARENA ha hecho el giro en
su campaña, Paco Flores ha asumido la dirección de la campaña, han empezado a
gastar seriamente en medios – y no han logrado levantar a Norman Quijano. Por
lo contrario, el candidato del FMLN ha tomado la delantera, y Saca ha cerrado
la brecha.
Tercera lectura: Ya varios meses de todos
contra ARENA (el presidente en cada aparición pública; los partidos del Bloque
FMLN-GANA-PCN-PDC; más los 5 diputados comprados, más las quintas columnas a la
Walter Araujo) y no han logrado provocar que el apoyo a Norman Quijano se
desplome.
Repito: Todas estas lecturas tienen algo
de verdad. Yo me inclino más a la primera, porque cualquiera de las otras dos
interpretaciones tiene fuertes argumentos en contra. Por ejemplo: el giro de la
campaña de ARENA bajo la dirección de Paco Flores es demasiado incipiente para
poder haber cambiado la tendencia que desde hace meses se inclinaba hacia el
empate entre tres. Además, hasta la fecha ARENA se ha concentrado
exclusivamente en consolidar su voto duro – y exitosamente, porque ya no ha
bajado en las encuestas. Pero ni siquiera se ha dirigido hacia los indecisos y
los sectores fuera del partido. Por tanto, es muy temprano para el juicio que
la ueva estrategia de ARENA fracasó.
Y la lectura más favorable para ARENA
(que a pesar de tener que pelear contra todos, no se ha desplomado), también
tiene su debilidad. ARENA no ha logrado capitalizar lo que debería ser su más
fuerte ventaja: el monopolio de oposición contra un gobierno fracasado. Sin
embargo, ARENA no supo evitar que el campo electoral de la derecha se dividiera
en dos bloques casi iguales, a pesar de que la “otra derecha” (la de Saca)
traicionó y abandonó la oposición al gobierno FMLN y dio sostenibilidad a las
políticas erróneas de este gobierno.
Lo realmente crítico para ARENA es que
parece no entender si su problema es falta de oposición o más bien exceso de oposición.
Por esto con frecuencia cae en cualquiera de estos dos excesos: A veces no
ejerce la oposición que la población espera. Y de repente parece oponerse por
ganas de joder. Muchos le hemos dicho a ARENA: Es por falta de claridad de la
oposición. La cuestión no es cuánta oposición, sino qué tan clara, transparente
y coherente es la oposición...
Me quedo con la lectura que todo está
abierto. Luego de un año de campaña adelantada, al final todo se va a definir
en los últimos meses de la campaña formal. Como debe ser. Haberse lanzado dos
años antes a la jugada no le ha dado ninguna ventaja, ni a Quijano ni a Sánchez
Cerén. Ni tampoco Saca, quien se lanzó más tarde, pero estuvo en campaña desde
el 2009. Me gusta que así sea: tres candidatos, cada uno puede ganar. Cada uno
tendrá que medir cada paso. Cualquier error grave le puede costar la
descalificación a cualquiera de los tres. Tal vez así las campañas se
compongan.
(El Diario de Hoy)