Me alegro que al fin Arena, su candidato
y su equipo hayan logrado darle dirección y personalidad a su campaña. Sólo que
no me gustan. Sin embargo, les deseo suerte, porque ciertamente no podían
seguir en esta angustiante falta de rumbo, definición y liderazgo.
Empecemos con el eslogan principal:
“Juntos vamos a recuperar El Salvador.” Okay, suena fuerte. Entiendo que es un
mensaje principalmente hacía el interior de las propias bases del partido.
Puede ser que en este sentido funcione. Pero dirigido hacía afuera, hacía el
disputado centro de la sociedad, este mensaje es fatal. ¿Cómo que recuperar al
país? ¿Acaso era suyo y quieren que vuelva a ser suyo?
¿Juntos quiénes? Los que no son del
partido y no han sido del gobierno, no han perdido el país en el 2009. Suena
muy feo: Todos juntos los que mantuvieron el poder durante décadas lo quieren
recuperar; quieren recuperar su país como su fuera una finca perdida. Así suena.
Lo que la campaña plantea es dar un paso para atrás, al pasado. Esto puede ser
agradable para los bases de Arena, aunque dudo que para todas. Pero ciertamente
no es atractivo para el centro de la sociedad, donde se encuentra la mayoría de
los indecisos. Estos buscan un rumbo hacía adelante, al futuro. Recuperar es
restablecer el estatus quo de antes. Recuperar es restauración. Pero el país no
necesita restauración, sino reforma. Son dos rumbos contrarios: o van para
atrás o van para adelante.
La sociedad quiere escuchar otro mensaje:
Juntos vamos a construir el país del futuro. Ni siquiera reconstruir:
construir. Esto sí es incluyente. Esto sí es rumbo. Esto sí da ánimo. El
concepto de recuperar incluye solamente a los que sienten que les han
arrebatado un país que legítimamente es de su propiedad.
Si yo tuviera que decidir mi voto
solamente en base de los anuncios que veo en estos días, votaría por el FMLN.
Si comparo el spot del gritón de ARENA
con el spot de 4 años de gobierno del FMLN con los niños corriendo, no hay otra: el gritón, la arenga, las
consignas, las banderas me saben a pasado. El lenguaje y los gestos del
patriotismo barato al estilo de los igualmente insufribles anuncios del
Agrícola me cae en los huevos. En comparación, el spot del FMLN es simpático,
expresa civilidad, es mucho mejor realizado, y no usa banderas ni consignas.
Claro, no creo ninguno de los mensajes, porque no creo en las promesas
cumplidas, por esto no hay peligro que vote por ellos. Pero repito, si solo
fuera por los anuncios, otra cosa sería...
Regresemos a la nueva campaña de Arena.:
“Luzcamos con alegría nuestros colores. Cantemos con orgullo nuestro himno.”
Bueno, entiendo que quieren darle ánimo a sus bases que estaban desmotivados y
con mucha duda sobre la identidad de su propio partido. Correcto. Pero
nuevamente: Animar a las bases con el grito “Adelante al pasado” no funcionará,
y mucho menos funcionará con los sectores críticos, independientes y
profesionales que necesitan que los convenzan que votar por Arena no es votar
por el pasado...
Para darles ánimo a su propia gente y al
mismo tiempo a la agente fuera del partido, Arena tendría que haber adoptado
precisamente lo contrario, lo audaz, la ruptura: Vamos a hacer las reformas que
nadie se ha atrevido a hacer - ni nosotros en el pasado, ni la izquierda en el
presente. Vamos a combatir el autoritarismo y la corrupción con más democracia,
más transparencia, más pluralismo, más debate, más crítica, más concertación, y
con instituciones más independientes...
Para lograr esto, vamos a dejar en el museo nuestro himno y los retratos
del mayor. Vamos a seguir usando nuestra bandera, pero no en primer plano. La
bandera detrás de la cual vamos a unir a la gente no es la de Arena sino la del
futuro.
El estilo de la campaña, así como sus
contenidos, tendrían que ser civil, no militante. De otra manera nadie en los
sectores urbanos, profesionales, jóvenes de clase media (que son los que van a
decidir las elecciones) se podrá identificar con la candidatura. La campaña
tiene que expresar una cultura de ciudadanos, no una cultura interna,
excluyente y militante. Para ganar estas elecciones, hay que convencer votantes
y no reclutar brigadistas de pinta y pega.
Con este estilo de campaña, con estos
mensajes, con este lenguaje, Arena corre serio peligro que, a pesar de la
falsedad de su posición centrista, siga creciendo Saca, aprovechando que nadie
está ocupando el centro de la sociedad. Y que siga incluso creciendo el FMLN,
si en serio está dispuesto de abandonar su estrategia tradicional de inundar el
país con banderas, camisetas, y gorras rojas, como siempre han hecho. Cambio
que no pienso muy probable luego de ver la puesta en escena chavista del 1 de
junio en la autopista sur y el Bulevar Diego Holguien.
Con esta nota estoy iniciando una serie
de artículos para que retomarán el origen de estas columnas que iniciamos en el
2008 bajo el nombre “Observador Electoral”. Incluirá opiniones, crónicas,
entrevistas y análisis de las tres campañas que compiten por la presidencia. Saldrían
semanalmente hasta terminar el proceso electoral.
(El Diario de Hoy)