miércoles, 29 de mayo de 2013

Por arte de magia tomó la delantera el FMLN

Las últimas encuestas más o menos coincidían con la apreciación de casi todas las personas que conozco, independientemente de sus preferencias ideológicas. La percepción generalizada -y las encuestas- nos decían coincidentemente que con la entrada al escenario electoral de Elías Antonio Saca se han consolidado tres bloques con tendencia de empatarse. El Frente con su voto tradicional y duro ya consolidado y con dificultades de crecer. Arena todavía no logrando afianzar su voto duro, y por tanto con espacio para crecer cuanto logre que partido y bases se alineen con el candidato. Saca en un tercer lugar con tendencia de empatar con los demás, robando votos a ambos competidores. Y con el mayor número de indecisos entre tres opciones: Quijano, Saca y abstención – y no entre derecha e izquierda. Por esto la apreciación compartida que a quien más costará crecer es el FMLN...

Pero de repente sale una encuesta que pone al FMLN en una gran ventaja. Según la encuesta presentada el 28 de mayo por la UCA, ya no existe ningún empate: en su medición de partidos el Frente gana con 44% contra los 25% de Arena y los 18.5% que suman Unidad, Gana, PDC y PCN. Y cuando preguntan por los candidatos, Sánchez Cerén recibe 36%, Saca 28% y Quijano 24.9%. Como dicen en bicicletismo: se rompió el pelotón.
 

Quiere decir que según la UCA, han pasado dos cosas recientemente que nadie se ha dado cuenta: El FMLN y su candidato rompieron el desempate y espaparon del montón, tomando una clara delantera. Y segundo: Saca sobrepasó a Quijano, relegándolo a un distante tercer lugar. No voy a decir que es imposible que pasen dos cambios tan dramáticos. Es inusual, pero no imposible. Normalmente los cambios de tendencia, una vez que cada candidato ha consolidado su voto cautivo, son lentos y graduales. A menos que pase algo de mucho impacto, algún evento político contundente, que cambie todo. ¿Pero cuáles serían estos eventos que pueden haber cambiado las preferencias electorales en las últimas semanas en nuestro país? Que alguien me lo cuente.

Sólo hay dos maneras de explicar la sorprendente discrepancia de los resultados de la UCA en comparación con las recientes encuestas de Jabes/EDH, Mitofsky y la UTEC, El Mundo, que todos pintaban más o menos el mismo cuadro. Una es que todas esas encuestas anteriores estaban mal hechas y por tanto la de la UCA es la primera en pintar un cuadro realista y marcar el punto de partida. O asumamos que las encuestas anteriores estaban acertadas, pero que algo pasó, algún terremoto político, que cambió drásticamente la correlación de fuerzas. Bueno, la tercera manera de explicar la diferencia sería que la encuesta de la UCA esté contaminada.

Por más que se revise, es imposible encontrar un hecho político de las últimas semanas que explique este repunte del FMLN y este descalabro de ARENA que diagnostica la UCA. Más bien, analizando el desarrollo de las campañas y de la política nacional, todo indicaba que estábamos en un período en que los tres bloques se consolidaban internamente y en relación con sus bases. Nada indicaba que estábamos en un período de definición y de crecimientos.

¿Será entonces que entre las otras encuestas, por una parte, y la de la UCA, por otra, existe una diferencia metodológica tan marcada como para explicar que pinten situaciones tan diferentes? No sé, el boletín publicado por la UCA no incluye suficiente información demográfica sobre su muestra como para tener un juicio inteligente sobre esto. Me da la sensación que posiblemente la población realmente clave para las elecciones (urbana, clase media, profesionales, jóvenes) no hayan sido adecuadamente representados.

Otra cosa que puede haber contaminado la encuesta de la UCA es que mezcló dos propósitos: la evaluación del gobierno de Funes/FMLN y el sondeo de preferencias electorales. Esto puede ser un problema. Si la numeración de las preguntas en el boletín de la UCA corresponde a la secuencia real de las entrevistas, el ciudadano ha sido sometido al tortuoso proceso de contestar no menos de 59 (!) preguntas, antes de que lo pregunten sobre partidos y candidatos.

Lo que normalmente se hace en el análisis comparativo de encuestas es eliminar las que muestran picos extremos en una u otra dirección, y luego sacar el promedio de los demás. Cuando todos las encuestas estén sobre la mesa, posiblemente esto le va a pasar a esta encuesta de la UCA que nos induce a creer que estas elecciones ya están en fase de definirse. Esta carrera apenas está comenzando.
(El Diario de Hoy)