No cuesta imaginarse el gabinete de
gobierno de Salvador Sánchez Cerén. La mayoría de sus integrantes no me
gustarán. Pero será gente que uno tiene años de conocerlos, habrá
predictibilidad. YGWYS: You get what you see. And you see what you get. A menos
que pongan a un loco como Salvador Arias como ministro de Hacienda, que puede
salir con cualquier disparate. Pero esto no pasaría. Lo más probable es, en
caso que el FMLN gane, que tendremos un gabinete de personajes que continúen
hablando como revolucionarios y que actúen con pragmatismo. Capitalismo de
Estado, en vez de socialismo. Bastante predecible. Podría haber sorpresas
ingratas, incluso para el mismo Sánchez Cerén, en caso que se arriesgue a
incorporar a personajes que supuestamente representan la nueva generación de la
izquierda, como por ejemplo Nayib Bukele. Ahí podría ser a revés: un discurso
nuevo, pragmático, casi socialdemócrata, pero prácticas autoritarias e
inescrupulosas. Cuidado con la chequera, profesor...
Tampoco cuesta imaginarse el gabinete
de gobierno de Norman Quijano. Dependiendo de cuál camino escoge ARENA, me
puedo imaginar dos gabinetes: uno principalmente de operadores políticos,
muchos de ellos los cheros y areneros de siempre; otro más bien de
profesionales, gerentes, tecnócratas – gente que tiene el compromiso no con el
partido sino con una visión de desarrollo del país. O lo más probable: una
mezcla de los dos. De todos modos, bastante predecible también. Gente que viene
de la política y otros que viene de la empresa privada. Algunos corruptos,
otros incorruptibles. Dependiendo de cómo al final resulte la correlación de
fuerzas dentro de ARENA, me puedo imaginar un gabinete mediocre que tratarían
de regresar a lo que entienden como los años dorados de ARENA. También me puedo
imaginar, aunque cuesta un poco más, un gabinete de reforma, de renovación, de
apertura. De todos modos sería un gobierno predecible que buscaría un pacto de
desarrollo, crecimiento y empleo con la empresa privada. Puede ser más
conservador o puede ser más liberal, pero siempre sería predecible, sin mayores
sorpresas.
En cualquiera de los gobiernos que
formarían Sánchez Cerén o Norman Quijano, dependiendo de la respectiva
correlación interna a la hora de la transición, principalmente entrarían
personas confiables, fieles a sus principios, más o menos coherentes. Ambos
tienen dónde escoger. Cualquiera de los dos, si quiere formar un gabinete de
gente honesta, lo podría hacer. Cualquiera de los dos, si busca ministros
competentes, los podría encontrar.
Lo que cuesta imaginarse es el gabinete
de Elías Antonio Saca. En su gobierno pasado ha tenido varios ministros muy
buenos. Pero de los buenos muchos se le fueron renunciando porque no estaban de
acuerdo con la corrupción, con el populismo, con los poderes detrás del trono.
Estoy hablando de Eduardo Zablah, Guillermo López Suárez, Yolanda Mayora.
Y otros valiosos, aunque aguantaron hasta el triste final, nunca volverán a
entrar en un gobierno de Saca. Gente como Ana Vilma de Escobar, Luis Mario
Rodríguez, Rubén Rochi...
¿Con quiénes formaría gobierno entonces
Saca? ¿Con la gente que tienen años de hacerle el trabajo sucio, como Guillermo
Gallegos, Andrés Rovira, Herbert Saca, Julio Rank, Charlaix, Peter Dumas? ¿Con
sus socios de siempre, como René Figueroa y César Funes? ¿Cuáles ministerios o
autónomas va a dar a Gana, cuáles al PCN, cuáles al PDC, cuáles a los
‘independientes’ recién salidos de ARENA? ¿Con quiénes va sustituir a los que
han metido en crisis y deshonra al sector energético – o va a dejar ahí gente
tan cuestionada como Julio Valdivieso y Leopoldo Samour?
El FMLN tendrá problemas de reclutar a
funcionarios en la empresa privada y en la sociedad civil, pero dispone dentro
del partido de un gran pool de cuadros confiables, disciplinados, algunas con
formación académica. A mi personalmente, no me inspiran confianza, pero es
obvio que para cientos de miles de votantes ellos serán garantía que lo prometido
se cumpla.
ARENA tiene el privilegio de poder
reclutar ministros y funcionarios entre los ejecutivos de la empresa privada -
gente con experiencia probada y excelente formación profesional. A una buena
parte de la población no le gusta la idea que este tipo de personas ocupen el
gobierno, pero a una mayoría de salvadoreños les da confianza y cierto
optimismo.
¿Pero en qué sector confiable para la
ciudadanía podrá reclutar ministros Saca? ¿A quiénes podría presentar para
disipar las dudas sobre la probidad de su futuro gobierno? Ninguno de los
arriba mencionados tuviera este efecto, por lo contrario. ¿Hay empresarios o
profesionales probos, con prestigio y buenas relaciones en el mundo
empresarial, académico e internacional, dispuestos a poner la cara por Saca y a
asociarse con sus amigos? Obviamente hay mucha gente dispuesta a creer en Elías
Antonio Saca y sus promesas. Él tiene este don de encantador. ¿Pero confiaría
esta misma gente el país a Herbert Saca, Guillermo Gallegos y Chico Merino, cuando
podrían encomendarlo a gente probada como Gerson Martínez, Fabio Castillo, Hugo
Martínez, Oscar Ortiz - o si son de derecha, a personas confiables como Edwin
Zamora, Ana Vilma de Escobar, Miguel Angel Simán o Francisco Bertrand Galindo?
Hay que insistir que los candidatos
presenten cuanto antes a sus hombres y mujeres de confianza, con los cuales nos
quieren gobernar.
(El Diario de Hoy)