El otro día nos juntamos
para analizar los diferentes escenarios para las elecciones
presidenciales del 2014. Pasamos horas discutiendo y haciendo garabatos.
Al final, en vez de botarlas, guardé todas las servilletas, con todas
los escenarios. Son demasiado inquietantes para no compartirlas. Aquí el
resumen.
Primera vuelta: Norman Quijano contra Sánchez Cerén y Elías Antonio Saca. Ninguno de los tres puede ganar en primera vuelta. Habrá segunda vuelta.
Para la segunda vuelta obviamente hay tres escenarios, dependiendo de quien de los tres quede fuera de la competencia.
A: Norman Quijano versus Sánchez Cerén
Hay tres posibilidades alternativas, dependiendo de las opciones estratégicas que asuman los tres contendientes:
A1: Saca y Funes apoyan al FMLN. Gana Sánchez Cerén la presidencia. Saca y Funes también ganan: protección y oportunidades de negocios. Luego de la derrota de Norman, ARENA entra en una nueva crisis, peor que del 2009: Saca toma control del partido.
A2: En ARENA se impone la posición que solos no pueden ganar y que de todos modos, el enemigo común a vencer es el FMLN. Norman y Saca negocian un pacto. Norman gana la presidencia, pero Saca sale fortalecido. Norman gobierna mal, porque está amarrado a los compromisos con Saca. ARENA se hunde, Saca toma control del partido.
A3: ARENA entiende que ganar en alianza con Saca significaría igualmente perder. Un nuevo liderazgo partidario desarrolla una nueva estrategia: hay que construir una alianza con la ciudadanía contra los peligros que significan tanto el FMLN como Saca para la libertad y la institucionalidad. Una alianza ciudadana contra autoritarismo, populismo y corrupción. Con esta estrategia, ARENA puede ganar. No sólo las elecciones, sino la oportunidad de gobernar bien. Incluso en caso que no alcance ganar la presidencia, ARENA se consolida como fuerza opositora. Saca queda derrotado.
B: Sánchez Cerén versus Saca
Para este escenario también existen dos variantes, dependiendo de las decisiones estratégicas:
B1: Las bases de ARENA apoyan a Saca. Saca gana la presidencia, la mayoría de ARENA se alinea con Saca. Saca se queda con el control de toda la derecha. ARENA desaparece como partido de oposición.
B2: Gana el FMLN. Pero como Saca ya venció a Norman Quijano en la primera vuelta, se establece como líder de la oposición y de la derecha.
C: Norman versus Saca
C1: El FMLN apoya a Saca. Así como indican las últimas encuestas, una parte de ARENA se pasa durante la segunda ronda a quien ven como ganador: Saca gana. Luego de la derrota, el resto de ARENA se desmorona: Saca, desde Casa Presidencial, toma control de la "derecha unificada". El FMLN asume rol de oposición, no queda espacio para ARENA.
C2: La campaña de ARENA opta por acercarse a posiciones populistas de Saca. Es poco probable que Norman logre ganar a Saca con esta estrategia. Pero incluso si ganara, haría un mal gobierno, porque ganó con posiciones populistas. En este caso, el triunfo sería pírrico: se gana la presidencia, pero se pierde la identidad y credibilidad. ARENA no sobrevive otro mal gobierno.
C3: La única manera realista que ARENA puede ganar a Saca en segunda vuelta es que el partido se abra y se construya una alianza fuerte y plural entre ARENA y la masa crítica de la sociedad civil. Una alianza en defensa de la institucionalidad y en rechazo al retorno de Saca.
Este último es políticamente idéntico al escenario A3. Son las únicas opciones que tiene ARENA para no perder. Están basadas en el mismo tipo de estrategia y alianza. El problema: Este tipo de alianza no puede comenzarse a construir luego de la primera ronda, tiene que construirse desde ya. La pregunta principal: ¿Puede Norman Quijano ser el constructor y conductor de esta alianza?
Las dos escenarios positivos para ARENA, para ser viables, requieren de algunos pasos indispensables, aunque a esta altura no parecen muy factibles. Primero, una recomposición radical del COENA en dos sentidos: convertirlo en una dirección de verdad; e incluir interlocutores confiables para la sociedad civil, la juventud, los profesionales críticos fuera del partido. Pero no incluirlos de adorno, sino para cambiar al partido.
Segundo: Enfocar la campaña en un futuro equipo de gobierno capaz, profesional y ideológicamente plural. El candidato tendría que proyectarse a la nación como el líder que facilitó la apertura en ARENA.
Tercero: Revisar con seriedad, autocrítica y realismo si para esta estrategia se tiene al candidato adecuado y que puede ganar. Si la respuesta es no, tener el valor de cambiarlo a tiempo. Si la respuesta es sí, dejarse de pajas, apoyarlo y trabajar.
Primera vuelta: Norman Quijano contra Sánchez Cerén y Elías Antonio Saca. Ninguno de los tres puede ganar en primera vuelta. Habrá segunda vuelta.
Para la segunda vuelta obviamente hay tres escenarios, dependiendo de quien de los tres quede fuera de la competencia.
A: Norman Quijano versus Sánchez Cerén
Hay tres posibilidades alternativas, dependiendo de las opciones estratégicas que asuman los tres contendientes:
A1: Saca y Funes apoyan al FMLN. Gana Sánchez Cerén la presidencia. Saca y Funes también ganan: protección y oportunidades de negocios. Luego de la derrota de Norman, ARENA entra en una nueva crisis, peor que del 2009: Saca toma control del partido.
A2: En ARENA se impone la posición que solos no pueden ganar y que de todos modos, el enemigo común a vencer es el FMLN. Norman y Saca negocian un pacto. Norman gana la presidencia, pero Saca sale fortalecido. Norman gobierna mal, porque está amarrado a los compromisos con Saca. ARENA se hunde, Saca toma control del partido.
A3: ARENA entiende que ganar en alianza con Saca significaría igualmente perder. Un nuevo liderazgo partidario desarrolla una nueva estrategia: hay que construir una alianza con la ciudadanía contra los peligros que significan tanto el FMLN como Saca para la libertad y la institucionalidad. Una alianza ciudadana contra autoritarismo, populismo y corrupción. Con esta estrategia, ARENA puede ganar. No sólo las elecciones, sino la oportunidad de gobernar bien. Incluso en caso que no alcance ganar la presidencia, ARENA se consolida como fuerza opositora. Saca queda derrotado.
B: Sánchez Cerén versus Saca
Para este escenario también existen dos variantes, dependiendo de las decisiones estratégicas:
B1: Las bases de ARENA apoyan a Saca. Saca gana la presidencia, la mayoría de ARENA se alinea con Saca. Saca se queda con el control de toda la derecha. ARENA desaparece como partido de oposición.
B2: Gana el FMLN. Pero como Saca ya venció a Norman Quijano en la primera vuelta, se establece como líder de la oposición y de la derecha.
C: Norman versus Saca
C1: El FMLN apoya a Saca. Así como indican las últimas encuestas, una parte de ARENA se pasa durante la segunda ronda a quien ven como ganador: Saca gana. Luego de la derrota, el resto de ARENA se desmorona: Saca, desde Casa Presidencial, toma control de la "derecha unificada". El FMLN asume rol de oposición, no queda espacio para ARENA.
C2: La campaña de ARENA opta por acercarse a posiciones populistas de Saca. Es poco probable que Norman logre ganar a Saca con esta estrategia. Pero incluso si ganara, haría un mal gobierno, porque ganó con posiciones populistas. En este caso, el triunfo sería pírrico: se gana la presidencia, pero se pierde la identidad y credibilidad. ARENA no sobrevive otro mal gobierno.
C3: La única manera realista que ARENA puede ganar a Saca en segunda vuelta es que el partido se abra y se construya una alianza fuerte y plural entre ARENA y la masa crítica de la sociedad civil. Una alianza en defensa de la institucionalidad y en rechazo al retorno de Saca.
Este último es políticamente idéntico al escenario A3. Son las únicas opciones que tiene ARENA para no perder. Están basadas en el mismo tipo de estrategia y alianza. El problema: Este tipo de alianza no puede comenzarse a construir luego de la primera ronda, tiene que construirse desde ya. La pregunta principal: ¿Puede Norman Quijano ser el constructor y conductor de esta alianza?
Las dos escenarios positivos para ARENA, para ser viables, requieren de algunos pasos indispensables, aunque a esta altura no parecen muy factibles. Primero, una recomposición radical del COENA en dos sentidos: convertirlo en una dirección de verdad; e incluir interlocutores confiables para la sociedad civil, la juventud, los profesionales críticos fuera del partido. Pero no incluirlos de adorno, sino para cambiar al partido.
Segundo: Enfocar la campaña en un futuro equipo de gobierno capaz, profesional y ideológicamente plural. El candidato tendría que proyectarse a la nación como el líder que facilitó la apertura en ARENA.
Tercero: Revisar con seriedad, autocrítica y realismo si para esta estrategia se tiene al candidato adecuado y que puede ganar. Si la respuesta es no, tener el valor de cambiarlo a tiempo. Si la respuesta es sí, dejarse de pajas, apoyarlo y trabajar.
(El Diario de Hoy)