martes, 11 de diciembre de 2012

Carta al presidente uruguayo José Alberto Mujica

Estimado Pepe:
Lastimosamente, nunca tuve el privilegio de frecuentar "ocasionalmente asados y tertulias de fin de semana en una instalación campestre en las afueras de Managua" ni con Sánchez Cerén ni con vos ni con otros dirigentes guerrilleros continentales. De modo que no tengo cómo saber si tiene razón mi amigo Salvador Samayoa cuando expresa su impresión "que al candidato del FMLN le cae muy bien el Pepe. Creo que se identifica bastante con su personalidad, con su estilo, con sus valores políticos".

De lo poco que supe de vos durante tu militancia con los Tupamaros, y de lo bastante que, como todo el mundo, sé del Pepe Mujica convertido en presidente de Uruguay, coincido plenamente con Salvador Samayoa que "Mujica no le ha hecho la guerra a los medios de comunicación independientes, como Correa, Chávez, Evo y Cristina Kirchner. No se pasa la vida peleando con los dirigentes empresariales, no compra diputados, no gobierna suprimiendo la independencia y usurpando el poder de todos los Órganos del Estado, como Ortega."

Pero me vienen a la mente unas cuántas virtudes más de tu vida como revolucionario: Nunca mandaste a fusilar a cientos de militantes y simpatizantes de tu organización insurgente, bajo acusaciones de indisciplina, conspiración contra sus mandos y falta de cumplimiento de sus deberes como militantes, como lo hicieron comandantes de las FPL en San Vicente - y como Sánchez Cerén, como jefe máximo de esta organización, supo durante varios años antes de que finalmente interviniera, pero sin jamás reconocer la masacre y la injusticia cometida contra sus camaradas.

Vos, que yo sepa, tampoco nunca usaste tu prestigio para imponer a tu partido una 'unidad monolítica sin corrientes', como lo hizo Sánchez Cerén durante todo el proceso interno del FMLN de la post-guerra para deshacerse de dirigentes, competidores y disidentes como Joaquín Villalobos, Fermán Cienfuegos, Héctor Silva, Facundo Guardado, Julio Hernández - y el propio Salvador Samayoa. Vos apostaste a lo contrario: la construcción de una izquierda plural, deliberante y amplia. Tu partido se llama Frente Amplio e incluye todas las tendencias de la izquierda...

Así que me entran muchas dudas si sea acertada la impresión de Salvador Samayoa que el candidato del FMLN Sánchez Cerén se identifica bastante con tu personalidad, tu estilo y tus valores políticos - o sea con un presidente ejemplar por su humildad, austeridad, tolerancia, capacidad conciliadora, y por la falta total de revanchismo y dogmatismo. Pero bueno, como nunca he participado en "asados y tertulias" con vos y el entonces comandante Leonel, tal vez no tenga suficientes criterios y esté equivocado...


Que yo sepa, vos tampoco andás repitiendo como loro las consignas del 'Buen Vivir' puestas en moda por los presidentes Evo Morales y Rafael Correa, como lo está haciendo Sánchez Cerén desde que regresó de su audiencia con el presidente-líder ecuatoriano. Tampoco nunca he escuchado que vos viajás en visitas de Estado para promover fines partidarios y llevando en tu comitiva a dirigentes partidarios, como lo hace Sánchez Cerén desde que es candidato a la presidencia.


Así que, Pepe, mejor no te metamos en nuestros bonches. Saludos, Paolo Lüers


(Los que no entienden todos los argumentos en esta carta, p.f. lean la columna de Salvador Samayoa "El ejemplo de Pepe")
(Más!/EDH)