jueves, 14 de julio de 2011

Carta a los tontos útiles

Estimados amigos:
 
Hace pocos días ustedes publicaron en un rotativo un campo pagado muy particular: 26 organizaciones populares defendiendo con capas y espadas su derecho de dejarse manipular por la cúpula de su partido FMLN.

La consigna de este absurdo manifiesto es: “¡No hay sentencias que retrocedan a un pueblo que vota por plataforma y bandera!”

Mientras la parte pensante de las izquierdas salvadoreñas y de las propias bases del FMLN exige al partido gobernante que respete la independencia de la Sala de lo Constitucional y que acepte su sentencia que da al ciudadano el derecho de elegir libremente entre los candidatos a diputados propuestos por los partidos, ustedes formaron una alianza popular para defender el derecho del partido de seguir decidiendo por sus bases y por sus votantes. 

“El partido nunca se equivoca, es la expresión infalible de la voluntad popular”, decretó Stalin y mandó a matar o encarcelar a todos que no estaban de acuerdo, incluyendo millones de militantes de izquierda.

¿Ustedes todavía creen en esto?

¿Cómo es posible que organizaciones como CONFRAS o CRIPDES, que en la época de la lucha contra la represión defendieron dignamente los derechos y libertades de sus afiliados, hoy piden a sus bases que deleguen el derecho de pensar y decidir a la Comisión Política de un partido?

En este conflicto, para el FMLN está en juego mucho más que el control sobre sus futuros diputados; está en juego el concepto de partido; el partido infalible, el partido vertical, el partido como autoridad encima de las decisiones personales. El partido que controla a la sociedad entera, porque es sabio e infalible...

La mala noticia: todavía hay ‘líderes populares’ que se prestan a firmar un comunicado tan absurdo que atenta contra los derechos y libertades de los ciudadanos y da cheque en blanco a la dirección de un partido.

La buena noticia: ustedes están nadando contra corriente, incluso dentro de la izquierda, dentro de los movimientos sociales. 

Les saluda Paolo Lüers
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