sábado, 2 de julio de 2011

Carta al secretario técnico de la Presidencia

Estimado Alex Segovia:
 
Me imagino que como principal asesor económico del presidente y como jefe del gabinete económico-social, vos fuiste el arquitecto del impuesto que ustedes llaman ‘de seguridad’ y que otros describen como ‘impuesto sobre el ahorro y la inversión’.

Claro, entiendo que esta idea se vende bien a la gente que ya está empezando a encachimbarse con este gobierno de ustedes que no resuelve ni el desempleo ni el alza de precios ni mucho menos la inseguridad. “¡Que paguen los ricos!”, es el refrán de la canción populista, y todos los que se sienten excluidos y jodidos aplauden. “Al fin joden a los empresarios...”

Pero, ¿no te pone a pensar el hecho que todos los expertos del gobierno Obama, que actualmente están en el país para trabajar junto con ustedes el plan para reactivar la economía salvadoreña, te han recomendado no implementar esta mala idea de un impuesto sobre el patrimonio? Ellos insisten en que urge crear incentivos a la inversión, cuando ustedes siguen insistiendo en lo contrario: castigar la inversión con el impuesto sobre el patrimonio.

Alex, como economista ¿no entras en duda cuando los expertos del gobierno de Washington te dan el mismito argumento que los empresarios nacionales? El argumento que este impuesto va a tener un impacto negativo sobre la inversión y la creación de empleos. 

A los dirigentes de ANEP les puedes decir que tienen agenda partidaria, que quieren desestabilizar al gobierno FMLN-Funes-GANA. Pero, ¿qué les contestás a los representantes del presidente Obama, el gran aliado de tu presidente Funes, cuando te dicen lo mismo?

¿Qué les decís a los empresarios que te dicen que no son solamente 2300 ricos que van a pagar este impuesto, sino miles de gente de clase media, con tal que hayan ahorrado toda la vida para dejar a sus hijos propiedades o acciones?

¿Y qué me decís a mi, que no tengo velas en este entierro porque no he ahorrado, pero que me preocupa del impacto negativo que este impuesto tendrá sobre nuestra economía?

Algún día quisiera escuchar respuestas. Te saluda Paolo Lüers

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