lunes, 30 de mayo de 2011

La Campaña Out

En los oscuros días de 1940, el gobierno anterior a la Francia de Vichy fue advertido por sus generales: “En tres semanas Inglaterra tendrá su cuello retorcido como una gallina.” Luego de la Batalla de Inglaterra, Winston Churchill gruñó su respuesta: “¡Algunas gallinas; algunos cuellos!” Hoy, los libros más vendidos del ‘Nuevo Ateísmo’ son menospreciados, por aquellos que desesperadamente tratan de quitarle importancia a su impacto, como

“Sólo predicándole al coro.”

¡Algún coro! ¡¿Solamente?!
Tan lejos como las impresiones subejetivas permiten y en la admitida ausencia de información rigurosa, estoy convencido de que la religiosidad de Norte América está muy exagerada. Nuestro coro es mucho más grande de lo que mucha gente se da cuenta. La gente religiosa aún supera en número a los ateístas, pero no por el margen que esperaban y que temíamos. Baso esto no sólo en conversaciones durante las giras de mis libros y de las giras de mis colegas Daniel Dennett, Sam Harris y Christopher Hitchens, sino en muy difundidas encuestas informales de Internet. No de nuestro propio sitio, cuyos colaboradores son obviamente parciales, sino, por ejemplo, de Amazon y YouTube, cuyos visitantes son tranquilizadoramente jóvenes. Además, aunque los religiosos tuvieran los números, nosotros tenemos los argumentos, tenemos la historia de nuestro lado, y estamos caminando con nueva energía en nuestro paso – puedes sentir el gentil golpeteo de nuestros pasos a cada lado.

Nuestro coro es grande, pero gran parte de éste aún está en el closet. Nuestro repertorio puede incluir las mejores tonadas, pero demasiados de nosotros están murmurando las palabras sotto voce con la cabeza gacha y los ojos mirando el suelo. Gran parte de nuestro esfuerzo de concientización debería ser dirigido no hacia la conversión de los religiosos sino al aliento de los no-religiosos para que lo admitan – a ellos mismos, a sus familias, y al mundo. Éste es el propósito de la campaña OUT (N. de T: afuera).

Antes de seguir adelante, debo anticiparme a un importante riesgo de ser malinterpretado. La obvia comparación con la comunidad homosexual es vulnerable a ir demasiado lejos: el ‘salirse’ como verbo transitivo cuyo objeto podría ser un individuo desafortunado aun no – o nunca – listo para confiar en el mundo. Nuestra campaña OUT (de ‘salir’) no tendrá nada, repito nada que ver con salirse en ese sentido activo. Si un ateísta quiere salirse del closet, esa es su decisión, y de nadie más. Lo que podemos hacer es proveerle apoyo y aliento a los que gustosamente decidan eso para ellos mismos. Esto podría parecer trivial para la gente en partes de Europa, o en regiones de Estados Unidos dominados por intelectuales urbanos donde el apoyo y el aliento son innecesarios. No es trivial en absoluto para gente en otras áreas de Estados Unidos, y aún más en partes del mundo islámico donde la apostasía es, por autoridad coránica, castigable con la muerte.

La campaña OUT tiene potencialmente tantos lados como palabras se puedan pensar para preceder “out”. “Come OUT” (Sal) denota orgullo con respecto a un lugar y es con el que he lidiado hasta ahora. Relacionado a él está “Reach OUT” (alcanza), en amistad y solidaridad hacia aquellos que hayan salido, o aquellos que estén contemplando ese paso que, dependiendo de los prejuicios de su familia o de su ciudad natal, podrían requerir coraje. Únete, o funda grupos locales de apoyo y foros en línea. “Speak OUT” (habla), para mostrarle a quienes estén en duda que no están solos. Organiza conferencias o eventos en el campus. Asiste a concentraciones y marchas. Escribe cartas al periódico local. Presiona a los políticos, a nivel local e internacional. Cuanta más gente salga y sea conocida por haberlo hecho, más fácil será para otros hacer lo mismo.

Stand OUT (destácate) y organiza actividades y eventos en tu zona. Únete a una existente organización ateísta barrial o comienza una. Pon un sticker en el paragolpes de tu automóvil. Usa una remera. Usa la A escarlata de Josh si te gusta tanto como a mí, de lo contrario diseña la tuya o encuentra una en un sitio web tal como http://www.cafepress.com/buy/atheist; o no uses una remera en absoluto, pero por favor no te quejes ante la idea de ponerte de pie y ser contado junto a otros ateístas. Lo admito, simpatizo con aquellos escépticos en este sitio que temen que estemos engendrando una conformidad cuasi-religiosa a nuestra manera. Nos guste o no, me temo que debemos tragarnos esta pequeña cantidad de orgullo si verdaderamente queremos tener una influencia en el mundo real, de otra manera nunca superaremos el problema de la ‘manada de gatos’. Si tienes dudas, lee la exuberante exhortación en http://scienceblogs.com/pharyngula/2007/07/come_out.php (en inglés).

“Keep OUT” (mantente alejado) me preocupaba al principio, porque suena poco amistoso y exclusivo, como el poster del Agente de Viajes de Barcelona, que en inglés apropiadamente intencionado leía “Go Away!” (¡Aléjate!). “Keep OUT” aquí significa, por supuesto, mantén a la religión fuera de las clases de ciencia, y expresiones similares de la separación constitucional de Estados Unidos entre el Estado y la iglesia (Inglaterra no cuenta con tal separación, desafortunadamente). Como otra encantadora remera decía “No reces en nuestra escuela, y yo no pensaré en tu iglesia”. Presiona a los directivos de tu colegio. Cita a Christopher Hitchens: “Sr. Jefferson, levante esa pared.”

“Chill OUT” (relájate) (recomienda a otros a hacerlo). Los ateístas no son demonios con cuernos y una cola, son agradables personas comunes. Demuestra esto por ejemplo. La agradable vecina de enfrente podría ser una ateísta. Como podría serlo el doctor, la bibliotecaria, técnico de computadoras, taxista, peluquero, conductor de TV, cantante, comediante. Los ateístas sólo son personas con una diferente interpretación de los orígenes cósmicos, nada de lo que alarmarse.

¿Qué otros OUTs podríamos imaginar? Bueno, sugiere el tuyo. “Vote OUT” (quita el voto) a representantes que discriminen en contra de los no-religiosos, de la manera en que George Bush (padre) deliberadamente describió a los ateístas como no-ciudadanos de una nación “bajo Dios”. Los políticos van a dónde están los votos. Sólo pueden contar a los ateístas que se proclamen como tales. Algunos ateístas son derrotistas pensando en que nunca seremos efectivos simplemente porque no somos una mayoría. Pero no importa que no seamos una mayoría. Para ser efectivos, todo lo que necesitamos es ser reconocibles por los legisladores como una suficientemente grande minoría. Los ateístas son más numerosos que los judíos religiosos, sin embargo cuentan con una fracción minúscula de poder político, aparentemente porque nunca resolvieron su presencia juntos en la manera en que los lobbies judíos tan brillantemente lo han hecho: el famoso problema de la ‘manada de gatos’ otra vez. Y el argumento se aplica no sólo a políticos sino también a anunciantes, los medios, comerciantes en el medio. Cualquiera que quiera vendernos algo se lo ofrece a las demografías. Necesitamos ponernos de pie y ser contados, para que la cultura demográficamente astuta comience a reflejar nuestros gustos y nuestras miradas. Que en cambio lo haga más fácil para la siguiente generación de ateístas. “Fill OUT” (llena) ‘Ateísta’ en cuantos formularios puedas que pidan tus detalles personales, especialmente en el próximo censo.

“Break OUT!” Algunos puede que quieran hacer fiestas para festejar el ‘SALIRSE’ donde alegremente celebren el coraje de aquellos que han decidido dejar atrás los hábitos de toda una vida, o los hábitos de sus ancestros, abrazando una vida realista y libre de supersticiones y SALIRSE al mundo real. SALIRSE de la conformidad religiosa y, en celebración de nuestra recién descubierta libertad, ABRIR el champagne

Traducido por Valentín M. – motioncity.com.ar