Tanto hablar de cambio me hizo pensar en los cambios que se necesitarían en el Ministerio de Medio Ambiente Y Recursos Naturales. El MARN surgió de una obligación, de una suma de instituciones como SEMA y algunas dependencias del Ministerio de Agricultura. Desde entonces acarrea algunos vicios de origen, partió la aplicación de algunas leyes entre ambos ministerios y algunas cosas que no han estado bien. El MARN ha crecido y se profesionalizado, ha logrado muchas buenas cosas, ha tenido fracasos, ha tenido malos ministros y otros mejores. Pero definitivamente necesita cambios.
La discusión más importante que tiene que tener el MARN es su enfoque. Sí será un órgano ejecutor que tendrá presencia territorial y hará cumplir la ley, o será un referente para el desarrollo medio ambiental del país, un líder que impulsará el cumplimiento de las leyes y que regulará a otras instituciones para que las haga cumplir. En parte esa discusión ya se ha tenido y cambio de rumbo según la dirección que se hable y según el Ministro de terno. Creo que es necesaria la definición.
El primer camino se ha visto fortalecido por la creación de las inspectorías ambientales, con presencia territorial y con capacidad de ejercer influencia directa sobre los territorios, este es un esfuerzo parcial que necesita muchos recursos para poder ser implementado a cabalidad para todo el país. Es una vía, pero para esto necesita que exista una voluntad política expresa del gobierno para darle los recursos necesarios para la implementación de estas acciones. Este camino fortalecería la aplicación de los estudios de impacto ambiental. No se dependería de las capacidades técnicas de las alcaldías sino que directamente se puede tener control sobre las acciones que se estén realizando.
Claro está que ni los países con clara vocación ambiental como Costa Rica han logrado tener ministerios con el apoyo gubernamental necesario. No se me olvidará ver al Ministro de Ambiente y Energía en el congreso de áreas protegidas de hace unos años en Panamá decir que no tenía lo necesario para poder tener lo necesario para la ejecución de todas las medidas, lo mismo dijo el Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales Mexicanos. Ahora, El Salvador en el mejor de los casos tiene que aspirar a aproximarse a estos países, pero difícilmente llegará, tiene entonces que haber otro camino, no puede solo ser una cuestión de dinero.
El otro camino es más complicado, porque implica poder tener injerencia sobre las decisiones de otros ministerios e instituciones, como la fiscalía o la policía, por lo menos una fina coordinación. También implica ejercer un indiscutible liderazgo sobre la empresa privada y sobre otros ministerios. Algo así como el supra-ministerio de Ecología francés, con capacidad de estar presente en todas las decisiones gubernamentales y que los tan afamados ejes transversales se apliquen de verdad.
El Salvador es firmante de numerosas convenciones internacionales, entre las cuales existen algunas que obligan a la coordinación interinstitucional y a la aplicación de estrategias en conjunto de varias dependencias del gobierno. Para que esto pueda ser así es necesario que el MARN, en serio, ejerza su liderazgo en el área y impulse la creación de medidas ambientalmente favorables dentro del sector energético del país, dentro de los sectores productivos, dentro de educación y muchos otros sectores importantes para crear las verdaderas capacidades de conservación y de protección del medio ambiente necesarias para impulsar el desarrollo sostenible.
Con ese cambio, debería entonces reestructurarse el ministerio, tomando en cuenta claro está, las valiosas capacidades técnicas ahí instaladas. Debería de pensarse cuál es la función de la dirección de Participación Ciudadana, que función ejerce en cuanto a la divulgación de los permisos ambientales. De momento se cuenta solo con 10 días de vista pública para expresar opiniones, lo cual está muy bien, pero hay que llegar al MARN justo en esos diez días después de la publicación de un pequeño anuncio en el periódico. Las comunidades rurales raramente se enteran de estas publicaciones y se enfrentan a los problemas ya cuando las obras están en ejecución.
Hay que pensar en los mecanismos de participación en la gestión. Pero ojo con esto, no a través de voces representadas por ONGs, sino por los implicados directamente. No me interesa la opinión de una ONG sobre lo que dicen la gente de tal o cual lugar, me interesa lo que dice la gente y es ahí donde la dirección de participación ciudadana tiene un lugar y una responsabilidad. Hay que pensar que los procesos tienen que ser agiles, no interesa entorpecer el desarrollo rural, interesa mejorarlo.
La dirección de gestión ambiental ha hecho grandes avances para mejorar el sistema de estudios de impacto ambiental, falta mejorar todavía, pero los esfuerzos realizados en la categorización son sobresalientes. Faltas estandarizar criterios, falta definir límites aceptables de cambios, capacidad de carga de las receptores, establecer estudios de impacto ambiental estratégicos, que tomen toda un área y no solo proyecto. Normalmente nunca se toma en cuenta que la suma de proyecto traerá más problema que cada proyecto individualmente. Estas cuestiones se tienen que cambiar. Pero no antojadizamente sino de una óptica y un modelo previamente establecido.
La dirección de patrimonio natural es otro gran campo que debería de reformarse, hay espacio para hacerlo, necesitan estar más en la agenda nacional, necesitan que los planes globales de conservación no sean solo instrumentos para los convencidos, sino que se traduzcan en acciones que todo el gobierno ejecute, tienen que tener más liderazgo en la aplicación de sus medidas. Me sigue sorprendiendo la cantidad de cosas que se producen en esta dirección que ningún otro órgano del estado se entera.
En general hay muchas cuestiones donde el MARN necesita cambio, en su estructura interna, hasta puede ser que de personal, pero lo más importante es que definan un enfoque de hacia donde es que se quiere trabajar. Ahora el Ministro Rosa Chávez tiene un gran reto, no solo de hablar de los temas que hay que tratar, sino de cambiar, influir y tener el liderazgo necesario para poder llevar acabo los temas que se proponen.
Me parecían grandes logros, como Rosa Chávez ha dicho, que se mejore la situación del Acelhuate, me parece muy importante el acento sobre riesgo en todas las políticas ministeriales, me parece magnífico impulsar tantos temas como salieron a relucir en su comunicado del día del medio ambiente; pero me parece más importante cambiar la visión y enfoque del MARN hacia ese liderazgo dentro del gobierno para impulsar el desarrollo sostenible del país.