Señor presidente:
¡Felicidades! En un mes te salieron tres hijos. Nada mal para un obispo. Para un presidente que predica cambio, justicia y verdad, es incomparable. ¡Entraste al libro Guinness de records mundiales!
Lo que más me fascina es que nunca pierdes la compostura. Te sale un primer hijo y hablas de ‘la verdad’. Aparece el segundo, y hablás de ‘la justicia’. Te sacan al tercero y hablás de ‘el amor’...
Y nunca pierdes el profundo sentimiento por la dignidad de las mujeres. En todos tus discursos respetás la equidad de los géneros, hablando de “ministros y ministras”, “sucesor o sucesora”, etc. Incluso ahora, cuando comentás en público tus pecados carnales, te diriges a “los paraguayos y las paraguayas”. Siempre el correcto. Siempre respetando a las mujeres. Menos cuando tienen 17 años y admiran a los sacerdotes revolucionarios.
Aunque te dijeron ‘su excelencia’ y ahora te digan ‘señor presidente’, sos un mentiroso, camarada Lugo.
Paolo Lüers
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