Últimamente parece que tratar de encontrar el candidato ideal es toda la discusión política de El Salvador. La verdad es muy importante saber quien nos va dirigir, quien va tomar las riendas del gobierno después de Tony Saca, hay estilos, hay distintos tipos de liderazgo y hay personas más potables que otra. Pero creo que hemos dejado de lado las discusiones de programas de gobierno y de estilos de gobernabilidad. Será que faltan muchos meses y la mayoría no tienen ni idea de que es lo que le está ofreciendo al país. Pero sepan que más importante que el candidato es el programa de gobierno, hasta para ganar votos, ya no se diga para poder hacer una reflexión más profunda de cual es el destino que debería de tomar El Salvador.
Puede haber buenos dirigentes con buenas intenciones, pero si no logran llevar acabo sus programas o sus programas son inviables o mal orientados, de nada sirve que sean buenos dirigentes. Tony saca comenzó hablando de un enfoque en lo social, esto se ha quedado a medias, por las razones que sea, pero parece estancado, cosmético y superficial, no dudo que sus intenciones fueran más profundas, pero el hecho es que no las ha podido llevar acabo. En el tema medioambiental, ni se diga, Saca ha sido de los pocos presidentes que por lo menos menciona en su discurso de inaugural al medio ambiente, pero hemos tenido grandes retrocesos en esa materia, no por mala intención o falta de voluntad de los ministros, pero si por una desatención del gobierno, que hasta pretende reducirle el presupuesto, a una de las dos carteras de estado con menos presupuesto.
Esto no puede repetirse, por eso digo que los candidatos son importantes, pero más importante es programa de gobierno. Tener un Mauricio Funes pudiera parecer buena idea, pero si su programa de gobierno es absurdo, sobre todo si sigue las líneas centralistas de gobiernos como el de Venezuela, de nada sirve que Funes sea el candidato. No quisiera un gobierno centralista, cuando la descentralización es una de las vías más importantes para que se tome conciencia de los problemas ambientales locales y se busquen soluciones, solo con un gobierno cercano a la gente se puede.
Lo mismo pasa con algunos de los candidatos de ARENA, me da igual si es René Figueroa, Ana Vilma de Escobar, o quien sea; si el programa de gobierno no es distinto, sino hay esfuerzos reales por buscar una reforma fiscal, para que el estado tenga los recursos necesarios para invertir de verdad en la gente (o en lo social como les gusta decir), un programa que incluya medidas de fiscalización real del gasto público, un programa donde el componente ambiental no es cosmético sino central, como el próximo programa de gobierno no va ha hablar del agua y de la generación de energía eléctrica, si no lo tomamos en cuenta generaremos caos en el país.
La opción de Arturo Zablah, parece ser buena, pero necesitamos que no explique más cuales son sus apuestas y cual es el camino que ve para El Salvador, como será su programa de gobierno, se que ahora es un poco complicado pedírselo, si no parece que tenga definido quienes son los partidos que lo apoyan.
En fin, el asunto es que aunque es importante el carácter, el talante y las cualidades del candidato, más importante todavía es la propuesta que tiene; sino por más que el bus sea bueno, si queremos llegar a la playa y nos subimos en la 119 llegaremos a Chalate.