"Por más estrecho se haga el espacio para el periodismo independiente, este tiene que lograr mayores niveles de calidad para seguir cumpliendo su misión. Y resulta que en nuestro país, bajo la sombra de Nayib Bukele, lo logra. Con creces."
En la voz del autor: Periodismo.mp3
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El Salvador es un ejemplo alentador que demuestra que el periodismo es una profesión resiliente. Por más hostil que un gobierno se ponga contra el ejercicio de la libertad de expresión, mejor periodismo nace. Es la vieja correlación entre demanda y oferta. En un país autoritario surge mayor demanda para un periodismo independiente y crítico – y mientras no los encarcelen o maten como en países como Rusia, China, Nicaragua o Irán, habrá periodistas valientes capaces de enfrentar el reto. Esto ha pasado en Venezuela. A pesar de medidas muy restrictivas a la libertad de prensa, surgieron nuevos formatos digitales que responden a la sed de información responsable e independiente de la ciudadanía.
Al Faro la creciente restricción a la libertad de expresión lo ha empujado a hacer mejor periodismo. No sólo por su valentía sino sobre todo por la contundencia de sus incómodas investigaciones, El Faro ha logrado hacerse de un alto prestigio internacional que le sirve de respaldo y escudo.
Me atrevo a citar como otro el ejemplo el nuevo impulso que ha agarrado de manera exitosa El Diario de Hoy con sus ediciones especiales, la primera para el 1 de junio, día de conclusión de seis años del gobierno de Nayib Bukele; la segunda nuestra edición del domingo pasado con el tema Derechos Humanos. Son ejemplos de ediciones especiales que de repente rompen con la rutina y la rigidez del formato noticioso de un diario e introducen formatos de revista – para provocar reflexión y debate entre los lectores. La llegada del académico Oscar Picardo como director editorial ha hecho posible este impulso innovador que cada medio de vez en cuando necesita para seguir creciendo.
Algo parecido pasó a La Prensa Gráfica cuando entró en crisis bajo la pésima conducción editorial por parte de Gabriel Trillos y con la salida de un grupo fuerte de su redacción hacia los medios oficialistas. En vez de debilitar al periódico lo fortaleció y lo empujó a la innovación bajo su nuevo director Cristian Villalta, quien reconstruyó la redacción con talentos jóvenes, valientes con criterio independiente. De esta manera, los dos periódicos líderes del país están logrando saltos de calidad, que los ponen en condición de compensar la situación adversa en el campo de la televisión y radiodifusión, donde bajo la presión del gobierno se vinieron limitando o incluso poco a poco desapareciendo los espacios periodísticos independientes.
Otra vez se muestra que funciona la dinámica de demanda y oferta: si unos medios dejan de ejercer el periodismo libre, otros llenan la demanda.
Es por esto que el presidente Bukele el 1 de junio, en su discurso de celebración de sus seis años de gobierno, en vez de hablar de cómo piensa resolver los problemas del país, se concentró a tratar de desacreditar al periodismo que lo critica – dentro y fuera del país. Lo tomo como una certificación oficial de la calidad de periodismo que estásurgiendo en El Salvador. ¡Gracias, presidente!
Saludos a nuestros lectores que hoy, más que nunca, requieren del periodismo valiente.
